Bricolaje y mantenimiento

Los triples de los señuelos son claves en el éxito en nuestra pesca

por Carlos Prieto 29 de marzo de 2016 0 comments

Vigilar la salud de los triples de los señuelos son una de las claves para el éxito en nuestras jornadas de pesca.
Desde hace mucho tiempo se viene polemizando acerca del tema que concierne a los cambios de anzuelado, a veces no sin razón. Mientras que por un lado hay firmes defensores de mantener las mismas dimensiones y peso de las poteras para que el comportamiento del artificial no se vea comprometido sobre el agua, también hay quienes no dudan en variar los aceros. Mediante la adopción de dicha medida se pretende suplir la habitual carencia de peso de muchos de los señuelos existentes en el mercado, e incluso modificar su acción de nado, y lo cierto es que en ocasiones se consigue dar a las muestras una nueva dimensión que nada tiene que ver con lo inicialmente propuesto por el fabricante. Sin embargo, proceder a hacer nueva añadidura no garantiza que el comportamiento del artificial mejore, pues, por lo pronto, el aumento de peso supone un lastre que impide que algunas de las muestras nos muestren su mejor cara.

Las marcas suelen mirar para otro lado

Si bien la corrosión es un elemento que afecta directamente a la contumacia del anzuelo, el caso es que no se trata del único problema que ha de afrontar el pescador. Desde luego que no hay nada más frustrante para quien consigue enganchar una pieza de consideración que comprobar que ésta ha logrado desembarazarse de la trampa merced a que el anzuelo se ha doblado, cuando no partido. Y es que a pesar de pagar importantes sumas por artificiales de todo color, tamaño y formas imaginables, lo cierto es que las firmas son reacias a variar la extrema fragilidad de los robadores que sus señuelos suelen portar, y no será porque no hayan oído quejas relativas a este extremo.

¿Triples Stainless Steel  o los clásicos “Permasteel”?

Dentro del colectivo de pescadores, cada aficionado practica su afición según su propio criterio. Unos se sirven de ella para evadirse de las preocupaciones cotidianas, mientras que otros lo hacen para escaquearse de la señora (o señor) de la casa.

No obstante, desde un tiempo a esta parte también empieza a prodigarse en nuestro litoral la presencia de una nueva especie que busca el lucimiento personal ante la parroquia mediante la adquisición de material de última generación. Y es que a menudo no faltan quienes no se sustraen a la constante presión del marketing, probando de aquí y de allá sin que el resultado final se traduzca en capturas.

De uno u otro modo, toda esta amplia familia de pescadores busca con denuedo una respuesta adecuada al problema de la corrosión y la fragilidad de las poteras. Pues, bien, una de las innovaciones que más han sorprendido en los últimos años es la que han lanzado algunas compañías en forma de “anzuelo milagro”, el cual, bajo la denominación “Stainless Steel”, tiene como principales cualidades una extraordinaria fuerza y ser virtualmente inoxidables.

Desde luego, se trata del modelo de anzuelo que todo pescador quisiera para sus artificiales, pero sin embargo en este punto se nos plantea un interrogante. ¿Qué pasaría si, por azares del destino, perdiésemos una de nuestras preciosas muestras dentro de las fauces de un pez? Pues, salvo que el anzuelo carezca de arponcillo o “muerte”, algo que le daría una oportunidad de supervivencia en el caso de desprenderse, puede considerarse prácticamente que el animal tiene los días contados al no poder desarrollar una vida medianamente normal, sobre todo cuando el artificial queda bloqueado entre sus tragaderas, impidiendo o dificultando de este modo la ingesta de alimento.

Por eso, ante esta nada descabellada hipótesis, conviene que nos decantemos por los clásicos “Permasteel” o por los reforzados para armar a nuestros señuelos, y que desoigamos los cantos de sirena que constantemente inundan el mercado.

Es más, algunas referencias tintadas de rojo cuentan con la posibilidad de retrasar los efectos del salitre sobre el metal, alargando así su vida útil…y tampoco sin necesidad de gastar un pastón a la hora de adquirirlos.

Cuida el triple del los señuelos

A decir verdad, conviene que verifiquemos la consistencia y el estado de salud de nuestras poteras con el fin de prever sustos y posteriores disgustos en nuestras salidas a orillas del mar. Para ello no dudemos en pasar por agua dulce a nuestros señuelos y a renglón seguido procedamos a secarlos con un papel de cocina, pues dejarlos reposar tras el baño a que el paso del tiempo los seque no es la mejor de las medidas.

Si  puedes usa triples de referencia

Además, en cualquier caso, aunque tengamos que rascarnos un poco más el bolsillo, y pese a haber empeñado con antelación hasta las telas de araña, todo desembolso en este sentido merecerá la pena a la hora de incorporar triples de referencia, pues quién sabe si al alba, tras aquella roca dejada de la mano de Dios, permanece resguardado el pez de nuestra vida y no estamos suficientemente preparados para echarle el lazo con plenas garantías.