Pesca a surfcasting

Elementos importantes en la práctica de pesca surfcasting

por Carlos Prieto 1 de octubre de 2013 0 comments

La pesca surfcasting precisa del concurso de numerosos elementos para que pueda ser practicada eficazmente. En este sentido, caña, carrete, líneas y diversos accesorios han de actuar de un modo sinérgico con el fin de presentar nuestros cebos del modo más sugerente posible, cuestión que, a su vez, debe adaptarse a las condiciones marítimas. En resumidas cuentas, nos hallamos ante una ecuación de altos vuelos con numerosas variables que despejar.

El punto de partida

La caña de pesca surfcasting es el elemento fundamental de esta técnica, habida cuenta que habrá de propulsar un conjunto compuesto de diversos elementos en el que irá incluido el cebo, sin olvidar que, además, deberá indicar las picadas, clavar y pelear las capturas sin importar su porte. A tal efecto deberemos hacer una correcta selección, en especial en atención al mar que tengamos delante.

En este orden de cosas, para momentos de calma echaremos mano de modelos con una longitud comprendida entre los 3,90 y los 4,20 metros, mientras que cuando haya que lidiar con un oleaje violento, podremos irnos incluso más allá de los 5 metros sin el menor complejo. No obstante, optar por un término medio, como son las cañas de 4,50 metros y acción 100/200 de potencia, bien nos valdrá para afrontar la mayoría de contextos, aunque, eso sí, habremos de renunciar a las virtudes que ofrecen tanto uno como otro extremo.

Nada al azar en el carrete para la pesca surfcasting

La exigencia a nivel del carrete también es importante, aunque tal vez su trabajo no sea tan prolongado como, por ejemplo, el que pueda desempeñar uno de spinning. En todo caso, demandaremos la posesión de un buen freno, a ser posible micrométrico, así como la posibilidad de bobinar el aparejo en espiras cruzadas, recoger en torno a los 85 centímetros por vuelta de manivela, y, para rozar el rizo, tener varias bobinas que alojen líneas de distintos calibres con el fin de que podamos adaptarnos a escenarios cambiantes. Por su parte, ésta tiene que estar desprovista de cualquier tipo de memoria con el fin de limitar posibles enredos.

En otro orden de cosas, un aspecto poco seguido al pie de la letra es el del tipo de pica que se ha de emplear. A decir verdad, más una vez hemos podido contemplar cómo en esta disciplina se utilizan soportes inadecuados, como son los propios para la pesca desde las rocas, los cuales disponen de una gruesa varilla puntiaguda que permiten erigir la caña entre las hendiduras del terreno. Ahora bien, en la presente modalidad pesquera es mejor emplearlos de duraluminio y con forma de “V”, tratando al mismo tiempo elevar vara y carrete por encima de las volátiles partículas de arena para que la mecánica este último quede a salvo de sus perniciosos efectos.

Ancuelos de aceros contundentes

Atendiendo a las especies del lugar, con carácter previo prepararemos diversos bajos de línea armados de anzuelos que oscilen entre el número 1 en adelante, sin miedo a entrar en tamaños del orden incluso del 5/0 cuando haya que mandar cebos voluminosos, eso sí, a ser posible de tija larga y anilla cuando cebemos con gusanas, dejando los provistos de paleta para el resto de carnadas. Asimismo, lejos de caer en racanerías, nos decantaremos por utilizar modelos bien afilados, habida cuenta que el aparejo va a trabajar muy lejos de vuestra posición y el pez ha de engancharse al acero al primer roce.

Con perspectiva

Hasta el momento hemos visto por encima algunos de los elementos que consideramos fundamentales a la hora de encarar la apasionante disciplina de pesca surfcasting. No obstante, en torno a ella circulan un sinfín de complementos que, de un modo u otro, tienen su relevancia a la hora de practicarla, y que vemos en la siguiente articulo, toda vez que su análisis precisa de un pausado estudio.

Sólo a partir de pequeños detalles, es como se consiguen grandes cosas.

Aunque con los apuntes efectuados hasta el momento podemos encarar la pesca surfcasting de un modo correcto, no estaráa de más que también analicéis con carácter previo vuestra zona en orden a escoger los más indicados entre la inmensidad de opciones que tenemos a nuestro alcance. Eso sí, huid como alma que lleva el diablo de productos milagro y de ofertas engañosas, pues la calidad tiene un precio, y siempre es mejor tener poco y bueno que mucho y malo. Es más, la posesión de un material de alto rendimiento os durará mucho tiempo sin que, en cambio, mengüen sus prestaciones, a cambio, eso sí, de que le apliquéis un debido mantenimiento y no lo maltratéis, como es, por ejemplo, dejándolo en el suelo de cualquier manera, cosa que sucede más a menudo de lo que se piensa. Y es que sólo a partir de pequeños detalles, es como se consiguen grandes cosas.

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