Pescador de spinning norteño en invierno: Alma de guerrillero

Pescador de spinning norteño en invierno: Alma de guerrillero

Pescador de spinning norteño en invierno: Alma de guerrillero

por 17 de diciembre de 2014 1 comment

La guerrilla, como táctica de combate, es un arte que nació en España a comienzos del siglo XIX en la feroz Guerra de la Independencia, con la intención de desangrar a un enemigo que, hasta entonces, demostró no haber tenido rival sobre el campo de batalla europeo. De hecho, las tropas napoleónicas, siempre mejor pertrechadas y experimentadas sobre el terreno, venían aplastando con relativa facilidad cualquier atisbo de resistencia allá donde pisaban, razón por la cual, cuando llegaron a nuestro país, se hizo necesario seguir otras estrategias que vinieran a contrarrestar y complicar tan imparable avance.

pescador de spinning costero

Y es que para vencer a un rival que sabes es más temible y superior que tú en muchos aspectos, hay que estar hecho de una pasta especial, contar con una obstinación a toda prueba … y nunca presentarle un objetivo fácil por la cuenta que te trae, algo que a buen seguro sonará a muchos pescadores de lance ligero.

Pescador de spinning norteño por los cuatro costados

Al igual que por aquellos lejanos tiempos, el pescador de spinning en el mar tiene mucho del espíritu de aquellos valientes combatientes que, apenas provistos de un puñado de horcas, navajas y arcabuces, se sublevaron contra un ejército de corte imperial. Por lo pronto, tan sólo cuenta con una caña como arma, con la que poder manejar con maestría un engaño destinado a intentar sacar petróleo del proceloso océano, al tiempo que más de una vez se ve sometido a peligros provenientes de cualquier dirección, ya sea por tierra, mar o aire, en la medida que es, precisamente, el elemento extraño de un escenario que muchos profanos creen inofensivo. Firmes que se pueden desgajar a su paso, si es que no se convierten en una apenas imperceptible y deslizante trampa destinada a hacer que sus huesos se estampen con violencia contra ellos, son ejemplos de amenazas sólo son superadas por el arrollador poder de Neptuno, a menudo empecinado por estas fechas en lanzar olas cargadas de resabio contra quienes de tan atrevido modo osan pretender arrebatarle sus más preciados tesoros.

pescador de spinning costero de robalizas

A su vez, Eolo mueve los hilos para que, desde los cuatro puntos cardinales, sus soplidos comprometan la distancia del lance de los engaños dirigidos maliciosamente a los peces, y la lluvia concurrirá para que, sobre el intrépido pescador, se viertan precipitaciones con carácter bíblico que le calarán hasta las trancas y le complicarán el movimiento, así como la disposición del tapete sobre el que tenga lugar la disputa. No, en absoluto son buenos tiempos para el humilde y voluntarioso pescador de caña que gira visita a la costa norte con el fin de llevar un trofeo de postín a su mesa…

Lucha diaria

Todos, de un modo u otro, somos conscientes que, al menos en lo que a la pesca respecta, cualquier tiempo pasado fue mejor. Si a ello le añadimos la enorme complejidad que a veces entraña asomarse a la costa, no es de extrañar que los valientes que aun así acudan a la llamada del mar, porten dentro de sí buena parte del sacrificio, la paciencia y el arrojo inherentes al guerrillero. Si los peces no terminan por morder, a fe que el sufrido pescador pronto volverá a buscarles las cosquillas; si el enclave en que les esperó, hoy no aporta los rendimientos apetecidos, éste no se descartará en el futuro, sino que se aguardará la llegada de mejores perspectivas y mareas; si el madrugón no fue debidamente premiado, el ánimo, a sabiendas que es una fase clave, no menguará un ápice y mañana nuevamente le restará horas de sueño al reloj; si los fracasos se acumulan y el cansancio físico y mental pesan demasiado, tomará suficiente descanso para retornar con bríos renovados; si se pierden onerosos aparejos en busca del más difícil todavía y aun así se retorna a la pelea, es porque por las venas corre el veneno de la sal que impide bajar los brazos; si el poderío de la mar se convierte en arrollador, nuestro protagonista no presentará batalla y esperará a que tamaña situación se diluya.

Si a todo lo anteriormente expuesto, encima le añadimos que el pescador afronta semejantes circunstancias en frecuente soledad, pues su entorno más próximo considera su labor una pérdida de tiempo, al tiempo que es motivo de chanzas y burlas en virtud del escaso bagaje que cosecha en sus salidas, es porque sabe asumir sus derrotas como una parte más de la larga lucha que ha de librar diariamente antes de alzarse con la victoria.

pescador de spinning costero del norte

Todo llegará

La pesca a lance con artificial desde tierra, al menos en lo que a la costa norte peninsular respecta, es una tarea durísima, en especial durante esta fase del año. Por eso son contados los irreductibles de esta disciplina que podremos toparnos si un día nos paseamos por la orilla, pues hay que ser recio como el pedernal para encajar las continuas derrotas que inflige tan poderoso adversario y, al mismo tiempo, no perder el ánimo que empuja a esperar a los peces. Ahora bien, como el guerrillero, esta clase de pescador en franca extinción, sabe que un día llegará el momento en que su contendiente se relajará…y entonces se sabrá presto para devolverle con diligencia, y golpe por golpe, cuantas heridas le endiñó tiempo atrás. No obstante, no hará sangre con la soldadesca, y centrará sus atenciones en los mandos de categoría que patrullen las inmediaciones, confiados éstos en que los elementos han expulsado a cualquier intruso que acuda hasta allí con aviesas intenciones.

Sin embargo, nuestro héroe, y hasta que eso suceda, sabe a qué atenerse y en absoluto se pone nervioso o titubea ante lo que otros digan, pues, no en vano, su cometido es una labor de largo recorrido, sufrida, en la que el triunfo se difiere hasta la náusea, y que casi nunca es debidamente reconocida o recompensada. Y es que cualquier persona es capaz de empuñar una caña, pero para afrontar la pesca de este modo, con tan pocos recursos, y ante un contendiente que es capaz de aplastarnos sin el menor miramiento, hay que disponer de un alma propia de un guerrillero.

1 Comentario

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  1. Javier Sousa
    #1 Javier Sousa 17 diciembre, 2014, 19:17

    La verdad es pescar en invierno en la costa gallega, en especial en la «Costa da Morte» no es ninguna broma. Hay que ir con mucho cuidado. Aquí la frase «Nunca le debes dar la espalda al mar» cobra todo su valor.
    En mi caso tuve un susto que no quería volver a repetir.

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