Los secretos de la pesca de black bass con criaturas

Los secretos de la pesca de black bass con criaturas

Los secretos de la pesca de black bass con criaturas

por 12 de abril de 2018 0 comments

Los señuelos de vinilo que empleamos para la pesca del black bass se caracterizan por su realismo tanto fuera como dentro del agua, lo que les hace ser uno de los grupos de señuelos más utilizados por los amantes de este pez.

Lombrices, salamandras, cangrejos de vinilo y, últimamente los ultra realistas imitaciones de peces, se asemejan tanto a los animalillos que imitan estos cebos que, en más ocasiones de las que estamos dispuestos a admitir, parecen pescar más pescadores que peces.

Sin embargo, existen otros señuelos fabricados en este material que, precisamente por no imitar a nada en concreto, reciben el rechazo de los pescadores a pesar de ser tanto o más efectivos incluso que las imitaciones más fieles.

Hoy hablaremos de uno de estos señuelos de vinilo que a menudo se queda en el fondo de las cajas en detrimento de otros cebos como lombrices o cangrejos de vinilo. Un señuelo feo, hay que admitirlo, y que ha sido bautizado con un nombre que le define muy bien. Las “criaturas”.

Pesca de black bass con criaturas: Señuelos que no imitan a nada y que imitan a todo

Las “criaturas” son uno de esos señuelos del universo vinilo que podríamos catalogar como “comodín”. Uno de esos señuelos que no se sabe con seguridad que es lo que imita pero que da muy buenos resultados cuando otros señuelos muchos más reales fracasan.

A simple vista, una “criatura” puede asemejar a los ojos del bass la forma de un cangrejo de río. Sin embargo existen modelos que están muy lejos de representar, no solo a este crustáceo tan abundante y tan apreciado por el bass, sino a cualquier ser vivo.

Si se pregunta a los pescadores que suelen utilizarlos, las opiniones acerca de que animal es el imitado son casi tan variables como personas son cuestionadas al respecto. Los hay que dicen imitar a arañas, a escarabajos, a los antes nombrados cangrejos, a salamandras… pero lo es que nadie parece ponerse de acuerdo. Eso sí, los basses no se extrañan de su presencia y su apariencia bajo el agua y, además, encuentran en estos extraños señuelos un bocado delicioso.

Las mejores técnicas para pescar black bass con criaturas

Estos señuelos presentan como principal característica su elevado volumen por lo que no necesitaremos utilizar montajes finesse. Por lo tanto, los mejores sistemas para presentar y pescar con estos señuelos serán principalmente dos: el jigging y el montaje tipo Texas.

Para la primera técnica podemos hacer dos cosas. La primera será anzuelar nuestra criatura con una cabeza plomeada o “jig head” acorde a su peso y su tamaño mientras que la otra opción será la de utilizar este señuelo como “tráiler” o complemento de un jig para dotar a este de un mayor atractivo y una mayor acción.

El otro montaje, el de tipo Texas, será igual que el que utilizamos parar presentar otras imitaciones como lombrices o cangrejos de vinilo.

Tanto con uno como con otro montaje, la técnica que más resultado da, al menos para mí, es el pitching, que consiste en realizar lances muy cortos y precisos hacia zonas de cobertura como cañares, zonas con abundante vegetación sumergida u orillas muy tupidas para provocar en el bass una reacción que incite a tomar con furia nuestro señuelo.

Por otra parte, y aunque parezca increíble, estas imitaciones funcionan muy bien a pez visto, sobre todo en esos días en que nuestros peces favoritos “pasan de todo” y desechan una y otra vez todos los señuelos que les presentamos. En ese instante, una criatura dando saltitos por el fondo a poca distancia del bass, suele acabar con el vinilo dentro de las fauces del pez.

¿Cuándo usar “criaturas”?

Siendo sinceros y basándome en mi propia experiencia, la pesca de black bass con criatura suele darme mayor resultado en esos días en que los demás señuelos fallan o los basses tienen uno de esos días tontos en los que no sabe a qué entrar y provoca la perplejidad del pescador, incapaz de dar con el señuelo que le salve la jornada.

No obstante, no es descabellado depositar toda nuestra confianza en estos señuelos y, de hecho, conozco a más de un pescador que prefiere sus “criaturas” a otros señuelos de vinilo más clásicos.

Sea como sea, imite o no a algún ser vivo, las “criaturas” de vinilo funcionan y merecen ser tenidos en cuenta a la hora de planificar una jornada de pesca en busca de los escurridizos, y cada día más difíciles, basses.

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