El futuro de los ríos salmoneros en España, una reflexión tras el análisis de todos nuestros cauces

por Chanquete 12 de junio de 2016 0 comments

Durante más de medio año, 30 semanas, hemos repasado los domingos el estado de los ríos salmoneros en España. En cada análisis, desde el Miño al Bidasoa, además de conocer el estado de su población, como son sus cuencas, sus problemas, sus virtudes… espero que haya servido de reflexión, tanto para ver puntos comunes y otros distintivos, pero sobre todo para poder analizar y pensar cuál será el futuro de los ríos salmoneros en España.

Si empezamos por lo positivo, podemos decir que los ríos salmoneros no están en su peor momento que fue sin duda a finales de los años 80 y principio de los 90. Desde entonces, se han realizado muchos esfuerzos y se han remontado poblaciones en ríos de todas las Comunidades Autónomas, desde el Lérez en Pontevedra a los recientes casos de éxito en los ríos Urumea u Oiartzun en Guipuzcoa.

¿Poblaciones naturales o artificiales?

Esto nos lleva al primer punto importante, que nos haga disminuir el optimismo, las poblaciones de salmón se mantienen en muchos ríos gracias a las repoblaciones. Se sueltan miles de alevines y esguines para que regresen unos pocos escogidos a nuestros ríos. El problema está en cuantos de los que regresan lo hacen para que sigan el ciclo biológico de reproducirse y así los ejemplares que vuelvan sean salvajes.

Repoblación de pintos de salmón

Aquí, si revisamos datos como los de este año, no podemos ser muy optimistas. En primer lugar porque las cifras de salvajes son pequeñas, regresan salmones muy pequeños con muy pocos ejemplares multiinvierno. Causas pueden ser variadas, pero desde luego no hay que olvidar la presión de los pescadores, con un trato muy desigual y para mi desacertado del pescador sin muerte.

Devolución de un salmón pescado sin muerte en 2015 de 10 kilos por un pescador británico en Asturias

Se puede criar para para mantener una población para ser pescada como se hace por ejemplo enormemente en la cuenca del Narcea-Nalón, se puede hacer y los resultados sin ser excepcionales son asumibles, pero esto no garantiza poblaciones estables, más sanas y más naturales. El pescador con muerte puede convivir con el sin muerte, no son rivales, tienen forma distinta de interpretar la pesca, pero está claro que devolver al salmón le da más oportunidades de reproducción y con ello de mejorar las poblaciones de ríos muy sensibles.

El difícil futuro de los ríos salmoneros en España

Portugal tenía ríos salmoneros más abajo del Miño. Ahora sólo le queda este río fronterizo con España en su tramo internacional. Somos frontera y por eso debemos cuidar al máximo todos los ríos susceptibles de recibir salmón. Pero muchos son casos perdidos.

Es positivo que se aborde la recuperación del salmón de forma integral, con repoblaciones pero por supuesto, con mejoras de calidad de las aguas y accesibilidad. El primero no es complicado en muchos de los cauces, ya que salvo excepciones, la presión poblacional no suele ser elevada. Uno de los casos especiales está en el país vasco, no tanto por población, sino principalmente por una mayor tradición industrial en sectores que han sido contaminantes como la papelera. Incluso en estos casos más extremos se ha solucionado bastante.

Un segundo problema relacionado con la presión humana tiene menos visos de solución, como es el aprovechamiento masivo del agua que hace que muchos ríos sufran un fuerte estiaje. Uno de los mejores ejemplos es el que hasta bien entrado el siglo XX era el excepcional río Viesgo, la necesidad de agua en la zona de Santander es una amenaza difícil de solucionar.

Escala para salmón en el río Eo

Por último el reto imposible para garantizar el futuro de los ríos salmoneros españoles son las barreras que han limitado mucho sus cuencas, en muchos casos a la mínima expresión. Se ha avanzado con pequeñas presas y azudes, pero hay cuencas de un potencial enorme que han dado miles de salmones que están completamente condenadas. Este es el caso por ejemplo del Navia, río vedado y con un cauce mínimo. Recuperarle por lo menos parcialmente es demasiado costoso y no hay implicación para ello.

No debemos centrarnos en mantener, debemos mejorar y recuperar ríos para el salmón, grandes y más pequeños, cuantos más mejor. Debemos concienciar sobre la pesca responsable, sobre el cuidado de las riveras y así podremos ver bellos remontes de salmones salvajes y transmitir a las nuevas generaciones. Recordemos lo que ha pasado, por ejemplo, con el Esturión en el Guadalquivir. Si no colaboramos todos no podremos construir el futuro de los ríos salmoneros en España.