Muchas veces se nos hace difícil localizar al esócido a base de insistir lanzando señuelos de la más variada forma, color, tamaño y tipo, cambiando continuamente de uno a otro con la esperanza de encontrar el más apetecible para el lucio en ese momento.
Lo que realmente ocurre es la falta de actividad del mismo o que no somos capaces de localizar la ubicación donde se apostan ese día, por lo que, si queremos completar la jornada de pesca del lucio con el cómputo de alguna pieza en nuestro haber, no nos queda más remedio que practicar la pesca al curricán –no habría que aclarar que hablo sólo en el caso de pesca desde embarcación-, la cual hará que abarquemos mucho más espacio en menos tiempo al hacer trabajar el señuelo elegido durante un lapso temporal más continuado y rastreando así una extensión mucho más amplia que si sólo nos dedicamos al lance.
Esta técnica, aunque es indudable que resulta más cómoda para el pescador, y en apariencia más fácil, ya que el simple devenir de la barca hará nadar correctamente el artificial elegido, no está exenta de tener que utilizar unas cuantas pautas básicas para que esta búsqueda del depredador no resulte baldía.
Contenido del árticulo
1. Elección de la profundidad
Aquí nos resultará de una gran utilidad, y casi me atrevería a afirmar que este elemento es casi esencial para este tipo de pesca: una sonda; no hará falta que sea cara ni de mucha calidad, pero sí que tengamos la certeza que nos señala la profundidad con exactitud. En este apartado yo aconsejaría buscar al depredador, de inicio, en profundidades que ronden los 10-14 metros, que es el hábitat preferido de este pez en la mayoría de las épocas del año. En tiempo de pre, post y desove, sobre todo, aunque hay que probarlo en todo tiempo, profundidades de 2-4 metros serán también lugares propicios para la pesca del lucio, siempre teniendo en cuenta que en cualquier punto de la columna de agua nos pude dar una sorpresa algún lucio suspendido.
2. Señuelos
Mis preferidos para la pesca del lucio al curricán son los crankbaits, aunque tanto jerkbaits como vinilos pueden funcionar perfectamente con esta técnica –no hay que decir que elegiremos el adecuado a la profundidad en que vayamos a pescar.
3. Velocidad de recogida
Si queremos pescar en profundidades sobre los 10 metros, con artificiales tipo crankbait o jerkbait que nos indiquen en el prospecto que son de una profundidad de seis u ocho, nos será suficiente, ya que esta indicación del fabricante se supone que es llevando a cabo una recogida manual, pero en cuanto demos un poco de velocidad a la barca, estos señuelos de 6 metros te pueden bajar sobre los diez, y los de 8 sobre los doce. Siempre adaptaremos la velocidad de la barca al señuelo utilizado y la profundidad que nos indique la sonda. A menor profundidad, evidentemente, artificiales de menos pala.
Con vinilos la pesca del lucio al curricán también se puede llevar a cabo con total efectividad. A más profundidad, más pesados, siendo un buen peso para los mismos sobre los 30-35 gramos para que pescando muy lentamente profundicen sobre los 8 metros, y en zonas con menos agua aumentar la velocidad para que así pesquen más arriba.
4. Distancia del señuelo a la barca
Una distancia de unos 50-60 metros será suficiente, aunque si queremos pescar profundos con vinilos de no excesivo peso, el aumentar esta distancia hará que éstos se acerquen más al fondo.
5. Colores
Utilizaremos preferiblemente los más parecidos a los peces pasto que existan en el escenario que estemos, aunque actualmente, sobre todo por la abundancia de alburnos en la mayoría de nuestras masas de agua continentales, los colores claros imitando a este pez son un cheque al portador.
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