Normativa de pesca

Orden de vedas Aragón, otra muestra de una situación más que preocupante

por Chanquete 6 de febrero de 2014 1 comment

La pesada semana muchos pescadores de Teruel se congraciaron por la vuelta de la trucha arcoíris en los cotos deportivos de la provincia en los que “habitaba” con anterioridad a la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y la Biodiversidad. La adaptación del Plan General de Pesca de Aragón al Catálogo de Especies Exóticas Invasoras publicada por su Boletín Oficial de va a permitir “dar vida” a unos pescadores y determinadas zonas en las que la práctica de este deporte había caído en picado.

Todo un síntoma de la mala situación de los ríos en general y de los de Aragón en particular como se refrenda en la orden de vedas de este año, toda una declaración de los enormes problemas con los que nos enfrentamos los pescadores.

El mejillón cebra sigue extendiéndose

El enorme problema de las especies alóctonas no está en la trucha arcoíris, ni en el Siluro que tan enconados debates ha generad y sigue generando. Lo está especialmente en el mejillón cebra. Su extensión es más que alarmante y por ello una parte importante de esta orden de vedas se centra en recalcar las medidas para intentar impedir su crecimiento. Ya destaca los lugares en los que se ha detectado: los embalses de La Sotonera, Mequinenza,Ribarroja, Calanda, Estanca de Alcañíz, Caspe II o Civán y en el tramo del río Ebro que discurre por Aragón y los canales de Tauste y Canal Imperial de Aragón (fase adulta) y en los embalses de Lanuza, Búbal, Sabiñánigo, y La Tranquera (fase larvaria) entre otros. Todo el río Ebro afectado y especial preocupación a que se extienda a ríos de la cuenca del Júcar donde se recalca las recomendaciones relativas a secado, inspección, traslado y desinfección de la embarcación, caña de pescar y material que se introduzca en el agua.

Malos tiempos para la trucha

Pero los problemas no sólo son los que derivan de esta especie invasora, sino especialmente el declive de las especies autóctonas en especial la trucha común. El número de piezas por pescador y día de esta especie se limita a 3 ejemplares en las provincias de Huesca y Teruel y de tan sólo 2 ejemplares en la provincia de Zaragoza. Esta restricción también se nota en las medidas, 22 cm para Huesca y Teruel (excepto en los ríos Guadalopillo y Bergantes del río Guadalope y en el río Guadalaviar donde se eleva a 30 cm) y 30 cm en general para la provincia de Zaragoza. Algo que se extiende a otras especies, por ejemplo el barbo en aguas trucheras de Huesca también se limita a 3 piezas.

Las limitaciones en los cebos son las lógicas, en los naturales la fauna autóctona (lombriz de tierra, draga, canutillo, grillo y saltamontes) y en artificiales la cucharilla, pez artificial y la mosca con o sin buldó. Pero volvemos a las restricciones en Zaragoza donde con una población piscícola tan mermada no se autoriza la pesca con cebo natural.

El periodo de pesca sigue inalterable. Se inicia la temporada el tercer sábado de marzo y finaliza el día 31 de agosto, ambos incluidos. Quedan exceptuadas de esta norma los tramos de pesca intensiva donde se podrá pescar todo el año. Pero ojo, en las aguas declaradas de alta montaña, lagos e ibones, el período hábil es el comprendido entre el 1 de junio y el 31 de agosto. A todo ello hay que añadir que queda prohibido el ejercicio de la pesca los miércoles y los jueves, que no sean festivos nacionales y autonómicos, salvo la excepción prevista para los tramos de pesca intensiva con lo que se limita más aun las jornadas de pesca.

Restricciones y limitaciones para proteger unos ríos que no pasan por su mejor momento y que con el esfuerzo de pescadores y especialmente de la administración hay que cuidar para que sigan generando vida y riqueza.

Tenéis más información en la «ORDEN de 9 de enero de 2014, del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente por la que se aprueba el Plan General de Pesca de Aragón para el año 2014«.