Pesca rockfishing

Y estas vacaciones… ¡rockfishing!

por Víctor Bocos 27 de agosto de 2013 5 comments

En un artículo publicado anteriormente en este mismo blog sobre rockfishing ligero comentamos de forma muy breve en qué consistía esta técnica.

Se trata de una modalidad de moda, que se encuentra en franca expansión y que gana adeptos y practicantes día tras día.

El éxito y la explicación de este auge radica en varias razones, como la mayor presencia de especies de pequeño tamaño (o de juveniles de otras especies de mayor tamaño), la localización  de los peces, la relativa abundancia de picadas y capturas, el no marcarnos objetivos demasiado ambiciosos respecto al tamaño de las mismas y, sobretodo, las ganas de disfrutar pescando, independientemente de la especie o el tamaño del pez en cuestión.

En esta ocasión vamos a comentar algunos consejos generales para aquellos compañeros que quieran probar el rockfishing, utilizando además los equipos con los que ya cuenten para la pesca ligera en el agua dulce.

La satisfacción de saber adaptarnos y emplear nuestros equipos para aprender una nueva modalidad nos acompañará durante los días que pasemos junto al mar.

Veamos pues, sin más preámbulos, algunos de los factores a tener en cuenta para iniciarnos en el rockfishing durante estas vacaciones de verano. ¿Estáis preparados? Pues… ¡comenzamos!

Las ansiadas vacaciones…

Es durante la época vacacional cuando muchos pescadores, que no cuentan con el privilegio de tener el mar cerca durante el resto del año, aprovechan para lanzar sus cañas al mar con la intención de pasar su tiempo libre practicando su afición, también en el agua salada.

Este tiempo de descanso personal, en el que aprovecharemos para desconectar del ajetreo y del estrés diario, de la rutina del trabajo,… y para estar con la familia. Este tiempo que algunos aprovecharán para tostarse al sol como lagartos y así presumir de piel bronceada, o en el que los niños jugarán en la arena, será el que nos puede servir para descubrir una apasionante modalidad: el rockfishing ligero.

Adaptando los equipos

Para los pescadores de spinning continental que se dediquen a la trucha con cucharilla y/o pez artificial, o aquellos que se dediquen al bass con equipos ligeros pueden emplear los mismos equipos para iniciarse en el rockfishing.

Los equipos que utilicemos en estas fechas no tienen por qué ser específicos para la práctica de esta modalidad, sencillamente porque no todos contaréis con estos equipos. La clave está en adaptar los equipos con que ya contemos a las circunstancias en las que nos vamos a desenvolver, teniendo la precaución de pescar lo más ligero posible para así ser capaces de detectar las picadas, en ocasiones muy sutiles, y poder disfrutar mínimamente con las capturas, aunque estas sean de pequeño tamaño. Posteriormente, si nos gusta la modalidad (que os advierto desde ya mismo que así será…), ya podemos plantearnos realizar el desembolso económico para adquirir materiales específicos.

Recuerdo como hace no mucho, antes del boom y el auge del rockfishing, con la consiguiente aparición de materiales específicos,  yo ya practicaba un spinning ultraligero en el mar con una caña truchera de 3-15 g de acción y un carretito tamaño 1000 con los que disfrutaba como un enano con cualquier captura, fuera del tamaño que fuera, puesto que los equipos ligeros transmitían sensaciones que un equipo sobredimensionado no transmitía.

Respecto a las líneas a emplear, un monofilamento de entre 0,14 y 0,18 mm de diámetro nos puede hacer el papel, sobredimensionando un poco si nos movemos en sitios especialmente abruptos o con riesgo de rotura por rocas, etc.

En cuanto a señuelos, vinilos y cabezas jig, en pequeños tamaños, aunque también podemos utilizar peces artificiales, cucharillas, poppers y paseantes, todos ellos a poder ser de un tamaño inferior a los 6 cm.

Así, un pez artificial de 5 cm destinado a la trucha, o un pequeño vinilo para la pesca finesse del black bass manejados lentamente en perfiles rocosos pueden darnos más de una alegría en forma de lubina, jurela o sargo, que si algún aliciente tiene el rockfishing es la diversidad de especies a las que podemos tener alcance.

Aparte, la satisfacción de saber adaptarnos, y emplear nuestros equipos para aprender una nueva modalidad nos acompañará durante el resto de los días que pasemos junto al mar, aparte de hacer que nos llevemos un mejor recuerdo si cabe de nuestras vacaciones en la costa.

Captura y suelta

Una cosa más antes de finalizar, y es hacer hincapié en la importancia de practicar un estricto captura y suelta de todos los ejemplares capturados, sin ninguna excepción, devolviéndolos al agua de inmediato y con sumo cuidado, para que sufran el menor daño posible.

Esta es una modalidad donde no vamos a capturar la pieza de nuestra vida, ni nos tenemos que poner como objetivo llenar la nevera. Seamos responsables y conscientes, y tengamos un gesto de gratitud hacia los animales que nos proporcionan tanta satisfacción, devolviéndolos con vida a su medio natural.

Pues nada más amigos, espero que con esta entrada en el blog os animéis a romper tabúes y probar vuestros equipos más ligeros en el agua salada. Os aseguro que no os arrepentiréis.

Un saludo y… ¡buena pesca!  😉

¿Y tú? ¿Ya has probado el rockfishing?