La recuperación de los tramos urbanos de nuestros ríos (parte 1, Introducción)

De tramos llenos de vida a pura cloacas, esto ha ocurrido con buena parte de nuestros cursos fluviales. Afortunadamente esto ha cambiado, desde hace especialmente en un par de décadas, se han ido desarrollando toda una serie de iniciativas con las que se ha conseguido la recuperación de los tramos urbanos de nuestros ríos para el ocio y disfrute de todos.

El proceso es continuo y queda mucho por hacer, pero al menos en estos años se ha conseguido un paso importante. La concienciación de la población para conseguir recuperar espacios que habían sido fundamentales para pueblos y ciudades y que estaban perdidos, tanto en grandes ciudades como pequeñas. Yo que he nacido en Madrid, vi en mi infancia la primera transformación del río Manzanares. Parece mentira el cambio que podía tener un río por culpa de las manos del hombre, de las más puras aguas de su nacimiento en la Pedriza al hedor en menos de 50 kilómetros.

Desde que se iniciará el proceso de depuración hasta que desapareciera toda la autopista que le rodeaba en dos márgenes se han pasado más de 25 años y se han gastado muchos millones de euros, pero desde luego, con ello, se ha recuperado toda una zona de ocio, esparcimiento y hasta la pesca.

Fuente de riqueza para todos

El ejemplo que he puesto es muy extremo, ya que estamos hablando de un caso en el que además de recuperar el cauce había que hacerlo con miles de metros cuadrados ocupados por una de las autopistas de más tráfico de Europa. Pero en la mayoría de las ciudades y pueblos de España que tienen la suerte de estar atravesados con un rio se han encontrado o encuentran con problemas. Ya sea por ocupación urbana como principalmente por los residuos urbanos o de actividad industrial.

Este fin de semana era noticia la iniciativa de recuperación del río Deba a su pase por Arrasate. La iniciativa impulsada por los vecinos de la zona buscan recuperar este espacio natural y que sea un lugar lúdico, aprovechando las mejoras que se han producido en sus aguas tras la instalación de un colector tres años atrás y que han llevado a que el río haya recuperado algo de “vida”. Y con la construcción de un parque y puerto fluvial que todos los ciudadanos puedan disfrutar de un nuevo espacio de ocio y recreo.

Los ríos en su totalidad

El río hay que entenderlo, y así lo entiende ya la Directiva Marco de Agua a nivel de toda la Unión Europea, como un ecosistema fluvial. Ecosistema fluvial en el que aparece el biotopo con tres elementos fundamentales: el cauce, la ribera y la llanura de inundación, y junto al biotopo la biota, acuática y terrestre. Considerando todos estos puntos, hay que amoldarlos a los intereses, muchas veces chocantes de la ciudad para poder afrontar una correcta estrategia de recuperación de los tramos urbanos de nuestros ríos.

La relación entre el río y la ciudad debe dar la oportunidad de convivencia entre ambos, de disfrutar del río entendido como ecosistema fluvial. Se trata de considerar los espacios fluviales en el planeamiento territorial articulando procedimientos para la integración de esas áreas en las ciudades, con criterios y actuaciones que garanticen el mantenimiento de los procesos fluviales naturales en convivencia armónica y sostenible con la realidad vital de la ciudad.

Todas las actuaciones se resumen en 5 puntos:

• Garantizar un régimen de caudales, líquidos y sólidos.
• Garantizar la calidad del agua.
• Garantizar una correcta morfología fluvial. Estabilización de taludes.
• Garantizar la vegetación riparia.
• Garantizar la fauna acuática y de ribera.

Hablaremos de ellos en las próximas semanas, con ejemplos claros de éxito y mucho trabajo por hacer. La recuperación de los tramos urbanos de nuestros ríos es posible y es una tarea que debe afrontar no sólo la administración sino también toda la sociedad.