El escandall, un instrumento básico para la pesca a corcheo

El escandall, un instrumento básico para la pesca a corcheo

El escandall, un instrumento básico para la pesca a corcheo

por 18 de noviembre de 2015 0 comments

La escena que a continuación os voy a contar la podemos situar en cualquier escenario de nuestras costas.
Nos hemos acercado al espigón que frecuentamos habitualmente con nuestra flamante caña y equipo de corcheo
La jornada se presenta propicia; el cielo está totalmente despejado, sopla una ligera brisa que hace que la mar esté un poquito picada, encima se ha estado comentando que está entrando pescado y para colmo hemos madrugado y estamos solos en el espigón por lo hemos escogido el mejor sitio.

No deshechos el escandall como cosa de viejos

Después de una hora ni siquiera hemos tenido una triste picada, el sol está ya bastante alto.
En esas aparece un señor mayor y se coloca a nuestro lado y nos saluda amablemente mientras se dispone a montar sus aparejos mientras nosotros lo miramos con cierta mezcla de curiosidad y compasión, “mira este a la hora que viene y encima hoy que no pican” pensamos mientras observamos que su equipo es mucho más modesto que el nuestro.

El abuelete se sienta en la misma roca, pues ni siquiera ha traído silla, se monta el aparejo, cuyo corcho parece tener muchos mas años que él y ante nuestra cara, que lo mira ya como a un bicho raro, coloca en el anzuelo un extraño plomo con el que se dispone a lanzarlo al agua y pacientemente empieza a levantar la caña y a manipular su corcho, mientras nosotros pensamos que nos va a espantar la poca pesca que hay hoy con esos plomazos.

Pero cinco minutos después nuestra cara se queda desencajada ante la escena que observamos. En ese tiempo el viejo pescador ha llevado hasta su salabre una bonita dorada que reposa ya en su saco, y ahora mismo está peleando con otro pez de igual tamaño.

corcheo y el escandall

Achacamos el lance de este pescador a la suerte, a conocer mejor que nosotros el lugar donde pescamos, las horas donde pican o incluso el tipo del cebo pero mientras intentamos que la suerte gire a nuestro favor sin conseguirlo, él sigue pescando mientras nosotros no tenemos la más mínima picada, hasta que, derrotados, damos por finalizada la jornada con un bolo rotundo.

El escandall puede marcar la diferencia

Más calmados y ya en nuestra casa, y después de haber soportado estoicamente las habituales burlas acerca de nuestra capacidad para llevar pescado a casa, nos ponemos a reflexionar y analizamos.

Tenemos una buena caña para pescar, el corcho está perfectamente aplomado, pescamos con líneas más o menos finas, posamos el aparejo con sutileza, el cebo está en perfectas condiciones y hasta hemos confeccionado el bajo de línea con fluorocarbono. Entonces, ¿qué ha fallado, donde está la diferencia entre aquel señor que se ha inflado a pescar mientras nosotros no tuvimos resultados?

Y entonces caemos en el detalle del principio, en el plomo que ha utilizado el abuelete y que es lo único que nos ha diferenciado de él. Entonces indagamos, preguntamos en nuestra tienda de pesca habitual y le describimos al dependiente el extraño plomo hasta que nos sacan de dudas: es un escandall y sirve para medir la profundidad.
Un detalle tonto, pero que puede ser la diferencia.

Ya lo tenemos. Al día siguiente el cuento cambia radicalmente y aunque no hemos madrugado tanto como otros días la pesca ha sido espectacular. Ni en nuestros sueños más húmedos podríamos haber imaginado una pesquera así. Y todo por haber medido correctamente la profundidad a la que dejamos nuestro cebo.

¿Que es el escandall y como se utiliza?

Pues sí el protagonista de esta historia ha sido un simple trozo de plomo de unos cuarenta gramos de peso que sirve para sondear la profundidad a la que colocaremos nuestro cebo y que puede marcar la diferencia entre una jornada aburrida y otra espectacular. Pero ¿cómo es un escandall?

Tipos de escandall
El más usado por los pescadores tiene forma de cono, con la mencionada argolla en la punta y con una base de corcho para poder clavar allí el anzuelo. También existen otros tipos de sondas como los plomos de pinza, que no es más que eso, una pinza fabricada en plomo que se cierra sobre el anzuelo.

Su uso es muy sencillo, una vez puesto en el anzuelo prospectaremos con la sonda la profundidad de la zona escogida para pescar, en cuanto toque el agua, lógicamente hundirá nuestro corcho debido a su peso deberemos subir y bajar nuestro corcho hasta encontrar la profundidad deseada.

Un consejo que os doy es que a la hora de “escandallar” lo tenéis que hacer “a punta de caña”, es decir, que nuestro escandall caiga perpendicular a la punta de nuestra caña, este sistema, aunque luego vayáis a pescar un poco más lejos tiene sus ventajas, puesto que os evitaréis muchos enroques cuando el agua os acerque el aparejo a las rocas del espigón.

Otra cosa muy importante es sondear la profundidad a ambos lados de nuestra caña, a medio metro a cada lado de donde va estar nuestro corcho depositado, el porque de esta operación se debe a que al desconocer la orografía del fondo sobre el que nos encontramos es posible que a un lado o al otro se abra alguna grieta, o nos encontremos con algún escalón o estemos pescando sobre bloques de hormigón y entre uno y otro haya algunos centímetros de diferencia.

¿Pero cual es la profundidad adecuada?

Pues eso depende de la especie que vayamos a pescar y del tipo de fondo de nuestro pesquero.
Por lo general yo utilizo una profundidad que oscila entre un palmo o palmo y medio del fondo, esto se verifica viendo el corcho, es decir cuando queda hundido por nuestro escandall justo a un palmo o palmo y medio bajo la superficie, este tipo de profundidad es muy efectivo para todo tipo de peces sobretodo cuando pescamos en espigones o en zonas donde sea posible enganchar con las rocas, de esta manera el cebo quedará suspendido justo encima de las piedras y será muy visible para las especies tanto de paso por ellas como las doradas como para los peces que viven entre ellas como los sargos.

En zonas de arena se puede pescar dejando reposar el cebo sobre el fondo, porque en estos arenales no se enroca y el tipo de pescado que encontraremos aquí es más bien “hociqueador” como las mabras, salmonetes o peces planos.
En otras ocasiones nos encontraremos pescando peces que navegan a medias aguas o incluso en la superficie tales como llisas, jureles, palometas, etc, en estos casos no es imprescindible el uso de la sonda, bastando con calcular la profundidad “a ojo”.

El escandall es un fantástico compañero de pesca

Es posible que haya gente que al leer este artículo pueda pensar que se trata de un instrumento muy obvio para todo aquel que practica la pesca a corcho, tanto en el mar como en el río, pero en mis jornadas de pesca he visto innumerables casos como la historia que os he contado. Realmente es un utensilio muy básico pero a la vez imprescindible para poder pescar más y no debería faltar en vuestras cajas de pesca, de hecho muchas veces incluso habiendo “escandallado” y ante la falta de picadas un nuevo sondeo del fondo y su posterior rectificación de la profundidad, a veces ha sido mínima, ha cambiado el rumbo de mis jornadas de pesca.

En fin, espero que este artículo os sea útil en un futuro y que disfrutéis de la pesca tanto como yo.
Un saludo

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