La emoción de la pesca de bonitos a spinning

La emoción de la pesca de bonitos a spinning

La emoción de la pesca de bonitos a spinning

por 23 de mayo de 2016 3 comments

A menudo me preguntan qué tiene el bonito que nos seduce tanto, por qué nos tiene a todos locamente enamorados, a lo que respondo con un gran suspiro. No hay nada más excitante que la pesca de bonitos a spinning: es como hacer el amor, pero con tu amante.

La adrenalina de la pesca de bonitos a spinning

Lances estratosféricos, recogidas fulgurantes, clavadas brutales, carreras interminables. Sudor, dolor soportable, pasión a raudales. En superficie, a medias aguas, en las más oscuras profundidades. Caña de acción máxima de 80 gr, un carrete muy veloz que dé rienda suelta a nuestras necesidades, trenza fina para lograr lo inalcanzable, un bajo del 40 que nos ponga los pelos de punta y una buena grapa para poder cambiar infinidad de señuelos que el bonito no dudará en atacar apasionadamente. Jigs, paseantes y minnows serán nuestras armas de seducción pero, ojo, hay que saber el dónde, el cuando, el cómo y el porqué si no queremos regresar a casa con los remordimientos acosándonos. ¿Pescamos?

Como aproximarse para pescar el bonito

Pescar es seducir algo en un espacio íntimo, reservado, y si uno sabe tratar al bonito con elegancia y descaro, no dudará en darnos lo que todos andamos buscando. Al bonito hay que saber como aproximarse o desaparecerá irremediablemente, sin poder marcar otra muesca en el baúl de las hazañas y buenos combates.

Se divisa una pajarera enorme en el horizonte, el corazón manda dirigirse a ella con el gas a tope, pero hay que saber frenar a tiempo, ralentizar nuestros movimientos y aguardar la distancia justa que nos permita un buen lance. Jig de entre 30 y 60 gr, longitud de caña de unos 2,4 m y trenzado fino serán la clave. Con solo cerrar el pick-up, tendremos a un bonito enganchado, de no ser así, daremos largos y enérgicos cañazos o recogeremos línea a toda prisa para excitar al pez a que lo ataque.

Pesca de bonitos a spinning

El ataque del bonito

El bonito no suele fallar sus ataques, si tenemos en cuenta una serie de detalles:

Señuelos para todas las situaciones

Es cierto que hay momentos de más o menos actividad de los peces que andamos buscando, pero nuestros resultados nada tienen que ver con los calendarios, la luna, el sol, ni las mareas en el Mediterráneo. La intensidad de los ataques que provocamos tiene que ver con nuestro olfato -o intuición en este caso- la vista, el oído, la sonda y el material utilizado. Saber sacar rendimiento a todo cuanto tenemos a bordo no es garantía de capturar peces, pero sí de llegar a casa satisfechos de haber realizado un buen trabajo.

Ataques en superficie

Los spinners experimentados saben que no hay nada comparable a un ataque en superficie de cualquier pez y que un buen paseante puede excitar a cualquier depredador, pero estos señuelos requieren muchas horas de entreno y destreza a la hora de utilizarlos. Cuando vemos ataques de bonitos en superficie señuelos como el Realis Pencil de DUO son extraordinariamente efectivos, pero cuidado cuando hay aves… o vuestro señuelo saldrá volando! Funcionan muy bien con el mar en calma, poco viento y sin pájaros, pero hay que tener en cuenta que se fallan muchos ataques por torpeza de quién ataca o de quien debe clavar el ataque.

Los minnows en estas mismas condiciones tienen una clara ventaja: al ser hundidos esquivan a las aves, son muy atrayentes, efectivos y no fallan ningún ataque. No importa el estado del mar, pero el viento puede acortar mucho su lance. Modelos como el Tide Minnow Slim de Duo se lanzan como una flecha y, si es considerado uno de los mejores señuelos para la astuta lubina, qué pero le vamos a poner con el bonito…

Ataques a medias aguas

A medias aguas no hay paseantes que valgan, pues los hundidos son bastante lentos en descender y no se puede perder un segundo con estos bólidos marinos. Hay que ir a toda prisa, y lo más efectivo es poner un buen jig, que va a ser el comodín a utilizar con el bonito. Los hemos pescado con todos los modelos, colores y gramajes (de entre 20 y 80 gr) que existen en el mercado. El bonito nunca da ascos a un jig bien utilizado. ¿Como? ¡Quemando todos los cojinetes de nuestro carrete!

La sonda como compañera

La sonda cobra todo el protagonismo en este escenario. Ver manchas de pez pasto a media aguas, entre 10 y 30 metros, es sinónimo de jig-cast a grandes velocidades. Ésta es una pesca que desgasta muchísimo el equipo y nuestras fuerzas, así que es vital utilizar equipos ligeros para poder aguantar tanto trabajo. Pescar cuesta, y ésta no es una técnica para relajarnos. ¡La actividad es frenética! Puede ayudarnos bastante el uso de trenzas marcadas cada diez metros, así evitamos esfuerzos innecesarios, es decir, si la sonda marca peces a 15 metros, no tiene sentido bajar el jig hasta el fondo.

Ataques a ras de suelo

Es noble decir que a ras de suelo no buscamos bonitos, sino dentones y serviolas, aunque son muchas las picadas de bonitos que hemos tenido a pocos metros del fondo. ¿Como? Descendiendo pequeños jigs de unos 80 gr hasta tocar fondo, recogiéndolos a toda máquina hasta medias aguas y soltarlos otra vez hasta el abismo. No es raro que ataquen al descender el señuelo, entonces veremos como el hilo del carrete sale mucho más rápido, cerraremos el pick-up ¡y nos prepararemos para aguantar un buen embate! Lo normal es que los bonitos piquen antes de los 15 metros de recogida, parando en seco nuestra manivela y amorrando al agua nuestra puntera.

¿Por qué nos gusta tanto la pesca de bonitos a spinning? Pequeño relato

Solíamos navegar acurrucados y con tantas capas de ropa que parecíamos muñequitos de trapo. No es nada agradable sentir como se agrietan los labios, se hielan las lágrimas que imprimen las arrugas del pescador experimentado, se entumecen los músculos y notar las piernas tiritando. Un buen momento para pescar bonitos es con las primeras luces del día, pero uno va madurando la idea de buscarlos más tarde pues, en esos crudos momentos, sólo hay una cosa que puede consolarte: divisar una pajarera que te haga bombear sangre.

Pescar bonitos a spinning

Estábamos solos, éramos los únicos idiotas navegando con tres grados centígrados en el aire, pero ahora ya nada importaba, sólo elegir la caña montada con un pequeño jig metálico. Paré el motor a unos treinta metros de la pajarera, las aves estaban muy ajetreadas, algunos bonitos comían en superficie y rompían el agua con fuerza. Lanzamos los dos un poco apartados de las aves para no pillar ninguna con la trenza, esperamos cinco segundos y empezamos a trabajar, cada uno con su estilo: Martí dando largos cañazos y yo rompiéndome la mano acelerando los 6:1 ratios de mi SW, un auténtico pura sangre. El doblete estaba asegurado, y cuándo subimos los bonitos a bordo, nos dimos cuenta que las aves estaban reposando y los peces habían desaparecido. La sonda no marcaba actividad alguna, no se veían ataques a simple vista y decidimos no arrancar el motor para seguir escrutando las aguas en silencio. Montamos un paseante y un minnow de los grandes.

Pescando en silencio y concentrado se agudizan los sentidos que nos ayudan a localizar los sonidos. Los dos oímos chapoteos a las siete en punto, partiendo del principio de marcar las doce en proa y las seis en popa, como si nuestro barco fuese un reloj que nos hace, al mismo tiempo, de brújula y localizador de posibles capturas. Nos dimos la vuelta al mismo tiempo que las aves levantaron la cabeza. Recogimos señuelos a toda prisa, teníamos que lanzar el paseante antes que llegaran las aves, a escasos cincuenta metros de los chapoteos. Martí lanzó, imprimió carácter al movimiento del Realis Pensil con su muñeca e hizo zigzaguearlo como si se tratara de un pez que, herido, huía a toda prisa. De repente un bonito tras otro se lanzaron tras él. Daba mucha rabia fallar tantos ataques, ¡pero verlos era un auténtico espectáculo! Yo no tuve dudas sobre lo que hacer: sin viento, lancé mi Surf de 15 cm por detrás de su paseante. Cinco segundos, tres vueltas con mi pomo de combate y se dio la picada del día. Trabajar un bonito con una caña de 40 gr de potencia máxima es como saltar desde la estratosfera con paracaídas: ¡una auténtica gozada!

Pescar con equipos ligeros de calidad es impresionante: el blank te indica en todo momento qué hace el pez y qué necesita el pescador para dominarlo. Tras la picada, el bonito se quedó parado en seco, noté -con la puntera arqueada y el freno bastante apretado- cómo daba cabezazos para deshacerse de aquél pez naranja que lo tenía apresado. Al no dar efecto los repetitivos bandazos que daba no dudó, al notar que empezaba a tirar de él con descaro, a echar a nadar sacando unos veinte metros de hilo de la bobina. Paró en seco, estaba asustado y así me lo transmitía la puntera de la caña, temblando. Volví a tirar de él hacia el barco pero no quiso ponérmelo nada fácil. Otra carrera de infarto. Es importante mantener el freno apretado, pero lo suficientemente suelto como para dejar que el bonito corra y se canse, puesto que es un pez muy resistente en su lucha, y hay que tener tenacidad y paciencia.

Pescando bonitos a spining

Poco a poco lo vas acercando, parece cansado. Empieza a dolerte la muñeca, se calienta el brazo. La lucha que ofrece el bonito es impresionante, nunca debes confiarte. Se acerca el momento y se coloca justo debajo el casco. Tienes que subirlo a pulso y aún le quedan fuerzas para darte algún susto de infarto. Estás ganando el combate y sonríes, empiezas a confiarte y… cuando crees que lo tienes dominado, cuando piensas que ya has ganado, lo ves emerger del fondo, verdoso y plateado…

¡Y sale otra vez pitando!

3 Comentarios

Participa en la conversación
  1. Joan A.
    #1 Joan A. 4 noviembre, 2016, 07:21

    Molt bo ¡! Tinc la barca al Maresme fa un mes i estic pescant a curri costero. No va malament pero m interesa molt la modalitat que comentes ja que es veu apasionant. No tinc sonda de moment a una Mallorquina de 6m. Imagino que m he de guiar per les pajareras i moviments a superficie no? Gracies i seguiré els teus articles i comentaris¡!

    Contesta a este comentario
  2. Toni Martínez
    #2 Toni Martínez 23 mayo, 2016, 17:42

    Muy bueno Raul!!!!! 😉

    Contesta a este comentario