Grandes Lubinas a spinning, Técnicas y señuelos ideales para cada escenario

por Raül Ortiz 4 de septiembre de 2015 0 comments

Si la lubina es la estrella de la pesca marítima en nuestras costas, las grandes lubinas son las grandes estrella. Existen varias técnicas de pesca muy efectivas para pescar grandes lubinas con señuelos artificiales: al curricán costero, curri de fondo, con pez vivo… pero pescarlas a spinning es llegar al clímax para el pescador, dándoles a los peces el máximo de oportunidades.

Posar con lobas de unos cuantos quilos de peso está al alcance de pocos afortunados. Experiencia y tesón serán nuestros mejores aliados así que, si sirve de ayuda, vamos a ver como se desenvuelven en distintos escenarios.

Conocer al adversario

Es importante saber a qué nos enfrentamos para preparar bien nuestros equipos de pesca y elegir adecuadamente los señuelos. No es lo mismo salir a por lubinas que a por sargos, aunque cohabitan en las mismas espumas, como tampoco lo es ir a por lobas o a por tallahams, aunque se encuentren los dos en las mismas desembocaduras. Elegir bien el material ya puede suponer -de antemano- el primer punto ganado.

La lubina es un pez oportunista y come de todo. Se lanza al ataque con furia, aunque prefiere aguardar sus presas escondida y esperando que éstas pasen por delante. No tiene dientes, pero sí una enorme boca que puede con todos los señuelos que existen en nuestros arsenales. Es un pez potente, pero sus costumbres lo hacen poco resistente, posee una buena vista y mejores puntos sensoriales para cazar a las espumas o de noche así que, con estas cuatro premisas, vamos a buscar los señuelos ideales para tentarlas y vencerlas con garantías.

Señuelos perfectos. Cómo, dónde, cuándo

De nada sirve el mejor paseante si no se sabe pasear, de poco sirve un minnow de 20cm si la vara de la caña es blanda y no lo puedes hacer girar, el mejor jig resulta inútil si se monta en un bajo tan basto que no lo deja caer con naturalidad.

Ventajas de los señuelos grandes

en espumeros a ras de los acantilados puede decantar la balanza el uso de grandes señuelos como el DUO Tide Minnow Slim 200 o el TM Surf 150. Con ellos podemos realizar larguísimos lances, incluso con viento, y su espectacular natación combinada con una parada muy natural, nos permitirán barrer grandes superficies. Podremos lanzar des de una distancia prudencial de seguridad e iremos combinando pequeñas recogidas enérgicas con paradas en seco y pausas.

Otra de las situaciones donde un gran minnow nos puede ayudar es cuando observamos un gran número de diminuto pez pasto. La lógica nos hará pensar que se deben utilizar pequeños jigs o minnows pero, si lo pensamos fríamente, nuestra pesca se convertirá en una lotería, dado que será cuestión de azar que una gran lubina tome un señuelo igual a millones de pececillos que tiene a su alcance. En estas situaciones, mejor provocar el ataque de la gran loba por territorialidad, compitiendo con ella con el mayor señuelo que tengamos en la caja.

El uso de paseantes

hay distintas formas de excitar la picada de un pez con paseantes. En días de calma total, romper la superficie del agua puede ser la forma más efectiva de llamar la atención de los grandes depredadores. El DUO Reallis Pensil 110 nos ha dado grandes capturas, dado que es un señuelo que lanza muy lejos, es muy fácil hacerlo nadar bien y con distintas modalidades. Podemos hacer lentas recogidas lineales, marcando una estela perfecta tras él, hundirlo dando golpes de caña hacia abajo, hacer un espectacular zig-zag moviendo la puntera de lado, o lo podemos hacer volar en superficie recogiendo rápido.

Combinar distintas técnicas de recogida y velocidades es la clave de esos días calmos en los que parece que no existe vida en el mar.

Pequeños jigs

Sí, las grandes lubinas también entran a los jigs. Los ideales son los de pequeño tamaño –unos 30gr- y que tengan una caída natural, como los Press Bait de DUO. Existen situaciones o escenarios ideales para tentar a las lobas con jigs: al pescar a jig-cast en espumeros y acantilados en aguas poco profundas, o practicando jigging a poca profundidad sobre pecios, rocas, biotopos,… También marcan la diferencia cuando días posteriores a temporales hay gran cantidad de escombros en superficie, ya sean todo tipo de hierbas o pequeños troncos que impiden el uso de señuelos de superficie.

La lubina es una especie muy caprichosa, deseada y perseguida hasta la saciedad por gran número de aficionados a la pesca, dado que su captura es considerada como un gran trofeo por su dificultad. Existen infinidad de trucos, señuelos, cañas y carretes ideales para realizar el sueño de pescar a una gran lubina, pero para que muchos más podamos realizarlo, debemos practicar una pesca responsable y pensar en los demás.

Buena pesca!