No queda ya mucho de temporada y estamos en un momento realmente difícil para pescar truchas. Muchas han sido ya capturadas y liberadas y no volverán a cometer el mismo error tan fácilmente.
Hoy día son muchos y muy variados los señuelos a utilizar para la captura del salmónido, pero en estas fechas veraniegas, además de buscar un artificial que imite a las presas de la pintona o la cucharilla correcta en tamaño, peso y color, deberemos tener en cuenta que con caudales bajos, aguas claras y tras ser perseguida sin descanso por legiones de pescadores, la trucha desconfiará mucho y será necesario pescar de forma precisa y sin delatar nuestra presencia. Para ello nada mejor que acudir a nuestros equipos ultraligeros.
Contenido del árticulo
Un lance, una oportunidad
Así están las cosas, no podemos permitirnos fallos y cada lance ha de aprovecharse al máximo. Por eso usaremos varas de acción de punta y empuñadura muy corta, ya que un leve golpe de muñeca debe bastar para enviar una pequeña cucharilla o un diminuto pez artificial a la postura elegida. Un peso de lance de 1 a 7 gramos o de 2 a 10 será idóneo para manejar muestras muy discretas con sedales de entre dieciséis y dieciocho centésimas. La longitud de la caña variará, en función del río, entre un metro cincuenta y uno ochenta.
Un carrete robusto y pequeño, a poder ser con bobina de recambio para llevar líneas de distintos calibres, y con un ratio de al menos cinco vueltas de pick up por una de manivela para pescar con comodidad en zonas de corriente, completará nuestro equipo.
Señuelos para las truchas veraniegas
Buscaremos la máxima naturalidad en libreas y acción, siendo muy útiles los modelos flotantes fabricados en madera de balsa o, si son de plástico, con un correcto equilibrado. Los peces artificiales de babero cóncavo son siempre interesantes, mostrando una acción muy sinuosa, similar al nado de un pez herido.
En cuanto a las cucharillas, las clásicas de pala de hoja de olivo en color plata o dorado y en tamaños pequeños serán efectivas y polivalentes.
El mejor momento para la pesca de la trucha veraniega
Probablemente sea el famoso “sereno”, ese momento en que comienza a oscurecer y queda muy poco para que tengamos que retirarnos, uno de los momentos más propicios para conseguir vencer la desconfianza del salmónido.
Lanzaremos nuestro engaño en aguas oxigenadas, donde grandes cantos rompan la corriente y la vegetación de ribera proyecte sombra. Una opción interesante es adentrarse en lugares enmarañados, donde las zarzas y la maleza frenan a muchos pescadores y la trucha ha sido menos molestada.
[quote]En todo caso, paciencia, constancia y disfrutar pesquemos o no, sin obsesionarnos con obtener capturas, serán aliados indispensables durante estas difíciles jornadas.[/quote]
¡Aprovechemos los últimos días!
2 Comentarios
Participa en la conversaciónGracias, Toni. Ya falta poquito para la veda, hay que aprovechar lo que queda de temporada.
Saludos.
Excelente artículo Juan, muy instructivo para pescar buenas truchas. Un saludo!!