La primera trucha de la temporada

La primera trucha de la temporada

La primera trucha de la temporada

por 18 de marzo de 2019 0 comments

Aunque para muchos pescadores, entre los que yo me incluyo, la temporada truchera abarca todo el año, pues hoy día disponemos de zonas de pesca para ello gracias a los intensivos y zonas libres, para otros, quizá los más clásicos y nostálgicos, para aquellos que en invierno cuelgan las cañas de spinning o mosca, el día de la apertura marca el inicio de una ilusionante temporada truchera.

El primer día de la temporada

Y es que ese anhelado día siempre ha tenido algo de especial. Marcado en rojo en el calendario habremos seguido con inquietud el tiempo meteorológico, el estado del río, pantano o lago donde vamos a pescar así como el cuidado y preparación de nuestro equipo para no fallar en nada llegado el momento clave. Hay quien incluso días (¡o semanas!) antes ya tiene controladas a las truchas en el río pues se ha dedicado a su observación con mucha paciencia, lo que luego se transmitirá en más y mejores capturas.

Primeras truchas comunes a spinning

La noche antes de la apertura es una noche de insomnio para casi todos, deseando que suene el despertador de una vez (¡increible!) para salir rápido a por esa primera trucha del año. Desde luego y dependiendo de la zona, no son los mejores momentos para la pesca. El frío es temible durante el mes de marzo en buen aparte de la Península, y puede que encontremos niebla o un día muy ventoso, típico de marzo, antesala de la primavera.

Eligiendo moscas, tarea complicada en el arranque de temporada con pocas eclosiones

Las truchas, aunque están perfectamente adaptadas a las aguas frías, también ralentizan algo su metabolismo y muchas de ellas estarán más activas durante horas centrales, cuando el sol aprieta algo más y el agua, con suerte, puede haber subido algún grado más… Cierto es que el deshielo aún no ha afectado al río, pues ello es más propio de abril por ejemplo, y si no ha llovido con fuerza días atrás, el río debería estar en perfectas condiciones de pesca. Es otro motivo por el que el pescador está en constante intranquilidad antes de la desveda, pues dependiendo de las lluvias nos podremos encontrar con poca agua o demasiada.

La pesca sin muerte se impone en las zonas trucheras

Pero eso sí, no nos engañemos, si madrugamos es para ser el primero del río en lanzar el señuelo o la mosca, pues la aglomeración en algunos lugares es difícil de soportar tal como están las poblaciones trucheras en la actualidad. No estará de más buscar algún tramo tranquilo del río donde pescar con calma, pues si después de tanta espera e ilusión, llegamos al río y nos quedamos donde se acumulan todos los pescadores, aparte del enfado, las capturas pueden ser nulas o escasas…y del enfado pasaremos a la desilusión, lo peor que puede sentir un pescador, pues el día de la apertura es una jornada para disfrutar.

Cómo son las primeras truchas

Si todo ha salido como esperábamos, quizá obtengamos el premio a los primeros lances y salga esa ansiada trucha, hermosa y agresiva, que no habrá dudado en atacar nuestra flamante cucharilla, nuestro realista minnow o esa mosca hecha con nuestras manos durante el invierno, tras meses de no ver pasar ni una sola muestra por sus dominios. Ese primer pez, grande o pequeño, ya quedará para nuestro recuerdo y nos acompañará en la memoria todo el año. Será preciosa, a buen seguro. Y la habremos de tratar como se merece, con respeto, devolviéndola al agua con rapidez tras quizá hacernos un par de fotos rápidas, pues en estas fechas, con el agua tan fría y con la freza casi recién acabada semanas atrás, los peces aún no están en su mejor momento en cuanto a fuerzas, por lo que evitaremos estresarla y cansarla demasiado.

Algo curioso que nos ocurre a los pescadores, ya sean de mosca o spinning, es que ese artificial que ha dado con el primer premio del año, ya tendrá un hueco de titular número uno en nuestra caja para toda la temporada y seguro que las próximas salidas será al que demos más confianza. Pues esa confianza hará que pesquemos más.

Comunes o arcoiris en cotos intensivos, las primeras truchas buscan recuperarse de la freza

Durante la jornada bien haremos de disfrutar de todo lo que nos rodea, no solo de sacar peces. El sonido del agua, el aroma de la ribera, el canto de los pájaros o el vuelo sobre nosotros de algún buitre o águila culebrera. Y de estar en contacto con la naturaleza, en una desconexión total de la vida diaria que tanto estrés nos provoca. Tanto si vamos a pescar solos ese día como si es acompañados, trataremos de disfrutar de una buena jornada de diversión, más allá de si pescamos o no. Con el paso de los años como pescador he aprendido a valorar todo ello y no obsesionarse en sacar peces en días tan especiales y creo que no soy el único. El pescador también vive de momentos y todo lo que nos rodea una vez estamos metidos hasta la cintura en el agua, debe ser tan importante como el sentir un pez al otro lado de la línea.

Sin más, os deseamos una feliz apertura.

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