Malas perspectivas para el arranque de la temporada de pesca en Madrid

Malas perspectivas para el arranque de la temporada de pesca en Madrid

Malas perspectivas para el arranque de la temporada de pesca en Madrid

por 11 de marzo de 2015 0 comments

A una semana vista (la temporada de pesca en Madrid arranca el próximo domingo 15 de marzo) este pasado fin de semana me encaminé por el tramo alto del río truchero por excelencia y sus afluentes. Las condiciones eran excelentes, pero los resultados de lo más desesperanzadores.

Pesca en Madrid

Con unas nevadas mucho menos abundantes que en la cordillera cantábrica y unas temperaturas muy benignas en estos últimos días (más de 15 grados en este fin de semana en tramos altos) los ríos comienzan con un nivel de agua excelente. Ni muy bajo ni excesivamente alto, lo cual estará garantizado durante unas cuantas semanas dada la nieve que aun alberga el Macizo de Peñalara o los Montes Carpetanos. Con ello el estado de los cauces es excelente, con buenas zonas areneras, pozas, combinación de corrientes y obstáculos, etc.

También con estas temperaturas y en un momento tan temprano pude ver iniciales eclosiones. Algo ilusionante ya que no han sido escasos los arranques de temporada que he comenzado con auténticas paredes de nieve alrededor. Pero lo que no vi fue truchas en una situación alarmante aunque fuera bastante esperada. Ni en la zona del Lozoya cercana a Rascafría, ni en el tramo superior cuando se denomina arroyo Angostura ni en uno de sus afluentes más importantes en su margen derecho, el Aguilon, curiosamente con tres tramos de “pesca científica”.

Cazar truchas en lugar de pescar truchas

La Comunidad de Madrid sigue con su política en la que combina ideas pretenciosas con pocas políticas prácticas. En la pesca en Madrid de la trucha común es obligatoria de la captura y suelta salvo en los tramos vedados. La medida positiva no deja de ser un brindis al sol si tenemos en cuenta que encontrar truchas en tramos libres, excepto en algunos kilómetros del Lozoya, es misión imposible.

Esto se une con otra de las utopías de la pesca en Madrid. La enorme extensión de aguas trucheras… sobre el mapa. Hay tramos como en la cuenca del Guadarrama en el que no se ve una trucha desde hace años y tampoco se ha hecho nada para que reintroducirlas. Ver los carteles de vedado de pesca en estos arroyos daría un poco de risa si no tuviéramos en cuenta el trasfondo de la situación.

suelta de truchas en Madird

¿Pescaremos truchas entonces? Seguramente sí, o más bien cazaremos. Llegará la cisterna llena de truchas en estos días, soltarán unas cuantas miles de ellas y el que le toque el día, pues se llevará alguna a casa y lo mismo se cree que es buen pescador. Mientras en el Lozoya, por ejemplo, ya ni vemos como remontan los barbos, algo muy común hasta hace algunos años apostándose algunos minutos en cualquier puente del río.

Algunas sugerencias para la pesca en Madrid

Estas medidas no es lo único negativo. Las hibridaciones de estas repoblaciones con la autóctona pueden causar un daño irreparable. El problema no es que haya intentado en alguna ocasión trabajar con truchas autóctonas, reproducir y soltar sus alevines, si no que no le ha dado continuidad necesaria ni le ha complementado con otras medidas idóneas.

Cascada del purgatorio

Recuperar la trucha 100% autóctona y en poblaciones aceptables, no es una medida excesivamente costosa si tenemos en cuenta que tampoco son muchos kilómetros de río en los que trabajar. Pero se necesita una política clara y activa, dentro del marco de que muchos de los arroyos están dentro del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Estas medidas coherentes serían:

  • Repoblación activa exclusivamente basada en ejemplares autóctonos previamente capturados.
  • Sueltas no sólo en los tramos principales, recuperando los arroyos que deben ser los santuarios para la freza y la cría de los ejemplares.
  • Restricción temporal pero importante a la pesca en los tramos altos, hasta que haya un volumen de población aceptable y sostenible.
  • Recuperar otros tramos susceptibles para la pesca de trucha común autóctona y “abandonados” a la repoblación, como la zona comprendida entre los embalses de Pinilla y Riosequillo y el arroyo de Canencia, pero también otros ríos y cuencas.

Con buenas aguas puras existen fuertes cimientos para que la pesca en Madrid puede convertirse así en otro aliciente para el turismo de Sierra, que con senderistas, montañistas y muchas otras actividades al aire libre, son tan importantes para el desarrollo sostenible.

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