El mundo del vinilo en el mar y más concretamente en la pesca de la lubina, ha evolucionado a pasos de gigante en los últimas años. Lejos quedan ya los pikies y grubs de aspecto simplón (aunque efectivos) y los clásicos anguilones y raglous. La pesca de agua dulce ha dado un empujón a este mercado y cada día más aficionados se animan a utilizarlos en el mar. Las marcas rápidamente han visto un filón sin explotar y se han puesto las pilas, ofreciendo ya vinilos específicos para mar, cada vez más realistas y efectivos.
Sus mayores características son su polivalencia, su efectividad y su bajo coste si los comparamos con algunos de los señuelos duros. Son señuelos que requieren a veces de montajes especiales, por lo que debemos estar siempre a la última y aprender cosas nuevas, que de eso también trata este deporte. Ya forman parte de las cajas de los lubineros y en según que escenarios son los mejores señuelos que podemos anudar a nuestra línea en busca de las lobas, ya sea por su realismo como por algunos de sus montajes especiales anti enganche.
Vinilos para lubina tipo shad
Lejos quedan ya los pikies de toda la vida. Hoy día encontramos maravillas que imitan a la perfección un pequeño pez y se mueven de maravilla. La principal característica de estos señuelos es su forma de pez y su cola vibrátil y plana que genera muchas vibraciones. Algunos van plomados en su interior, como algunas de las joyas de Storm, que además imitan fielmente a las presas habituales de la lubina: mújoles, anchoas, sardinillas… Otros van armados con cabezas plomadas de última generación como los novedosos Absolut eel de Hart o los terriblemente efectivos Sandeel de la firma danesa Savagear, con forma de lanzón, presa habitual también de lubinas.
Se montan como un clásico pikie y hay tamaños y coloraciones para cada momento y situación. Un vinilo que está dando mucho que hablar es el novedoso Black minnow de Fiiish. Se caracteriza por un vinilo suave que le confiere una naturalidad sin igual y un montaje especial pero sencillo, con su cabeza plomada y un anzuelo tipo Texas que lo dotan de un sistema antihierbas, con lo cual conseguiremos meter el señuelo en las zonas más temerarias con un riesgo mínimo de enroque. Ya no hay lubina que se resista cuando le pasa cerca el black minnow y con los tamaños 70, 80 y 120mm. abarcaremos todas las situaciones. Otros vinilos que se están poniendo de moda son los de cuerpo más alargado, tipo lombriz pero algo más ahusada, y cola de pikie. Estamos hablando del Slit shad de Sakura, otro vinilo de última generación que vuelve locas a las lubinas, de plástico blando y muy resistente, que gracias a la forma de su cuerpo y su cola produce un roolling magnífico. Este señuelo admite montajes con un anzuelo Texas o con una cabeza plomada y además tiene un precio asequible a cualquier pescador de spinning. Un vinilo para experimentar. Y que decir del RA Shad de Molix, un señuelo revolucionario que está revolucionando a peces y pescadores por igual.
Este tipo de vinilos tipo shad son quizás los más sencillos de utilizar. Las recogidas más efectivas son a dientes de sierra o lentamente, explorando distintas capas de agua. Ya sea en la ría, en el roquero o en zonas de playa, son quizás los vinilos más polivalentes y no hay lubina que se resista a sus encantos.
Vinilos para lubina tipo anguila
Por todos es sabido que la pequeña anguila es una golosina para las lubinas, tanto las del Atlántico como las Mediterráneas. Un vinilo que me gusta mucho y me ha dado muchas lubinas es el Picoleau de Delalande, otra firma experta en el mundo del plástico blando. Imita fielmente a una angula y manejándola por las profundidades de una desembocadura o ría da grandes resultados sobretodo en la época de remonte de esta misteriosa especie. Para manejarla por el fondo hay que montarla con una cabeza plomada especial, lo que se conoce como el montaje Picoleau. Lo más interesante de esta cabeza plomada es que posee un babero metálico que al recoger hace que el vinilo nade de manera singular y apetitosa, mucho más natural que un simple jig head. Solo hay que lanzar, dejar profundizar hasta el fondo y recoger de forma continuada con leves toques de puntera, para tener grandes sorpresas en forma de grandes y numerosas lubinas.
La gama de colores de estos vinilos para lubina es amplia y los pesos de las cabezas adecuados para diferentes profundidades. Pero también podemos utilizar este vinilo en zonas muy someras de roca o bahías, montado con un simple anzuelo Texas y pescando como si buscáramos Black-bass con jerkbaits de vinilo, o con un anzuelo simple en cabeza. Es un buen montaje cuando en primavera las lubinas se acercan mucho a las orillas tras pequeños pececillos y un montaje tan natural es de los pocos capaces de engañarlas. Muy similar es el Sandeel slug de Savagear, que en manos expertas en un señuelo terrorífico. También admite un montaje finesse tipo Texas o con la cabeza plomada de 7 gr. del Sandeel. Son vinilos que manejados en ciertos ambientes nos darán muchas alegrías y aunque quizás son algo más comlejos a la hora de animarlos, en ciertos momentos serán los únicos capaces de hacer morder a las lubinas.
Éstos son solo algunos de los modelos disponibles en tiendas de pesca. Los hay por decenas, sin contar los de agua dulce que son igualmente válidos, pero actualmente, estos vinilos están dando muchas lubinas y son de lo más novedoso y mejorcito del mercado. Pero ya sabeis, y más con los vinilos. No tengáis miedo a experimentar, ya sean con este tipo de vinilos o con imitaciones de gambas, cangrejos, jerkbaits… en cualquier momento la lubina dará señales de vida y no dejará escapar un vinilo tan apetitoso.
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