Historias de pescadores

Mujeres y pesca: todo es más fácil si están ellas

por Estefanía Gómez Hernansanz 18 de septiembre de 2013 2 comments

Señuelos, capturas, ríos, lagos, pescadores… a todos ellos se le dedican cada día numerosas publicaciones: artículos en revistas, entradas en blogs, páginas webs y redes sociales, fotografías,… Sin embargo, hay alguien a quien nunca nombramos, de quien nunca nos acordamos y que, sin embargo, es fundamental. Esa persona o personas son las mujeres y/o madres de los pescadores, sin las cuales todo sería diferente, personas que gracias a su apoyo y aguante hacen que todo sea más fácil.

Ellas pasan muchas hora solas

Ellas pasan muchas horas solas. Para muchas es un descanso que sus maridos las dejen tranquilas durante unas horas, pero a lo largo del tiempo cansa, y mucho, pero ahí siguen.

En verano, cuando solo apetece estar fuera de casa, trasnochar, salir con los amigos y tu pareja, ellas tienen que resignarse e irse a casa porque al día siguiente toca pesca y el marido tiene que madrugar. O, simplemente no salen porque sus maridos están en el río. Se enfadan, está claro, pero se les pasa y continúan aguantando lo que venga.

Imaginaos el panorama que se pueden encontrar las mujeres en los campeonatos

Sin embargo esto no es todo, es más, yo diría que eso es lo mínimo. Lo “bueno” llega el día en que parece que se van a librar de la pesca por un día y van a poder “disfrutar” de sus maridos y salir un rato con ellos, pero se encuentran en el bar con otro pescador. En ese momento es mejor salir corriendo, pero no pueden, así que no les queda otra que aguantar las batallitas de sus maridos.

Foto vía Facebook de Ilusión de pescar.

Dos pescadores juntos pueden ser muy pesados

Y es que, si dos pescadores juntos pueden ser pesados, imaginaos el panorama que se pueden encontrar las mujeres en los campeonatos. Entre 30 y 50 hombres hablando de lo mismo sin descanso durante dos o tres días. ¿Qué hago yo aquí? Se ha preguntado más de una. Pero el colmo es cuando cualquiera de ellos se pone a hablar con ellas de moscas, truchas y ríos, y yo os digo, ¿vosotros creéis que les importa algo de lo que les contáis?

Ya por último están aquellas mujeres cuyos maridos gestionan algún coto de pesca o federación. ¡Esas mujeres valen oro!

Foto vía http://www.cartoonstock.com/w/es/p/pesca.asp

Por todo esto y más, quiero dedicar esta entrada a todas aquellas esposas, novias y/o madres que, sin gustarles o interesarles la pesca, aguantan lo que les “echen”.

En nombre de vuestros maridos, novios y/o hijos, os digo GRACIAS. Gracias por apoyarnos, aguantarnos y estar siempre a nuestro lado.

Y vosotros, ¿qué opináis de la relación de amor-odio entre mujeres y pesca?