Lugares de pesca: coto intensivo “El Chantre”

Con la temporada ya iniciada es momento de decidir qué lugares queremos y podemos visitar para pasar unos buenos días de pesca. Las preferencias suelen ser los tramos libres que han estado cerrados durante el inverno, en los que las aguas y las especies son más naturales.

Los cotos intensivos, que son la opción principal durante los meses de invierno, pasan a un segundo plano durante la temporada. No obstante, en los últimos años, se están convirtiendo en una de las principales vías de disfrute para muchos pescadores, ya que los tramos libres de muchos ríos están desatendidos por la Administración, además de devastados por los cormoranes y los furtivos, por lo que a muchos aficionados ya no les merece la pena pagar un permiso y desplazarse a esos lugares.

Coto intensivo sin muerte

Uno de los intensivos que se está convirtiendo en una muy buena alternativa es el coto “El Chantre” en Cuenca. Situado en el río Júcar y, a tan solo 7 kilómetros de Cuenca, es el único coto intensivo de pesca sin muerte de Castilla La Mancha.

Cuenta con una longitud de 1,8 kilómetros, desde unos 300 metros aguas arriba del refugio del coto hasta la desembocadura con el arroyo de Valdecabras (enfrente del Camping Caravaning).

Desde sus inicios ha sido un coto intensivo con muerte pero en 2012 pasó a ser un intensivo sin muerte, convirtiéndose en punto de encuentro para los aficionados de la pesca a mosca. No obstante, también se puede pescar con señuelos con un solo anzuelo (cucharilla y rapala) y sin arponcillo.

Comunes y arcoiris

El pasado 1 de abril se realizó la primera repoblación del año con trucha común, dando por inaugurada la temporada, pudiéndose pescar todos los días de la semana. El precio de los permisos es de 3 euros para los socios y 8 euros para el resto, y se pueden obtener en el restaurante del Camping Caravaning, en la orilla del río con el guarda o contactando con la sociedad y se mandará por Internet previo ingreso en cuenta bancaria.

Dos años de pesca sin muerte que tienen ilusionados a los pescadores amantes de la pesca con mosca, ya que han disfrutado de días espectaculares a ninfa y a seca, con comunes y arcoíris, de todos los tamaños. Y es que, aunque se hagan repoblaciones cada cierto tiempo, una de las ventajas es que las truchas no lo ponen fácil, no es el típico intensivo en el que es echar la caña y sacar, aquí hay que pelearlas, buscarlas, probar con diferentes moscas, algunos días hasta darte por vencido.

Y, otras de las cosas que gustan a los pescadores es la comodidad, tanto en el río como fuera de él, ya que el coto cuenta con un recinto con un refugio, varias mesas de cemento y una barbacoa, donde los pescadores pueden comer o pasar el día.

¿Te animas a visitarlo?.