Señuelo Hart Surface Patriot, cazando entre dos aguas

por Carlos Prieto 25 de julio de 2012 0 comments

Conforme transcurren las calendas, la firma Hart cada vez va adentrándose más en el competitivo segmento de la construcción de señuelos mediante la presentación de nuevos diseños capaces de poner en un brete incluso al pescador de lance ligero más sibarita, pues, no en vano, son múltiples las opciones que éste tiene a su disposición en el mercado.

En tal orden de cosas, dicha casa incluso se ha animado a pugnar en el exigente capítulo de los modelos lanzadores, mas hasta hace pocas fechas apenas se había interesado por ofrecer un paseante como Surface Patriot, el cual, por su parte, esconde numerosas virtudes.

Vuele con nosotros

De entrada, esta es una muestra que cuenta con unas refinadas líneas y un acabado pródigo en detalles, basado principalmente en la imprimación de libreas de carácter natural, aunque tampoco se pasan por alto las de trazo fantasioso. Obviamente, aquéllas no siempre desencadenan el ataque del depredador, por lo que en ocasiones es útil tener esquemas que se salgan de lo común.

Por otra parte, dicho engaño ha sido diseñado con unas acertadas dimensiones en el intento de ofrecer la ilusión de un minitalla que huye atolodradamente de su perseguidor. En tal orden de cosas, dispone de una longitud de 12 centímetros que se ve lastrada por unos 20 gramos distribuidos con buen criterio, lo que permite obtener una buena distancia de lance. Ésta, por su parte, a su vez se ve maximizada por un sistema de pistón interno que habilita que el señuelo pueda volar sin ofrecer “efecto helicóptero” alguno en el aire, tras lo cual aquél retorna al punto de partida con el fin de que la parte más fina de la anatomía del pez se hunda en el agua, mientras que la mitad delantera –más rechoncha– asomará tímidamente, en espera a que el pescador le aplique el ritmo de baile que estime pertinente.

Armamento acorde

Uno de los grandes defectos que acarrean los señuelos recién salidos de fábrica estriba en el hecho de que en numerosas ocasiones disponen de un armado que en absoluto se corresponde con el desembolso que el pescador efectúa. No obstante, en el presente caso dicho trámite queda perfectamente solventado, pues no es de los que precisamente quedará oxidado incluso antes que finalice la primera sesión de pesca.

Por otra parte, no hay que escatimar en este punto tan crítico que nos une al pez, de modo que cuando finalice su vida útil, tratad de colocar triples con un tamaño y peso similares a los que este engaño porta originalmente consigo, pues en caso contrario, su acción quedará severamente restringida.

Con carácter propio

A priori, este señuelo cuenta con unas hechuras que hacen pensar que se trata de un paseante en estado puro, aunque en el fondo tiene sus peculiaridades. De entrada, no presenta el perfil depurado, redondeado y carente de aristas en el hocico que caracteriza a sus congéneres, lo que obliga a hacer un esfuerzo de cara a hacerle nadar apropiadamente. No obstante, cuando le hallemos el punto exacto, nos mostrará una polivalencia letal en escenarios en los que sabemos que el depredador ronda la superficie y, en cambio, se muestra tozudo a la hora de manifestarse.

En acción

El Surface Patriot es un artificial diseñado para atraer al pez hasta la piel del agua, incluso cuando éste se halla a varios metros de profundidad. Por eso, en el supuesto de que Mahoma no vaya a la montaña, que ésta vaya a aquél.

En el hipotético caso de que nuestro adversario nos ponga las cosas complicadas, este engaño se adentrará un decímetro en el mar para llamar su atención, para lo cual ofrecerá un apretado movimiento zigzagueante. Y es que a veces los peces prefieren este tipo de señuelos que lo mismo patrullan sobre la superficie que penetran bajo ella, por lo que el pescador tendrá que calentar bien los músculos de la muñeca en orden a domarlo debidamente, y así poder hacerle bailar al son que más les gusta.

Un fiel compañero

Hasta el momento, las pruebas de campo efectuadas a este señuelo permiten ofrecer una opinión positiva respecto a su acción y rendimiento, mas cada pescador es un mundo inescrutable. Por eso, cuando tengáis oportunidad de probarlo, dadle minutos sobre todo en época estival, momento en el cual el depredador asciende para dar caza a la legión de minitallas que pululan despreocupados, y veréis que no estábamos equivocados a la hora de redactar este informe.