¿Cuantos señuelos artificiales llevamos en una jornada de pesca?

¿Cuantos señuelos artificiales llevamos en una jornada de pesca?

¿Cuantos señuelos artificiales llevamos en una jornada de pesca?

por 16 de julio de 2012 4 comments

La pesca con señuelos artificiales es una disciplina que puede encararse desde puntos de vista de lo más variopintos. Hay quien no duda en invertir ingentes sumas de dinero en adquirir toda suerte de complementos, mientras que otros, en cambio, se apañan –y de qué manera– con apenas un puñado de ellos.

Pesca con señuelos artificiales

En cualquier caso, es preciso comprar con perspectiva y abastecernos de lo necesario para no quedarnos colgados de la brocha, pero como no lo hagamos con mesura, los problemas no tardarán en hacer acto de presencia, llegando éstos a trascender más allá incluso de lo que a la propia pesca respecta. En este orden de cosas, conviene hacer mención al capítulo concerniente al número de señuelos que podemos tener los cajones a la espera de recibir su pertinente bautismo.

¿Cuantos señuelos artificiales debemos llevar en nuestras jornadas de pesca?

Partiendo de la base de que todos tenemos más señuelos artificiales de los que realmente necesitamos, a menudo el pescador tiende a cargar en exceso sus riñoneras de ellos, pensando que de este modo será capaz de volver por la puerta grande. Ahora bien, ¿de verdad que es necesario llevar tantos?

Enfoque con lógica

En principio, a la hora de elegir una caña que nos permita practicar esta disciplina, mientras ésta disponga de una longitud de 2,70 m y una acción comprendida entre los 15 y los 50 gramos, tendréis más que suficiente para encarar contextos “normales” de pesca, dado que así dispondréis de una medida todoterreno y un amplio arco de pesos que os permitirá echar mano de muchos de los engaños que hay en el mercado. Ahora bien, el agenciado de estos últimos es harina de otro costal.

A priori, basta con reunir unos pocos señuelos artificiales para cubrir buena parte de las contingencias que se nos puedan plantear, pero a veces ocurre que nuestra atención tiene la extraña tendencia a verse abducida por diseños generosamente surtidos de detalles y colorines, los cuales, a su vez, parecen llamarnos desde el expositor. No obstante, puede que éstos –aun contando con unas líneas y un aspecto espectaculares– no sean los más apropiados para la zona en que nos solemos mover, de ahí que, antes de adquirir munición, debáis preguntaros si todo lo que ahora refulge con tanto esplendor ante vuestros ojos, luego os será útil, pues, de no hacerlo, correréis el riesgo de incorporarlo a vuestro ya de por sí amplio arsenal de cachivaches y atiborraros de material innecesario.

Pesca con señuelos artificiales

Enfoque con perspectiva y empeño

En principio, a la hora de elegir un señuelo tenemos que tener en cuenta el terreno sobre el que suele llevar a cabo la acción de pesca, es decir, si lo hacemos desde altura, o bien a ras de agua, así como si en el momento en que probamos suerte hay mucha ola, si ésta deja arrimarnos, etc. Por eso, para cada lance, y en función de la orografía submarina, hay un modelo en concreto capaz de investigar los alrededores a la perfección, pero eso es algo que sólo aprenderéis cuando hayan pasado por vuestras manos numerosos modelos, si es que antes alguien no se ha apiada de vosotros y os evita tamaño Gólgota dándoos una serie de consejos sobre el terreno.

A decir verdad, y conforme va pasando el tiempo, el pescador suele quedarse con unas pocas imitaciones, pues éstas, poniendo de manifiesto sus prestaciones, se encargan de indicarle si hay vida bajo el agua. Por eso, si hemos de alcanzar esa lejana roca que emerge, echaremos mano de señuelos con gran poder de lance.

¿Que no es necesario y, en cambio, nuestro objetivo se encuentra a una veintena de metros? Pues entonces los clásicos minnows de talla variable tienen una más que amplia gama de opciones para todos los gustos. Eso si, en cualquier caso, hemos de plantearle al pez una simulación de algo que esté dispuesto a zamparse, para lo cual, aparte de apostar por los colores naturales, imprimiremos todo tipo de movimientos para que éste parezca “averiado”.

Y recordad que especies tan caprichosas como la lubina pueden aparecer cuando menos lo esperemos y en cualquier sitio, por lo que no hay que descartar que entre a matar aun cuando otro pescador haya investigado la zona.

Enfoque: Sota, caballo y rey

A menudo se nos trata de convencer de que, con la adquisición de los complementos que el mercado nos ofrece, podremos pescar cuanto circule cerca de nuestros pies.

Pesca con señuelos artificiales

En este orden de cosas, esto nos puede llevar a pensar que con surtirnos masivamente de patas negras será suficiente, pero no es así. Por eso, con media docena de señuelos –y no necesariamente de relumbrón– seremos capaces de cubrir el expediente de sobra, a lo que añadiremos algún que otro vinilo por si hay que investigar las profundidades.

A partir de ahí, el terreno y las mareas determinarán cuándo es el mejor momento para emplearlos, pero, eso sí, como el pez esté con ganas de morder, tened por seguro que se abalanzará sobre vuestra imitación sin entrar en consideraciones de si cuesta más o menos euros que la que lanza vuestro compañero.

[box size=»large»]Si te ha gustado, sigue leyendo «La pesca con señuelos artificiales. Parte II«[/box]

4 Comentarios

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  1. Carlos Prieto
    #1 Carlos Prieto 17 julio, 2012, 11:33

    Hola Toni:
    Creo que tener muchos señuelos es algo innato al pescador, pero con el paso del tiempo te quedas con un puñado que sabes de su valía para tu zona y seleccionas al máximo los restantes, sobre todo cuando vas a pié. Pero no hay que olvidar que todos pescan, cosa que a veces se nos olvida.

    salu2 sala2

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  2. Carlos Prieto
    #2 Carlos Prieto 17 julio, 2012, 11:33

    Hola Toni:
    Creo que tener muchos señuelos es algo innato al pescador, pero con el paso del tiempo te quedas con un puñado que sabes de su valía para tu zona y seleccionas al máximo los restantes, sobre todo cuando vas a pié. Pero no hay que olvidar que todos pescan, cosa que a veces se nos olvida.

    salu2 sala2

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  3. Toni Martínez
    #3 Toni Martínez 16 julio, 2012, 18:29

    Excelentes aportes y consejos, Carlos. La verdad es que con el tiempo todos acabamos acumulando muchos más señuelos de los que utilizamos. Yo personalmente cuando pesco en barca suelo llevar más variedad y cuando voy a pie selecciono mucho. Con unos pocos basta y nos romperemos menos la cabeza y más si sabemos los que mejor funcionan en nuestra zona. Y hay que cuidar mucho a la hora de adquirir un señuelo y hacerlo en función del gusto de los peces y no nuestros.

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  4. Toni Martínez
    #4 Toni Martínez 16 julio, 2012, 18:29

    Excelentes aportes y consejos, Carlos. La verdad es que con el tiempo todos acabamos acumulando muchos más señuelos de los que utilizamos. Yo personalmente cuando pesco en barca suelo llevar más variedad y cuando voy a pie selecciono mucho. Con unos pocos basta y nos romperemos menos la cabeza y más si sabemos los que mejor funcionan en nuestra zona. Y hay que cuidar mucho a la hora de adquirir un señuelo y hacerlo en función del gusto de los peces y no nuestros.

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