Moscas para trucha: ¡Cómo hemos cambiado!

Moscas para trucha: ¡Cómo hemos cambiado!

Moscas para trucha: ¡Cómo hemos cambiado!

por 28 de enero de 2014 1 comment

A día de hoy el montaje de moscas para trucha se ha convertido en una parte fundamental de la pesca con mosca, es más, podría casi afirmar que un pescador que no confecciona sus moscas, no es un pescador completo. Y es que no hay nada como fabricar las tuyas propias y ver que funcionan y te proporcionan capturas.

Caja - moscas para truchas

Y hablando de montaje, hay que ver cómo han cambiado las cosas en poco tiempo. Desde que me inicié en la pesca con mosca (en 2007, aunque ya había tenido contacto con la modalidad uno años antes), las técnicas de pesca han evolucionado mucho, pero aún más los materiales y los montajes de moscas. Las cajas de los mosqueros han cambiado radicalmente en muy poco tiempo y es que, constantemente salen al mercado nuevos materiales que revolucionan el mundo del montaje.
No soy una gran experta en montaje y, quizás, tampoco llevo el suficiente tiempo en esto de la pesca con mosca, pero recuerdo que cuando empecé pocas cosas eran como ahora.

Moscas de principiante

Yo era principiante y no tenía mucha idea, llevaba en la caja unas cuantas moscas que me recomendaron, otras cuantas que siempre habían ido bien en Cristinas (coto en el que se disputó el nacional aquel año, y el primero en el que yo participé), tres o cuatro de las más novedosas (las ninfas de cabeza naranja, que dieron muy buen resultado) y los clásicos tricópteros de pelo de ciervo. En definitiva, una caja muy simple en la que había las mismas moscas con cabeza que sin ella, y precisamente una de las que no llevaba ni cabeza dorada, ni plateada, una simple emergente me permitió sacar mis tres primeras truchas en un campeonato oficial de pesca con mosca.

Por aquel entonces, en las cajas de los pescadores apenas había perdigones, eran ninfas de un tamaño más grande (aunque ya empezaban a disminuir los tamaños de los montajes), un 14/16. Pero sobre todo, eran montajes con muy pocos brillos, como mucho alguna ninfa brincada con cobre o algún tipo de tinsel que le daba un toque de luz a las moscas. La mayoría de los materiales utilizados eran naturales o imitaciones muy realistas, dubbings de colores muy naturales como el negro, verde o marrón, pero nada parecido a lo de ahora.

Emergente-nacional-cristinas

¡Cómo hemos cambiado!

Ahora las cajas de moscas para trucha son toda una creación. Cajas enormes con cientos de moscas perfectamente colocadas, por familias, tamaños o incluso colores. Y es que, desde hace dos o tres años el montaje de ninfas, y concretamente el montaje de perdigones, se ha convertido en todo un arte: colores y más colores, materiales sintéticos que invaden el rincón de montaje de los pescadores; tinseles, body quill, glitter, dubbings de todos los colores con brillos increíbles, intensificados gracias a los barnices. Toda una explosión de brillo y color que atrae a truchas y pescadores por igual. Una evolución a la que ha acompañado el tamaño de los montajes, cada vez más pequeños, y es que, quien no ha oído hablar de las llamadas microninfas o perdigones, imprescindibles para la mayoría de los pescadores. Y no me extraña, porque yo no sé qué imitarán exactamente esos montajes, pero rara vez fallan, y si fallan no os preocupéis, porque siempre habrá otro en la caja que funcionará.

Pero ya no sé si me sorprende más la increíble evolución de los materiales y del montaje de moscas, o la de los nombres de éstas. No sé a quién se le ocurrirán esos nombres, pero cada día son más curiosos: la favorita, la perleta, la veneno, la gasolina, la San Juan, la falangista…

Perdigones, moscas para truchas imprescindibles

La verdad es que, a día de hoy, todo pescador lleva en su caja, al menos, una decena de perdigones. Su efectividad es muy alta y como he dicho, si uno falla, siempre encontrarás otro que te saque del apuro. Además, son perfectos para la pesca con tándem que se ha ido imponiendo en los últimos años. Y por si no tuviesen ya las suficientes ventajas, son rápidos y fáciles de montar. Todo ello ha contribuido a que en poco tiempo hayan logrado ocupar un lugar preferente en las cajas de los pescadores, desbancando incluso, a muchos montajes tradicionales y a muchas moscas secas, porque ahora una ninfita es casi igual de válida que una seca cuando ves una trucha en la superficie

moscas para truchas La-veneno

Y en esta situación, es inevitable no pararse a pensar y preguntarse dónde han quedado aquellos montajes perfectos, donde sí importaba el color, el tamaño, el hilo y los materiales utilizados o el aspecto final de la mosca. La verdad es que las truchas de ahora no son las de antes, la mayoría son truchas repobladas que no rechazan nada de lo que se le ponga delante, y es sorprenderte y, a la vez, frustrante ver como una misma trucha (común o arcoíris) es capaz de comerse un perdigón, totalmente artificial (que probablemente no imite a nada conocido) y, muchas veces, con defectos, y te rechace una perfecta imitación de efémera, ninfa o seca.

Y tu ¿montas tus moscas o las compras?

1 Comentario

Participa en la conversación