Pesca a spinning marítimo

Consejos para la pesca a spinning marítimo en verano

por Toni Martinez 10 de junio de 2014 6 comments

Para muchos aficionados las vacaciones de verano se acercan y para otros, el buen tiempo y el calor les anima más a acercarse  a la costa a practicar la pesca a spinning marítimo. Es una muy buena estación para los amantes del señuelo artificial aún con los más sofocantes calores si seguimos unas pautas y no lanzamos la caña a las tres de la tarde en una concurrida playa.

Ya sabéis que a los adictos a la pesca a spinning marítimo no nos para nada, ni el calor, ni el frío, ni el viento o la lluvia. Siempre al pie del cañón. Cierto es que el pescador ocasional lo tiene más complicado, ya que la pesca a spinning marítimo requiere de mucho conocimiento de las zonas de pesca, pero el verdadero especialista, aquel que no guarda su caña en todo el año, aún fuera de sus habituales zonas de pesca, puede salir airoso en la zona de veraneo elegida. Conociendo a la especie también se tiene mucho ganado. No nos engañemos, vacaciones sí, pero la caña de spinning siempre cerca…eso si no hemos programado unas vacaciones 100×100 pesca.

 ¿Qué especies encontramos más activas?

Con las aguas bien caldeadas no solo disfrutan los surfcasters de entradas de mabras y doradas. Las palometas blancas, los jureles, las agujas, las anjovas y las lubinas serán asiduas de nuestros señuelos si nos acercamos a ellas en los momentos que buscan su comida habitual. Las palometas son peces gregarios y si damos con ellas la diversión está asegurada con un pez que pelea con bravura si pescamos con equipos ligeros o de rockfishing. El que no ha probado su pesca con tan livianos equipos con pequeños poppers y minnows de apenas 5cm. o jigs de cásting de 5gr. no sabe lo que se pierde. Es una de mis pescas preferidas y siempre ansío la llegada de los meses de primavera y verano para verme las caras con estos fantásticos peces. Los jureles más de lo mismo, y ya para estos meses de verano su talla es de las buenas. Han comido durante la primavera es el momento de dar con esos ejemplares que ya pasan incluso el kilo de peso.

Pesca embarcada

Si disponemos de una embarcación o un kayak serán grandes aliados en la búsqueda de nuestras presas. Siempre aprovecharemos más las primeras y últimas horas del día para buscarlas y aunque los bañistas no suelen acudir a esas horas, sí lo hacen muchos pescadores que al igual que nosotros les gusta pescar con el buen tiempo y el calor. Por eso muchas veces encontraremos los puestos de pesca ocupados siendo la mejor opción disponer de una embarcación o el kayak para pescar zonas más tranquilas y menos tocadas. Ni qué decir que para buscar palometas y jureles por ejemplo, son de gran ayuda ya que estas especies se mueven mucho y muchas más veces de lo que quisiéramos no están a tiro de caña para el pescador de orilla. Son meses muy buenos para la formación de pajareras incluso de anjovas. Aparte, no podemos perdernos tras una tarde de sesión de lances, un regreso al atardecer en barca con la agradable y refrescante brisa marina. Todo un lujo para combatir el calor.

Días nublados para lubina

Muchos aficionados no pescan la lubina porque creen que en verano disminuye de actividad, pero no es tan cierto como parece. Disponen de mucha comida y eso hace que cueste más esfuerzo hacerlas picar, pero siguen rondando sus habituales zonas de pesca. Están muy cebadas a pequeños alevines que han eclosionado en primavera por lo que la utilización de pequeños artificiales se hace obligada a medida que aumenta el calor y la temperatura del agua. Las playas donde durante el día frecuentan los bañistas son posteriormente frecuentadas por las lubinas al atardecer y al amanecer solo que se levanten cuatro olillas, esa espumilla tan deseada por el róbalo. Buen momento para el buldó con un pequeño raglou, cucharilla ondulante o anguilón e incluso con los equipos de rockfishing con cualquier gominola de mucha movilidad, preferiblemente en color perla o blanco. Pero si hay un momento que no deberemos desaprovechar serán los días más nublados. En pleno verano, los días cubiertos de nubes son un alivio de veraneantes y una bendición para pescadores. Las lubinas se activan sobremanera y si además se remueve el mar mejor que mejor. Serán momentos para pescarlas con cualquier señuelo a poco que no nos pasemos de tamaño, ya que los grandes señuelos de más de 14 cm. son más eficaces en los meses venideros…

La emoción de pescar en superficie

Cualquier especie depredadora es apta para pescarla en superficie y estamos en la época ideal. Sea en zonas de roca, en puertos, en desembocaduras, bahías, playas someras…. En los momentos de más calma los depredadores atacarán un buen paseante, Popper o pencil que irrumpa la primera lámina de agua. Ya sabemos la ferocidad de una anjova ante estos señuelos que con más presión de pesca y con el agua muy calmada y limpia podremos mover más pausadamente dando más vidilla a un atractivo paseante. La lubina por su parte y más en aguas someras entrará franca a un buen paseante si imita fielmente a sus presas o de color más llamativo entre dos luces. El amanecer es un muy buen momento para tentarla ya que aún no hay el trasiego de horas posteriores y la encontraremos más confiada y dispuesta a atacar en superficie.

Tardes de grandes depredadores

Aquí ya estamos hablando de grandes palometones y anjovas entradas en kilos. Las tardes más calurosas acostumbran a frecuentar las puntas de espigones y salientes de roca tras los mújoles o cardúmenes de bogas, agujas y jureles. Siempre es mejor su pesca en momentos sin aire o con mucho, un viento moderado y contra más calor haya hecho durante el día mejor. Los señuelos pueden ser variados para prospectar todas las capas de agua. Todo tipo de señuelos de superficie, y grandes minnows de más de 15cm. para prospectar aguas más profundas junto con los imprescindibles paseantes hundidos. Un buen jig de cásting de unos 30-40 gr. también nos será de mucha utilidad. Es una técnica eficaz para pasar una tarde en el espigón si la pesca con cebo nos aburre y no queremos solo ver doblarse una gran caña si no sentir la más espectacular de las picadas en nuestra muñeca, en una inyección de adrenalina brutal. Una recomendación en estas zonas es la utilización de un gran salabre para evitar resbalones innecesarios. Posteriormente ya utilizaremos un buen grip para manejar mejor  a una buena pieza.

Como veis, aún en pleno verano muchas especies están activas dispuestas a hacernos pasar mañanas y tardes más que entretenidas. ¡Contadnos vuestras experiencias de verano en Coto de pezca!