Pesca del Black Bass, el “Blas” para los amigos ¿Una pesca sobrevalorada?

Pesca del Black Bass, el “Blas” para los amigos ¿Una pesca sobrevalorada?

Pesca del Black Bass, el “Blas” para los amigos ¿Una pesca sobrevalorada?

por 17 de junio de 2015 0 comments

Considero que la pesca del black-bass está, hasta cierto punto, sobrevalorada, sobre todo cuando tus jornadas persiguiendo al centrárquido se convierten en monótonas y aburridas ante la falta, no ya de capturas, sino incluso picadas, debido seguramente a la impericia del que esto escribe, pero es lo que hay, y es un hecho irrefutable.

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A mí no me recorre, como dice algún compañero de pesca, ningún escalofrío por la espalda cuando me pica uno de estos peces, ni me tiemblan las piernas cuando esto ocurre, como dice otro; será, probablemente, porque son tan escasas las ocasiones en que consigo clavar uno de estos “diablos verdes” (Alejandro, dixit) que inmediatamente se me queda cara de tonto por lo sorpresivo del hecho, llegando a pasar unos segundos de semiinconsciencia, sin dar crédito a lo que está sucediendo, debido a que tal hecho mi mente lo considera rayano casi en lo milagroso o paranormal.

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Poco diestro en la pesca del Black Bass

Es igual, y pese a que este pez no sea santo de mi devoción, siempre entrecomillando esta afirmación y con un notable toque de ironía –aclaro de nuevo: porque soy poco diestro en la pesca de los “gordos” o “tochos” y no tengo medios modernos y sofisticados para pescarlos con cierta solvencia, aunque, eso sí, pescando pequeños soy un fenómeno, ¡Snifff!-, quiero rendir homenaje a mis compañeros de pesca, y buenos pescadores de basses (más conocidos estos últimos de forma popular, simpática y amigable como “Blases”) con unas cuantas fotos de sus últimas capturas, alguna mía y otra un poco más añeja de Julio, correligionario de pensamiento sobre lo “sobrevalorado” de la pesca de la perca americana, aunque, como me pasa a mí mismo, algún éxito también hemos tenido y tenemos cuando practicamos su pesca, además de reseñar que no nos producirá los efectos espasmódicos que a nuestros compañeros, pero que una gran alegría, para que negarlo, también nos llevamos.

 

Y, después de lo dicho, de muestra un botón: acompaño este artículo con un vídeo de mi última jornada de pesca acompañando a Adolfo en su insaciable y tenaz, casi obsesiva, persecución del black-bass, en la que se muestra mi poca suerte con el centrárquido, y, también, cómo con una cierta habilidad y los señuelos adecuados (en este caso wacky y popper) la jornada de pesca del Black Bass se puede convertir en muy fructífera y satisfactoria. ¡A ver cuando me toca a mí, joder!

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