Que señuelo elegir según el clima en la pesca

Que señuelo elegir según el clima en la pesca

Que señuelo elegir según el clima en la pesca

por 30 de noviembre de 2015 0 comments

El pescador de spinning siempre tiene que estar a expensas del capricho de los peces y como no, del clima, para elegir en muchas ocasiones qué señuelo ha de anudar al final de la línea. Aquí cuenta mucho la experiencia, por ello siempre digo que hay que aprender de cada salida, cada pez y cada situación, ya que son datos que debemos grabar en nuestra mente de pescador y que a la larga les sacaremos mucho provecho.

El clima en la pesca

El clima, un fenómeno natural que al igual que cambia los hábitos de las personas y la forma de vida del resto de seres vivos del planeta, nos hace estar alerta como pescadores. Los peces son seres vivos que cambian su modo de vida en función del clima y en ocasiones de manera exagerada. Pero no todos los depredadores actúan de la misma manera y más si diferenciamos entre aguas dulces o marinas. Caprichos de la naturaleza… Las pautas de comportamiento provocadas por el clima y las maneras de actuar por nuestra parte que nombraremos a continuación son las más habituales, pero tampoco hay que seguirlas como una norma que no pueda romperse. En la pesca no hay reglas fijas.

El clima en la pesca en agua dulce

.Los ríos y las truchas: A los salmónidos, amantes de las aguas más frías, las bajas temperaturas que enfrían las aguas no le suponen demasiados problemas. Es precisamente durante el final del otoño y el invierno, cuando las aguas están bastante bajas de temperatura, cuando ellas andan con la reproducción. Pero en lagos y embalses, suelen buscar la hondura donde la temperatura es tan baja como en las capas más superficiales. Por ello deberemos intentar su pesca con señuelos que profundicen bastante, caso de cucharillas más pesadas de lo habitual, siendo una gran opción las ondulantes y los minnows hundidos. Cuando se abre la veda truchera, los peces suelen situarse en las zonas más remansadas del río, ya que andan escasas de fuerzas tras el periodo reproductivo y las aguas suelen bajar algo más turbias de lo habitual a causa de deshielos y tormentas, por lo que una cucharilla giratoria en color plata será la mejor opción.

Las temidas lluvias

Da igual la especie que habite un río: el barbo, la trucha, el lucio e incluso el siluro. A todas ellas les afectan las lluvias que enturbian las aguas y hacen crecer los caudales de manera exagerada. Son momentos difíciles para la pesca pero no imposibles. Solo hay que buscar las zonas más resguardadas de la corriente como las más grandes pozas y tablas, así como pilones de puentes y brazos muertos, e insistir con señuelos de coloraciones estridentes y con sonajeros para que puedan ser localizados por los depredadores con más facilidad. Los vinilos provocan también muchas vibraciones y son excelentes para lucios, siluros y luciopercas, mientras que las cucharillas y minnows serán efectivos con esas grandes truchas resguardadas de la corriente.

señuelos de pesca con lluvia

Estaciones de transición

Primavera y otoño son las estaciones perfectas para poder utilizar todo tipo de señuelos sin reparos, sea en profundidad o en superficie. Los termoclimas se igualan y los peces buscan alimento en cualquier capa de agua con picos de actividad muy altos. Los bancos de alburnos campan a sus anchas, grandes momentos para la pesca en superficie con poppers y paseantes. Y los cangrejos aportan mucha energía a los lucios y basses de primavera (sobre todo cuando acaban la reproducción y necesitan aporte calórico) y en otoño (con la próxima llegada del invierno necesitan llenar los estómagos), por lo que los vinilos son otra excelente opción, con imitaciones realistas de cangrejo rojo y lombrices, sin olvidarnos de los efectivos jigs.

Verano

El verano es una época que hay que controlar para sacar partido de esas acaloradas jornadas que pasamos a orillas de ríos y embalses. Los salmónidos buscarán aguas más frescas ya que el estío hace mermar el caudal de los ríos y subir la temperatura en ocasiones en exceso de las aguas, con lo cual siempre buscan remontar los ríos en busca de aguas más frescas aunque éstas sean más escasas en caudal y donde a buen seguro muchas iniciarán más tarde la reproducción. Eso nos obligará en muchas ocasiones a pescar con pequeñas y ligerísimas cucharillas den número 0 y 1 para sacar esas truchas esquivas en tan poca agua, en una pesca fina y hermosa.

señueleos de pesca en verano

En embalses, deberemos aprovechar al máximo las primeras horas del día, cuando depredadores como el bass y el lucio cazan en superficie hasta que las aguas se caldean demasiado y las minitallas buscan la hondura. Entonces estos depredadores gustan de suspenderse a medias aguas, debiendo pescarlos con señuelos tipo crankbaits o con spinnerbaits, señuelos perfectos para controlar los rangos de profundidad. Cuando se sitúen en los mismos fondos, serán horas de vinilear sin descanso, tanto con montajes Texas, como con shads de vinilo para pescar lentamente a ras de fondo. Al atardecer serán otra vez grandes momentos para sacar un atractivo Popper y provocar una buena picada en superficie.

Los meses de frío

En los meses más frios del invierno, los depredadores buscan las capas más profundas donde la temperatura es algo más alta y donde es posible encontrar algo de minitalla mínimamente activa. Ocurre algo muy parecido a lo que nos encontramos en verano, con la diferencia de que con las aguas tan frías los peces no están tan activos y tienen pocas ganas de moverse, aún menos tras nuestros señuelos. Se vuelven a imponer los jigs y los vinilos con las técnicas de Texas, carolina y drop shot, eso sí, manejados más lentamente de lo habitual. A mayor profundidad le daremos prioridad a las coloraciones negras, moradas y azuladas.

El bass, las borrascas y los frentes fríos en embalses

Si hay un pez en que el clima afecta de manera exagerada, ese es el bass. El mal tiempo y las bajas presiones le amarga el carácter y en tales ocasiones cuesta dar con ellos. Podría decirse que lo mejor es dejar pasar esos días a la espera de días mejores, pero si el gusanillo nos pica demasiado lo mejor será buscar los peces con señuelos que hagan sacar el lado más agresivo y territorial del bass. Solo así conseguiremos arrancar alguna picada tras un potente frente frío en un embalse, tan típico de la primavera temprana y el otoño. Spinnerbaits, poppers, jerkbaits duros y de vinilo, criaturas de vinilo, técnicas de pesca finesse y una buena dosis de paciencia serán las armas a utilizar.

El clima en la Pesca en el mar

Con aguas frías

Sinónimo de peces más apáticos con dificultad para encontrar minitalla, algo parecido a lo que ocurre en aguas dulces pero no tan exagerado. No todas las especies son igual de frioleras y lubinas, meros, bonitos, espetones y otras especies aguantan muy bien las aguas frías y durante los meses más fríos del año sigue siendo factible su captura con buenas opciones. Las especies pelágicas (atún, bacoretas, caballas, jureles…) tienden a emigrar a otras aguas y a buscar aguas más profundas, donde la temperatura es más alta y se mueve la minitalla. ¿Señuelos? Como no, los vinilos serán las estrellas.

el clima en la pesca

Los mejores serán los shads y las imitaciones de gamba y cangrejo, montados con cabezas plomadas o con montajes Texas. Los Jigs de metal son otras opciones y la técnica de jigging es muy practicada en las fechas más frías, con los peces bien pegados al fondo. Un fenómeno que se dá cada otoño e invierno, es la subida de la angula en los grandes ríos, momentos que aprovechan las lubinas para desafiar las bajas temperaturas y darse buenos festines. Si somos tenaces y el frío no nos aplaca, las imitaciones de estos peces en vinilo montados con cabezas plomadas (sandeel slug de Savagear, Picoleau de Delalande…) y los aparejos de buldó con anguilones y raglous serán los señuelos primordiales. Los colores amarillentos y flúor, dan muy buenos resultados en aguas frías, algo a tener muy en cuenta.

Lluvias y borrascas

Existe la leyenda de que con lluvia los peces pican más. Mi experiencia me dice (y contrastada con la de otros compañeros) que a los peces mucha gracia no les hace y más vale quedarse en casa o dedicarse a otras aficiones. Aunque por intentarlo que no quede… Las borrascas y tormentas sin embargo, cuando han pasado de largo y dejan el mar en condiciones de aguas movidas, turbias y con mucha espuma, nos darán el pistoletazo de salida para pescar buenas lubinas en playas, espigones y costas rocosas. Aquí cualquier señuelo es válido, adecuando el peso a la fuerza de la corriente y utilizando colores vivos si el agua está muy tomada. Los sonajeros que incorporan la mayoría de minnows son de gran ayuda para que los peces localicen nuestro señuelo.

Vientos, nuestros aliados.

Por norma, es el fenómeno meteorológico que menos agrada al pescador, pero en multitud de ocasiones será nuestro gran aliado. Dependiendo de las costas peninsulares y de la dirección donde sople, el viento provoca unos efectos en las aguas o los otros. Si remueve las aguas será bueno para la pesca, siempre y cuando se creen buenos espumeros y las aguas no se enturbien demasiado y demasiado rápido. Si provoca un leve rizamiento en superficie, cuando los vientos soplan de tierra, no gusta tanto a los peces, pero podemos buscar zonas más resguardadas y tranquilas donde los peces van a refugiarse. En todos los casos se imponen señuelos tipo minnow, con buenos sistemas de contrapesos para poder lanzar con la menor dificultad posible lo más alejado que podamos. Siempre de buenos tamaños. Dependiendo de donde tenganmos el viento, de cara o de espaldas, lanzaremos mejor o peor, pero estos señuelos serán los mejores. Desde embarcación por ejemplo, hace que los peces no suban tanto a capas superficiales. Básico entonces serán los jigs, para pescar a los peces en profundidad.

Los meses cálidos y las aguas calientes

En tales circunstancias, con altas temperaturas, aguas cálidas y mucha minitalla pululando por las costas, los depredadores, a pesar de su alta actividad, se tornan en ocasiones un tanto esquivos ante los señuelos. Sobre todo por el tamaño que utilizamos, ya que a muchos pescadores les cuesta utilizar señuelos de poca talla, pero son los únicos, que en esos momentos nos pueden dar picadas de esos peces que se alimentan de presas pequeñas, habituales del verano, tanto en la línea de costa como mar adentro. Un atún de más de 30kg. puede estar alimentándose de sardinillas de apenas 5 cm., y costará mucho hacerlo picar aun señuelo grande. Y con muchas especies, pelágicas o no, ocurre lo mismo, incluso con la lubina. Buen momento para pequeños jigs de no más de 8cm. y 30gr. de peso, realistas shads y pequeñas imitaciones de lanzón y angula en vinilo. Los más pequeños poppers y paseantes de mediana talla también serán efectivos. Colores naturales y que no falte un anaranjadito…

Como vemos, en muchas ocasiones hay que adaptarse a las inclemencias del clima en la pesca, tanto para pescar unas especies u otras, como en los señuelos a utilizar. ¡Así es la pesca y por eso nos gusta tanto!.

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