Peces “olvidados” de los ríos españoles: boga, bermejuela y pardilla
por Antonio Gallardo 12 de febrero de 2014 7 commentsHace unos meses, atravesando la presa del Zújar recordé un momento de mi niñez. Estaban construyendo el que es ahora el mayor embalse de España, La Serena, sobre el ya mencionado embalse del Zújar que ha quedado río abajo. Por ello se desaguó completamente esta masa del agua y no se iban a dejar morir los peces sobre el terreno. Una barca los iba sacando con redes y los entregaba a los que por allí pasaban y los querían. Recuerdo las carpas por supuesto, pequeños Lucios y bigotudos barbos, pero también peces pequeños y plateados, las bogas. Hoy en día, encontrarlas en el Guadiana es complicado, y pocos pescadores las buscan.
Y es que cuando hablamos de pesca lo hacemos de presas “mayores”: truchas, carpas, barbos, tencas, lucios, siluros, basses,…. Muchas autóctonas, otras introducidas pero todas ellas reinas de los ríos y de los pescadores. Todas ellas ya han llenado y llenarán muchos artículos, pero hay otras especies menores que no debemos olvidarnos de ellas, sobre todo por ser propias, originarias de nuestros ríos y por estar más o menos amenazadas por el estado de nuestras masas de agua o por la introducción de depredadores que merman su población. Especies que son muy importantes, ya que son el equilibrio de nuestro ecosistema. Hoy voy a hablar de tres de ellas.
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La boga
Es quizá uno de los peces que más cariño tengo, con una pequeña caña, flotador y lombriz debajo de una cascada en rio Madarquillos (Madrid) y con 9 años de edad fueron una de las razones por las que me enganché a la pesca. En una tarde un niño podía pescar 15 o 20, preciosas bogas. Sus diferentes especies endémicas, Tajo, Duero o Guadiana han entrado en la lista de especies vulnerables debido especialmente a la pérdida de hábitat y a los depredadores introducidos. Un ejemplo lo tenemos en el embalse de García de Sola en el Guadiana, cuando a principios de los 80 se tuvo sacar toda su población piscícola por la terrible sequía suponía más de la mitad de sus capturas, hoy no supone ni el 10%. Percasoles, Lucios, Basses y ríos deteriorados hace que este pez que llega casi a los 50 centímetros sea menos visto y pescado.
Bermejuela
Otra especie vulnerable, que vive en Galicia, la cuenca del Duero y del Ebro, especialmente en tramos de aguas cristalinas, mide unos 10 centímetros y es el compañero y alimento de muchas truchas autóctonas. Su mayor amenaza está siendo precisamente la introducción de trucas repobladas, con el riesgo de que se acabe el alimento de nuestros peces.
Cuando era abundante podías pasar el tiempo pescándola con lombriz o gusano mientras descansabas de pescar truchas o lo hacías accidentalmente pescando al tiento. Ahora mismo debemos protegerla por el bien de nuestros ríos y de las «farios».
Pardilla
Afortunadamente mucho más abundante que la bermejuela y menos selectiva en la calidad de sus aguas, vive en zonas lacustres o aguas estancadas del sur de España y Portugal, donde alcanza tallas de 15 centímetros a 20 centímetros. Igual que las anteriores se pesca con flotador y gusano o lombriz, es un complemento muy bueno cuando estás pescando barbos o carpas a fondo y con una pequeña caña disfrutas de su captura.
Muchas veces se pesca para utilizarla como cebo vivo o simplemente para iniciar a los más pequeños en el arte de la pesca por su facilidad de captura.
Pescadores, no nos olvidemos de ellas. Son un termómetro de unos ríos que debemos cuidar.
¿Has pescado estas especies?Cuéntanos tu experiencia
7 Comentarios
Participa en la conversaciónTengo ahora casi 70 años y, en efecto, fue de siete u ocho años cuando comencé a pescar boguitas en el Río Guadiana a la altura de Badajoz.
Ellas me introdujeron en el mundo de la pesca y era un placer dedicarla en Marzo-Abril-Mayo a su captura, porque podías coger 30 o 50 en un ratito y pasabas una tarde de lo lindo.
Capturas, digo, que hacía con una caña de bambú natural que yo curaba y montaba y, por supuesto, sin carrete y unos cuatro o cinco metros de naylon, el tapón de una botella como boya (que en su interior metía una pluma de gallina), un plomito pequeño y un anzuelito también de pequeño calibre.
Hilo, anzuelo y plomo me costaba ¡un duro! (de aquellos, es decir, cinco pesetas) y me hicieron pasar, tanto las boguitas como los «bordallos» unas jornadas de pesca verdaderamente memorables,.
Que curioso, soy un aficionado a la pesca desde pequeño y también aprendí en el río madarquillos cuando tenía aproximadamente 8 o 9 años, aunque de esto ya han pasado 35, casi todo lo que pescaba eran bogas y alguna trucha, de cebo siempre utilizaba gusarapas….bueno un saludo y gracias por el artículo.
En España todavía quedan paraísos para estas especies en particular la Boga y la Pardilla, en los embalses de Montoro ,
Montorillo y tablillas muy cerca de puertollano hay una gran población de estas especies que te harán pasar un maravilloso día de pesca
Hermoso pez la bermejuela.
Habia perdido esa foto y que sorpresa verla aquí.
Me ha hecho recordar aquel dia de pesca
Muy buen artículo. Conviene que los pescadores conozcan la existencia de estos peces, y que se aficionen a su pesca (en algunos casos puede ser muy divertida) para que así se conciencien en su cuidado y protección. Un saludo
Hoy día tienen demasiada competencia y no son bien vistas deportivamente hablando por los pescadores que buscan otras especies más grandes y luchadoras. Quizás especies como la bagra o el barbo de montaña son algo más perseguidas… algo así sucede en el mar, con salpas, bogas y raspallones, antaño muy buscados y hoy día olvidados en pro de los grandes depredadores.