Truchas al tiento, una forma clásica de pescar que pervive

Truchas al tiento, una forma clásica de pescar que pervive

Truchas al tiento, una forma clásica de pescar que pervive

por 29 de abril de 2015 0 comments

En Cotodepezca.com hemos hablado mucho –y lo que nos queda- del eterno debate entre pescadores con muerte y sin muerte. Para todas las especies en general, pero para los salmónidos en particular, que crezca la captura y suelta lo considero como un punto muy positivo para la pervivencia de las poblaciones piscícolas. Pero esta realidad choca con la tradición y costumbres de buena parte de los pescadores.

En el norte de España, está muy arraigadas las formas tradicionales de pesca con cebo natural, aguantando con más fuerza frente al empuje de la pesca a mosca o de la cucharilla con anzuelo sin muerte. La realidad es que la pesca con cebo natural es sin duda la más utilizada para la trucha, reo y de una especie tan sensible como es el salmón. La principal de todas, por abundancia, es la trucha aunque desde luego también su volumen de poblaciones ha caído de forma drástica.

pesca-trucha-tiento

Una pesca sencilla en el planteamiento pero complicada en la práctica

Con esta coyuntura lo importante es que el pescador cumpla a rajatabla con lo estipulado por la administración, tanto en cupos como en tallas mínimas. Esta es difícil de gestionar cuando se pescan truchas al tiento, con cebo vivo, ya que muchas veces el pez traga el anzuelo muy profundamente y el desanzuelado para poder devolver con vida al pez es casi imposible. Para evitar minitallas debemos elegir un tamaño de anzuelo grande, que llevará a perder a algunas presas pero que la mayoría que se capture sean del tamaño mínimo permitido y facilitar el desanzuelado.

El aparejo para la pesca de truchas al tiento es muy sencillo. A nuestro anzuelo plomaremos ligeramente la línea, de forma discreta y con un peso variable que nos lo mostrará el estado del río. Si pescamos en tramos de corriente o lo hacemos a principio de temporada cuando los ríos van crecidos debemos plomar más la línea para que esta no sea arrastrada con facilidad. En tramos someros y con menos agua, la plomada debe ser más ligera, ya que si no, el cebo ganará fondo con demasiada rapidez. Aunque podemos pescar la trucha muchas veces cuando el cebo llega a fondo pero en muchas ocasiones y especialmente cuando avance la temporada la trucha se abalanzará cuando el cebo vaya descendiendo desde la superficie.

trucha común

La forma de pescar es ir remontando el río. La trucha se posiciona siempre contracorriente esperando los alimentos que traslada el agua. Para intentar no ser detectados nos movemos al contrario a su visión y lanzamos el cebo por encima de la trucha para que la ataque de forma natural.

Y en verano… saltamontes

Respecto al cebo, por antonomasia es la lombriz de tierra. Es versátil, económico, permitido en todas las comunidades autónomas y fácil de conseguir. El cebo natural debe ser siempre aquellos que sean propios de la zona. Por ejemplo el clásico gusano americano o asticot (blanco) está prohibido en la práctica totalidad de las aguas trucheras.

En los últimos días de temporada que coinciden con el arranque del verano, podemos hacer una variación y optar por el saltamontes, que abunda en las orillas de los ríos. Correctamente insertado tendremos un cebo de gran movilidad que atacarán grandes truchas cuando se muevan en superficie y que nos permitirán disfrutar de buenas y gratificantes jornadas.

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