Invierno: buena época para la pesca del barbo

por Josan Illescas 3 de marzo de 2016 1 comment

Estos meses fríos, y pese a la creencia general en contrario, son muy propicios para la pesca del barbo en nuestros ríos y pantanos. Sabido es que los ciprínidos en general ralentizan su metabolismo y disminuye su actividad con la llegada de las bajas temperaturas, pero también es cierto que los ríos mantienen un microclima diferente al de masas de aguas quietas como por ejemplo los pantanos, lo que hace que a lo largo del año la actividad de los peces sea diferente, siendo ésta más marcada en los ríos, donde tendremos relativamente fácil acceso a los mismos, siendo los pantanos propicios para los barbos “gordos”, que son los que buscarán con más ahínco los nutrientes debido a que su metabolismo, al ser peces de notable peso y tamaño, necesitan más comida y de forma más asidua que sus congéneres más pequeños, que en estos meses más fríos no necesitan tanto aporte energético, siendo su actividad mucho menor… en pantano, matizo de nuevo, totalmente diferente al río, donde, como queda dicho, comen de forma regular durante todo el año.

Pesca del barbo en el río

Varias modalidades podremos utilizar para pescar a nuestro bigotudo amigo, siendo las más destacables: la pesca al coup con enchufable o caña fija, con boloñesa a “veleta corrida” o “a la pasada” y a fondo o, muy en boga en la actualidad, a feeder, técnica un tanto más sofisticada que el fondo clásico con cebador, aunque la base siga siendo la misma.

Yo en esta época, y más este año que el invierno parece primavera, lo que trae como consecuencia hechos tan inhabituales como el que los barbos estén posicionándose tan tempranamente para el desove, mostrándose en momentos muy ansiosos de comida, además que es la técnica que para la pesca de este ciprínido es más de mi gusto, me decantaría por pescar “a veleta corrida” con ova, sobre todo si río arriba podemos encontrar ésta adherida a piedras o estructuras artificiales como presas, ya que al ir desprendiéndose actúa como cebadero natural para estos peces. El asticot, o incluso el gusano de la miel, serán también una buena opción para esta pesca, aunque, ya sabida la prohibición del cebado de las aguas en la mayoría de los ríos, si tuviera que decantarme con un cebo sería, como ya he dicho, la ova, que es el cebo del que menos desconfiarán ya que están habituados a su ingesta.
La pesca del barbo con enchufable o feeder, como he dicho, serán otra opción, aunque aquí la ova no es cebo que se pueda utilizar, siendo mejor “bichos”, asticot sobre todo, más los consabidos gusanos de la miel y lombriz del tierra. Inconveniente primordial de estas dos técnicas: la mencionada prohibición generalista del cebado de las aguas en río, sin el cual, al cebado me refiero, será muy complicado atraer a los barbos a nuestro pesquil, ya que lo considero casi obligatorio para que estas técnicas se muestren efectivas.

Pescar barbos “grandes” EN PANTANO

En este caso, en estas fechas frías, y para pescar estos mastodónticos peces, la pesca del barbo a fondo, y más concretamente el carpfishing, será, casi me atrevo a afirmar, la única técnica viable para, no sólo hacer picar a uno de estos majestuosos peces, sino para poder meterlo en nuestra sacadera al ser tal su desmesurada fuerza y potencia. Un buen cebado lo más centrado posible será fundamental, siendo los cebos preferidos para capturar uno de estos barbos de ensueño los boilies, muy al uso con sistema hair, cosa obvia, y acompañado con un pop-up que lo haga más atractivo y visible para el pez.
Así que, sea en río o en pantano, sean barbos de pequeño o grandioso tamaño, estamos en época favorable para su pesca. Simplemente teniendo la prevención de abrigarnos adecuadamente, podremos disfrutar de provechosas jornadas tentando a nuestro apreciado ciprínido patrio.