Claves para poder pescar en vacaciones y no reñir con la familia

Claves para poder pescar en vacaciones y no reñir con la familia

Claves para poder pescar en vacaciones y no reñir con la familia

por 12 de abril de 2017 0 comments

Muchos de nosotros aprovechamos nuestras bien merecidas vacaciones para acudir a poblaciones pequeñas y tranquilas y, como pescadores que somos, siempre intentamos controlar las masas de agua cercana, ya sean continentales o costeras, para poder, si se puede, acudir algún día y echar las cañas un rato.

Pero ocurre que en este periodo vacacional, las obligaciones familiares, sobre todo para aquellos que somos padres, nos tienen ocupados más de lo que desearíamos y la sola idea de ir a pescar una mañana o un día entero, puede provocar conflictos con nuestros seres más queridos.

Por medio de este artículo vamos a tratar de conjugar, aunque no siempre será fácil, la vida familiar en vacaciones con nuestra pasión por la pesca mediante una serie de consejos que pueden servirnos para conseguirlo.

Madruga mucho

Ya sea en un lugar costero como en pueblos del interior, en cuanto el sol empieza a alzarse nuestra familia comienza a ponerse en marcha para realizar actividades. Ya sea bajar a la playa o realizar alguna excursión, a las 10 de la mañana nuestros hijos, esposa y demás familiares se encuentran ya preparados para salir.

Sabiendo esto, podemos intentar realizar salidas de pesca “expres”, esto es madrugando mucho para poder pescar apenas un par de horas. Serán las horas próximas al amanecer, mientras nuestra familia aún duerme, las que tendremos que aprovechar para acudir a nuestro lugar preferido y lanzar unas cuantas veces para luego volver y poder estar con la familia.

Trasnocha

Si eres de los que, como yo, madrugar le cuesta más, podemos hacer todo lo contrario y pescar cuando caiga la noche. Esta opción solo será válida en la pesca costera ya que en la pesca del agua dulce no está permitida la pesca nocturna. Sin embargo, para los que veraneen en la playa, un rato de spinning nocturno o pescar unas horitas al corcho sentados en un espigón, nos dará mucha satisfacción y contribuirá a apaciguar nuestras ansias de pesca.

Planea tu jornada minuciosamente

Ya hemos visto que, bien por la mañana o bien de noche, el tiempo que tendremos para gozar de nuestra pasión será mínimo. Por lo tanto tendremos que desechar destinos que, por mucho que nos apetezca, impliquen desplazamientos largos y que nos resten tiempo de pesca.

Por lo tanto, tendremos que amoldarnos al tipo de pesca y a los peces que existan en aquellos lugares que, literalmente, queden a tiro de piedra. Si estamos cerca de un embalse donde habiten ciprínidos o haya población de basses, serán estos los objetivos y, en el mar tendremos que amoldarnos a los escenarios cercanos como playas, donde pescaremos peces como mabras, o espigones y puertos donde la variedad será más amplia.

Dentro de esta planificación también entrará la elección del equipo. Vamos a pescar como mucho un par de horas, así que olvidaos de llevar sillas, sombrillas, neveras, cajas y cajas llenas de señuelos… Una caña y una mochila con lo imprescindible será más que suficiente.

Alíate con tu familia

Otra manera de conjugar la vida familiar en vacaciones con la pesca es intentar implicar a nuestra familia en nuestra pasión. Para ello podemos intentar realizar jornadas de pesca, sobre todo con los más pequeños, para enseñarles a pescar y, de esta forma, matar dos pájaros de un tiro. Para ello, aunque a nosotros no nos seduzca demasiado la idea, acudiremos a lugares fáciles y donde abunden peces que sean fáciles de capturar como pequeñas carpas, madrillas o perca soles en agua dulce o pececillos de roca en el mar. Unas cañitas ligeras, cebo sencillo y barato y mucha paciencia harán el resto para que nuestra familia se aficione y nos acompañe más a menudo a pescar.

Negociar o pactar con la familia…. Última opción

Existe otra opción y es la de la negociación pura y dura con los núcleos duros de la familia. Podemos intentar pactar para conseguir que un día a la semana podamos pescar durante todo el día sin restricciones horarias ni otras obligaciones familiares. Para conseguirlo, como en toda buena negociación, tendremos que hacer importantes concesiones como olvidarnos de pescar el resto de días de la semana y estar a entera disposición de la familia. Pero a veces este tipo de pactos, aunque duros, merecen la pena.

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