¿Es cierto que Podemos quiere acabar con la pesca? Explicamos cuál es su propuesta de modificación del Código Penal y cómo podría afectarnos

por Antonio Gallardo 11 de febrero de 2018 0 comments

Hace apenas dos semanas saltaron las alarmas en forma de titulares llamativos como “Podemos quiere acabar con la pesca”. Todo tiene origen en la presentación en el Congreso de una nueva propuesta. La sorpresa fue mayúscula. En principio, visto los titulares podría pensarse que la propuesta se dirigía a prohibir la actividad, pero no es así. Se trata de una proposición de ley de reforma del Código Penal para que el maltrato a animales salvajes sea contemplado como delito.

La respuesta a las críticas por parte de Podemos, especialmente de Juan Carlos Monedero ha sido negar esta intención. Aunque en su mensaje deja claro que no es para nada partidario ni de la caza ni de la pesca si afirma que no va en su contra: “tenemos que asumir que es una tradición”, aunque deja alguna pulla en contra: “Yo creo que las nuevas generaciones a ese respeto le han dado una vuelta más, cada vez cuesta más cazar y pescar”, una frase, que, en el caso concreto de la pesca, muestra el nulo conocimiento que tiene de cómo es y cómo se practica.

Traspasar una línea peligrosa

Entonces ¿Quién tiene razón? Si se aprobara esta medida, para la que se necesitaría muchos más apoyos que sus diputados, no significaría el final de caza y la pesca, ya que, lo que probablemente veamos es que actividades reguladas como la nuestra quedarían fuera de considerarse delito.

Pero lo que alarma a las asociaciones que han criticado esta medida es que con este cambio de norma si sería mucho más fácil dar el paso definitivo para acabar con ambas actividades. Lo hemos visto y estamos sufriendo con la Ley de especies Invasoras y como está afectando gravemente a la actividad de la pesca.

Aprobada la misma se facilita cualquier cambio legislativo que conlleve que la actividad, incluida prácticas como incluso la captura y suelta se pueda considerar como delito. Bastaría interpretar que en el proceso de desanzuelar y devolver al pez al agua se ha ejercido algún tipo de maltrato.

¿Se puede considerar también a la captura y suelta como maltrato animal?

Esta es la línea peligrosa que muchos interpretan que una vez cruzada pondría en peligro la actividad. En el lado contrario, se defiende que no se pueden consentir actos tan crueles que hemos visto en redes sociales como despeñar un Jabalí en el sendero del río Cares o ahogar a otro en un canal de riego.

Pero ojo, también esta propuesta alberga una contradicción, porque tan salvaje es la fauna autóctona como los peces introducidos ¿Se puede defender la eliminación de peces como black bass, lucios o carpas a la vez que se condena el maltrato animal?

Con todo esto, sin alarmarnos de forma anticipada, si debemos estar atentos a su evolución, si se tramita, que apoyos tiene y como se formula este cambio que sin suponer la prohibición de la pesca si puede suponer una amenaza futura.