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Lucky Craft Flash Minnow 110 SP, homenaje a un señuelo campeón

por Carlos Prieto 9 de agosto de 2016 2 comments

Empezar diciendo que el Lucky Craft Flash Minnow 110 SP es un auténtico killer en las distancias cortas que ya hace más de una década que se dio a conocer entre los pescadores peninsulares, quienes lo consideran un valor seguro.

Independientemente del tiempo que llevemos en la pesca, lo cierto es que es muy fácil perderse en el marasmo de señuelos que el mercado oferta. Nuevas marcas, innovadores coloraciones, tallas, formas e infinidad de formatos, constituyen un laberinto del que es difícil escapar a no ser que tengamos las cosas claras y sepamos qué es lo que funciona realmente en nuestras zonas de pesca más comunes. Aún así, a todos de ciento en viento nos gusta probar las novedades que irrumpen a golpe de talonario, y lo mismo que en algunas de ellas se puede encontrar el santo grial, en otras -la mayoría, por qué no decirlo- el chasco es morrocotudo. De modo que con tanto tropezón, y aunque en el fondo todavía existe la posibilidad de rizar el rizo, cada vez cuesta más echar mano al bolsillo para adquirir poco más que una cara bonita, máxime visto cómo cumplen algunos viejos rockeros …

Lucky Craft Flash Minnow 110 SP es un viejo conocido

En principio, en la presente ocasión no vamos a hacernos un análisis exhaustivo de las cualidades de este engaño que seguro más de un recién llegado desconocerá, pero basta que éste oiga sus logros para apuntarlo en los primeros puestos de su lista de futuras adquisiciones. Y es que el Lucky Craft Flash Minnow 110 SP es un auténtico killer en las distancias cortas que ya hace más de una década que se dio a conocer entre los pescadores peninsulares, quienes lo consideran un valor seguro.

Bien es verdad que no se trata de una muestra asequible para todos los bolsillos, pero es de los que no fallan cuando el pez se halla cerca, al punto de poner en evidencia a otros artificiales más caros, como bien hemos tenido ocasión de comprobar en incontables lances. Tal es así que en adelante haremos un homenaje a uno de ellos que no hace demasiado tiempo se ha ganado el merecido retiro.

Cuestiones preliminares

Quienes bien la conocen, sabrán de lo que hablamos. La pesca de la lubina en aguas del Cantábrico a menudo no es fácil. El oleaje y el medio suelen complican sobremanera su práctica y por ello es preciso de contar con un material específico que no deje margen al error, visto encima cómo se las gastan algunas piezas. Por ello a veces es preciso que el señuelo se agarre al agua igual que el gato a las cortinas, y así en su día conocimos al María La Segunda, el Duel Aile Magnet… como también una colección de nuevas muestras que abrieron notablemente el arco de posibilidades al pescador. De este modo, hubo un tiempo en que Tides y Shores, con sus formas preciosistas y capacidad de lance se abrieron camino y muchos creímos de su invencibilidad, pero nada hay perfecto en este mundo.

Estos fantásticos señuelos, cuando no hay que lanzar demasiado y la mar sacude, son innecesarios e incluso son expulsados del agua sin compasión, dando así cabida a otras opciones. Y aquí es donde hace entrada nuestro amigo.

Como conocí al Lucky Craft Flash Minnow 110 SP

Hace unos años, por azares del destino, llegó a mis manos un Flash Minnow 110 con más batallas que el Capitán Trueno. De hecho, su estado era tal que apenas quedaban trazos de la librea que en su día se le imprimió, por lo que con un pincel y pintura le apliqué una coloración nada convencional pensada para determinados contextos y comencé a darle oportunidades, visto lo que la parroquia decía de él. Y si bien al principio no se portó como pensaba, a base de minutos confirmó su acreditada fama, hasta el punto de desbancar a otros artificiales más caros, y a los que tenía mayor confianza. No en vano, en numerosas ocasiones, cuando todo fallaba, era echarlo a nadar, y si no era al primer lance, con pocos más la lubina terminaba prendida de sus poteras.

Y así una, dos, tres… y hasta en veinticinco ocasiones este «descubrimiento» fue capaz de repetir la misma operación en mares a cara de perro, con lo cual, tras ser repintado en tres ocasiones y verse golpeado hasta la saciedad en enclaves bien complicados en los que varias veces amenazó con quedarse prendido de una roca, consideré que era bastante para él…no sin antes contar con el debido reemplazo que un compañero accedió a pintarme del mismo modo.

Una mirada al pasado

Hay señuelos a los que los pescadores, por la razón que sea, les cogemos cariño, y un ejemplo de ello es este Flash Minnow. Son muchas las horas que he pasado pateando piedra con él y consideré darle de baja, porque como lo perdiera, lo iba a lamentar mucho.

Hoy reposa colgado de un mural en el que a su vez descansan una serie de señuelos a los que tengo mucho aprecio, pero que nunca tocarán el agua por las especiales circunstancias en que llegaron a mis manos. Verle ahí a día de hoy es rememorar algunas de las batallas que pasamos juntos, y todo son buenos recuerdos con él, de modo que cuando me preguntan quienes conocieron sus hazañas si lo pondría en un cuadro, casi me dan ganas de, en vez de hacer eso, erigirle un altar. No merece menos, desde luego.