Como pescar black basses inactivos utilizando diferentes técnicas

Como pescar black basses inactivos utilizando diferentes técnicas

Como pescar black basses inactivos utilizando diferentes técnicas

por 25 de julio de 2016 0 comments

Desde PescaTienda EsPesca.es , queremos daros algunos consejos sobre como pescar black basses inactivos que a nosotros nos han sido de gran utilidad así sin más dilación…

Con más frecuencia de la deseada llegamos a nuestro embalse favorito y descubrimos que mientras el domingo pasado conseguimos llenar el vivero de peces, ahora pasamos la mano por la pared. 🙁

¿Dónde están los basses?

Es la pregunta más repetida, mientras nos olvidamos de que están en el mismo sitio aunque su actividad no es la que nos gustaría.

Las posibilidades de encontrar basses activos va en dirección opuesta al tamaño de los mismos. De hecho, los peces más grandes basan su alimentación en «comida también grande», lo que les permite permanecer en un estado de pasividad ante nuestros señuelos la mayor parte del tiempo.

Además, será muy difícil jugar con el factor excitación, pues los años han enseñado a estos ejemplares que hay que tomarse la vida con mucha calma, e incluso insolencia ante el humano en algunas ocasiones.

Localizar al black bass

Hay una serie de pescadores que piensan que localizando al pez la pesca está garantizada. En momentos concretos entiendo que así sea, pero hay otros en los que ni siquiera conociendo dónde están uno puede hacerles abrir la boca.

black-bass

Es entonces cuando la habilidad y conocimientos del pescador entran en juego y en ese instante el verdadero experto sale a relucir.

La secuencia podría ser algo así:
  • Nos encontramos en nuestro embalse favorito, al que visitamos un domingo sí y otro también.
  • Conocemos los lugares, las posiciones e incluso hemos desarrollado nuestra técnica de pesca preferida con años de entrenamiento.
  • Somos unos pescadores que hemos adquirido ese título gracias a la experiencia y conocimientos.
  • No nos preocupa cómo vamos a encontrar el embalse y los peces, pues siempre hemos sacado alguno.
  • Llegamos al agua, empezamos a pescar y vemos sin darnos cuenta cómo ha pasado una hora y no hemos conseguido ninguna picada.
  • Sonreímos incrédulos y decidimos cambiar de zona para disipar nuestra conciencia.
  • Llegamos a ese punto donde siempre ha habido un pez gordo que nos ha estado esperando. Nada. Sin resultado. Y ya han pasado dos horas….
  • Volvemos a insistir, decidimos cambiar de zonas por aquella que nos ha dado muchas alegrías y que «está llena de basses».
  • Conseguimos un par de piezas que apenas llegan a la medida. ¿Qué pasa hoy?
  • Al final, resignados, nos vamos a casa con un par de peces a lo sumo y la mosca detrás de la oreja, suponiendo que hoy no era el día.

Esto nos ha pasado a más de uno y quizá varias veces. Siempre achacamos esa mala suerte al tiempo, a que el embalse está muy tocado o, simplemente, que los peces no están por la labor. Y este último suele ser el camino.

Consejos para mejorar las posibilidades de pescar black basses inactivos

  • Pequeños cambios producen grandes resultados. La versatilidad suele ser infravalorada por muchos pescadores.
  • En zonas con mucha presión reduce el diámetro del hilo, emplea señuelos más pequeños y realiza lances repetitivos.
  • No hay zonas de un único pez; si has capturado uno, repite en el mismo sitio en el siguiente lance.
  • Vigila el ángulo de tus lances, ya que es posible pescar el mismo punto con diferente resultado.
  • Si pescas el mismo embalse cada semana y no entiendes por qué no pican hoy, analiza lo que está ocurriendo. El bass seguramente está en el mismo sitio, pero ¡a diferente profundidad!
  • No regreses de vacío a casa sin antes darle una oportunidad a spinnerbaits, crankbaits, vinilos y señuelos de superficie sin excepción.
  • En un torneo se suele asociar mucho movimiento de barcas con poca pesca. Intenta fijarte qué señuelos emplean el resto de participantes y utiliza uno diferente.
  • En los torneos esto sale a relucir de manera ostentosa. Cuando los peces están activos, todo el mundo coge basses y las diferencias se miden en tamaño, pero cuando los peces dicen que no, hay que contar el número de piezas que lleva el ganador y observamos que ha triplicado la media de los participantes. ¿Qué ha pasado?

Han sabido localizarlos o, mejor dicho, los han sabido pescar.

La historia de un torneo de pesca

Recuerdo una competición realizada en el mes de junio pasado, en el que ocurrió un hecho como el que describo. De un total de 17 barcas, únicamente hubo dos que completaron el cupo de seis piezas y de buenos tamaños. De acuerdo que se sacó una pieza mayor que pesó poco más de dos kilos, pero que no fue obtenida por los ganadores, sino por una pareja que sólo puntuó con ese pez.

La media fue de entre 1 y 2 peces por equipo, algo casi increíble para las aguas donde se realizaba el concurso. En mi caso no obtuve ningún pez… 🙂 aquí es donde dejáis de leer jajaja

Aquí, la localización nos jugó una mala pasada a muchos, ya que los basses realizaban dos desplazamientos al día y aquello fue lo que no supimos aprovechar, y que malinterpretamos por inactividad del propio pez. La mayoría de equipos tanteamos las zonas a las que estábamos acostumbrados, pero con el error de trabajar a diferente profundidad a la que se encontraba el bass.

Los basses realizaban dos desplazamientos al día: por la mañana se encontraban pegados al fondo y, cuando se acercaba el mediodía subían a la superficie, que era cuando el concurso tocaba a su fin. En esos momentos era cuando se veía algo de actividad, a pesar de que el sol pegaba fuerte.

Cosas inexplicables, pero que suponen la clave en un concurso. Fuera como fuese, los peces no se encontraban en ese rango de profundidad que va del metro a los cuatro de profundidad, que todos tanteamos y que nos resultaba familiar, sino que no subían más allá de los seis. Entonces, aquellos que los pescaban profundos, incluso a ocho metros, consiguieron picadas.

El repaso que nos dieron a la mayoría fue muy sonado, 😉

Aunque no nos demos cuenta, el hecho de que un pez tome nuestro artificial puede hacer que otros hagan lo mismo.
De ello se aprende, pero siempre cuando ha terminado la prueba. Lo difícil es que permanezca en la memoria la temporada que viene, cuando esto se vuelva a repetir. Cosas de peces.

Siempre he señalado que cuando llega el verano el bass muestra más actividad durante la tarde que por la mañana y de hecho mis jornadas en el agua empiezan a las dos de la tarde, cuando el pescador de mañana recoge sus aparejos. Y noto mucha diferencia en los resultados.

Para pescar black basses cuando estan inactivos hay que aprende a ser versátil

Por lo general, y no culpo a ningún pescador, tenemos una técnica que llevamos más allá de los límites y que practicamos independientemente de qué pasa a nuestro alrededor. Por un lado, esto tiene una ventaja, y es la de convertirnos en unos expertos en esa técnica en concreto, y cada uno tiene la suya.

Pero ello puede jugar en nuestra contra cuando el bass se pone realmente cabezón. Y eso pasa con más frecuencia de la que queremos. Si encontramos una zona en la que sabemos que hay peces, bien sea por nuestra intuición o por que la sonda lo marca y no conseguimos sacar alguno, un cambio de mentalidad a tiempo puede ser el arma definitiva.

¿Cuántas veces nos ha pasado que no hemos obtenido respuesta y que al cambiar el señuelo en el primer lance conseguimos un pez? Es esto a lo que me refiero.

Tan válido es ser un experto en una técnica concreta como dominar una serie de ellas con soltura. En ocasiones esto último tiene más mérito.

black bass con spinnerbait

 

Si la inactividad se ceba en los basses, hay que reaccionar con lo opuesto a lo que haríamos normalmente.
La prueba la podemos realizar en uno de esos días en los que no hay vida en el embalse y las picadas relucen por su ausencia.

  • Tomemos una zona que presuponemos alberga peces.
  • Iniciemos una primera pasada con tandas de lances con un determinado señuelo. Abordémosla otra vez, pero con un artificial diferente.
  • Volvamos de nuevo, una hora más tarde, e intentemos otra técnica.
  • Así incrementamos posibilidades, llegamos a profundizar en el conocimiento y la experiencia y, muy posiblemente, saquemos una conclusión que desconocíamos.

Por cierto, aunque no la había dicho, en este caso la versatilidad va de la mano de la insistencia y de la paciencia como escuderos.

El primer pez es el que cuenta

¿Cuántas veces hemos oído esto? es una frase típica, pero no exenta de verdad. Este primer pez que obtenemos en una jornada de basses inactivos resume, por un lado, el lugar donde lo capturamos (localización) y por otro, el modo en el que ha tomado el señuelo.

Aunque no nos demos cuenta, el hecho de que un pez tome nuestro artificial puede hacer que otros hagan lo mismo y sea el detonante de sucesivas picadas. Esto lo hemos observado alguna vez cuando hemos sacado la mayoría de basses en un corto espacio de tiempo y en una misma zona, casi a cada lance.

Lo que ha ocurrido es que un pez ha incitado a otros al ataque.

En zonas con mucha presión, reduce el diámetro del hilo, emplea señuelos más pequeños y realiza lances repetitivos. Por otro lado, también hemos observado cómo en ciertos momentos, y después de realizar media docena de lances al mismo sitio, el pez se arranca y decide tomar el señuelo. Esto es frecuente cuando pescan varios en una barca y los lances coinciden en intención y en ciertos puntos.

Si la inactividad se ceba en los basses, hay que reaccionar con lo opuesto a lo que haríamos normalmente. Es decir, si no quieren una recogida rápida, imprimiremos menos rotación a nuestros señuelos, si no se encuentran en las capas altas, dejaremos que nuestros artificiales ganen metros, si el resto de los pescadores pescan con crankbaits, nosotros emplearemos una spinnerbait, etc.

¡Buena pesca y mejores capturas!

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