Hace ya once años tuve la suerte de trabajar año y medio en Pontevedra. La “suerte”, por distintos motivos, pero los peZcaleros son claros, para un chico de ciudad que tenía que hacer muchos kilómetros para buscar un buen sitio de pesca, era el paraíso. Yo, como era y sigo siendo marinero de agua dulce, mis ojos se perdieron en el interior, Lérez, Umia, Verdugo, Oitaven… ríos en los que aprendí y disfruté mucho (ahora lo sigo haciendo en verano), más cuando entonces era un iniciado en la pesca de la trucha.
Entonces sólo pescaba con artificiales, y empezaba a aprender el arte de la mosca seca, pero allí me encontré con un gran amigo, Manuel, un taxista de la capital del Lérez que como buen ribereño era especialista en la pesca de la trucha.
Manuel me enseño mucho, yo diría que toda la base de mi rama “truchera” es gracias a él, ser silencioso en la ribera, entender el río, donde puede haber más truchas,… decenas de consejos que hoy pongo en práctica. También me enseñó a usar bien distintos cebos naturales, y en estos días, en los que aprieta el calor, no hago más que acordarme de uno, “el saltón”, el saltamontes que en estos días nos acompaña en la ribera de los ríos.
El saltamontes es para el verano…
Reconozco tener una manía de pescador. Cada vez que paso por un río, lleve o no lleve caña, me quedo embelesado observando, y en verano mi “atontamiento” es mayor. Me encanta ver las truchas como suben a cazar insectos, y es que ahora, en estas últimas semanas de veda es cuando se crea un circulo virtuoso para su pesca: agua más caliente, trucha más activa y millones de insectos que eclosionan y son un banquete para nuestras amigas.
El saltamontes debe ser para la trucha como un buen bistec, pero hay que presentárselo bien. La técnica es lo más sencilla. Tu telescópica, ni muy larga para poder manejarte bien entre ríos frondosos ni muy corta para poder llegar bien a nuestro objetivo, hilo muy fino y anzuelo pequeño que esconderemos en nuestro cebo.
El secreto pare pescar truchas con saltamontes está en anzuelar
Quizá para algunos iniciados el mayor problema lo pueden encontrar a la hora de anzuelar “el saltón”, el cual tenemos vivo y debe estarlo después de insertarlo, ya que su movimiento es pura atracción para la trucha. Por ello debemos atravesar las zonas exteriores del saltamontes desde la cola al cuerpo, sin tocar ninguna víscera que pueda dañarle.
El cebo lo cogeremos de la misma orilla, la trucha no es tonta. Yo normalmente, “pierdo” media hora antes de la pesca para cogerlos y guardarlos en la bichera de mimbre. Si el “mono” te puede y quieres lanzarte del coche al río, puedes cazarlos el día de antes y guardarlos en un bote con un poco de café y por supuesto que les entre el aire, ¡los queremos vivos!.
Por último la línea, podemos plomarla ligeramente o no, yo varío con uno dos pequeños, los cuales voy quitando y poniendo según su necesidad. Si estoy en una tabla de pequeña profundidad, prefiero dejar al cebo a flote, si encuentro una buena poza profunda, lo plomo muy ligeramente para que se vaya hundiendo lentamente.
Resumiendo, pesca sencilla y divertida, que no debemos de dejar de probar en estos primeros días de verano.
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Participa en la conversaciónmuchas gracias por tus consejos
muchas gracias por tus consejos