La pesca del reo es para el verano

por Antonio Gallardo 14 de julio de 2011 0 comments

A medida que avance julio se incrementa una sensación de nostalgia y melancolía para los “trucheros”. La temporada se acaba lo que hace que aceleremos nuestras salidas a los ríos buscando exprimir lo más posible las últimas jornadas de pesca. Además nos encontramos con otros “hándicaps”: menos agua y especialmente truchas más sabias porque más de una de las que se nos escapan o se “chulean” de nuestras preciosas moscas ya han pasado por la mano de algún otro pescador.

Pero para los que viven o se pueden acercar a la cornisa cantábrica, desde A Guarda junto al río Miño hasta Hondarribia a orillas del Bidasoa, se encontrarán con un gran aliado: el reo. A diferencia de la fario, la veda de nuestra trucha migratoria se abre mucho más tarde, generalmente en mayo frente a marzo de la primera, lo cual es una ventaja, como también lo son sus hábitos.

Pesco del reo a cebo natural, spinning o mosca

Como a la trucha o al salmón, al reo se le puede tentar con diferentes formas. Entre los lugareños lo más usado en la pesca del reo es el cebo natural. El artificial da también muy buen resultado, como ha sido el risco, un señuelo muy típico de Galicia y con polémica en los últimos meses por su prohibición con la nueva normativa de pesca de salmónidos, y por supuesto la mosca, para mí la mejor en esta época, especialmente en los grandes momentos de eclosiones de insectos, al amanecer y con las últimas horas del sol.

La pesca del reo supone andar constantemente. Debemos patearnos el río, buscar zonas de difícil acceso para realizar nuestros lances, zonas de sombra, charcas fuera del cauce principal o en los remansos de grandes pozas. Por ello el equipo no debe ser muy pesado, ya que los lances serán constantes y la jornada agotadora. Un equipo de pesca a mosca 5/6 es el que más se ajusta a nuestras necesidades aunque variando algo su montaje respecto a la trucha, con bajos de línea algo más largos para una mejor presentación de nuestro cebo.

Pendientes de las mareas

Al reo no le encontraremos en tramos altos de río, sino cerca del mar de donde llega cada temporada para su desove, por ello gusta de ayudarse de las mareas para adentrarse en el agua dulce. Esto facilita su captura, así como hacer una buena lectura del río, y tentar las zonas “menos profundas” en época de pleamar.

Pero su pesca también necesita de buenas dosis de paciencia. Al reo le gusta estar en el fondo sin aparente actividad. Podemos presentarle el cebo una y otra vez y no arrancarse a por nuestra mosca. No desesperemos, seguramente lo haga, pero siempre guardando el máximo sigilo y haciendo que nuestro movimiento en el agua sea el menor posible, especialmente en una poza o zona de agua somera, donde una mínima ola o perturbación hará huir a nuestro amigo.

Finales de julio y agosto es su época dorada, por ello si vais al norte: ¡caña y al reo!