Vídeo de cómo pescar carpas con “caña-bolígrafo”

Este artículo que inicio es el típico que, o gusta mucho y hace gracia, o es considerado por alguno como una “gilipollez supina”, no sin razón, cierto es, pero nadie podrá dudar que la prueba que llevé a cabo en esta jornada es practicando la pesca y, más concretamente, la de carpas a fondo tradicional, aunque, eso sí, con un elemento un tanto discordante que paso a relatar.

Normalmente la pesca de carpas a fondo la llevamos a cabo con cañas potentes, aunque, según circunstancias, con una caña de menos acción podremos lograr resultados satisfactorios con esta técnica. Pero, ¿y si lo que vamos a utilizar es una caña-bolígrafo? Alguno se preguntará qué es eso, y antes que veáis el vídeo que dará luz a vuestras dudas os explicaré de forma somera qué es este artilugio: se trata de una especie de bolígrafo gigante, o no tanto, de unos 20 a 25 centímetros, que al quitarle la capucha aparece una cañita telescópica de apenas un metro de longitud, casi toda ella fabricada en plástico, incluso las anillas, al que se acopla un carrete diminuto, en este caso de casting (creo que todo de “tecnología” China) al que yo, para esta prueba rara y un tanto “idiotil”, le pude meter unos 40 metros de sedal del 0,22. Pues con estos elementos, más una emerillón, un plomo de 10 gramos y un bajo del 0,18 con un anzuelo del 12 me propuse sacar carpas de una media de 1,5 kilos. Convencido estaba al inicio de tan inusual prueba de que con esta mini caña-bolígrafo se pueden sacar peces como alburnos, cachuelos, percasoles o madrillas, sólo por poner unos simples ejemplos de peces de pequeño tamaño, pero sacar peces mayores, como estas fuertes y potentes royales… ya es otro cantar.

Ya explico en el vídeo, y por eso poco me voy a extender más, que cualquier cosa podría pasar en esta comprobación empírica: llevarse la carpa, si es que picaba, la caña hasta el fondo del pantano, que partiera el pez ésta en cualquiera de sus fuertes acometidas o “arreones”, que se rompiera y gripara el carretito de casting o se partiera bajo, sedal o caña. ¡Vete tú a saber! Las pruebas tienen eso, que antes de llevarlas a cabo las hipótesis son múltiples, pero la realidad de los hechos no se conoce hasta que se consuma el experimento.

¿Qué pasó? Sólo tendréis que abrir el vídeo y ahí podréis comprobar el resultado, hasta cierto punto sorprendente, de este test un tanto peculiar o insólito. Eso sí, os pido de antemano que perdonéis al autor del mismo, ya que, aunque seguramente poco os enseñe a pescar, puede que os proporcione un rato divertido que, es al fin y al cabo, lo que todo pretendemos cuando nos vamos de pesca.

Creo que todo lo que salga de la monotonía de la ortodoxia más rígida de las técnicas de pesca puede resultar entretenido, pero, aun así, vuelvo a repetir: hay que tomarse esto como lo que es, un modo jocoso y divertido de plantearnos una jornada de pesca diferente.