A decir verdad, en el mercado de la pesca deportiva se mueve una ingente cantidad de señuelos artificiales, de ahí que debamos establecer una ajustada selección tendente a contar con aquellos modelos que nos permitan encarar nuestras salidas de pesca en las mejores condiciones posibles, ya sean éstas en agua dulce, o bien en el mar. En dicho orden de cosas, el Westlab Bakuba cuenta con unas líneas que, a simple vista, recuerdan sospechosamente los trazos de otro engaño de altos vuelos que, por contra, no siempre resulta disponible para todos los públicos merced a su alto coste. Sin embargo, podréis olvidaros relativamente de este último en cuanto probéis las virtudes del engaño generado por tan pujante casa lusa.
Contenido del árticulo
Carta de presentación
Como apuntamos previamente, el Westlab Bakuba cuenta con una apariencia similar a otro señuelo que puede conozcáis, mas sus prestaciones, en cambio, son distintas. En primer lugar, su interior aloja un sistema de transferencia de masas constituido a base de rodamientos que permite alcanzar buenas distancias de lance en condiciones normales de pesca. Eso sí, antes de echar mano de él a tontas y a locas, conviene saber que su rango de exploración submarina se sitúa en torno al metro de profundidad, cuestión que os permitirá prospectar canales que cuenten con un apreciable calado mediante la puesta en escena de un acentuado wobbling que se percibe perfectamente en la muñeca.
Por otra parte, el grueso labio generador de la acción situado a proa cumple perfectamente con la tan ingrata como ardua tarea de encajar las caricias de las rocas, un dato que conviene anotar a la hora de seleccionar el modelo idóneo con el que investigar entornos con carácter terriblemente abrasivos.
El traje de faena
Uno de los puntos fuertes del Westlab Bakuba radica en disponer de una amplia gama de libreas con las que revestir los 12,5 o 14 centímetros de talle en que está configurado, las cuales cuentan con acabados que van desde lo realista hasta lo fantasioso, cuestión que facilita la elección al pescador a la hora de variar la tonalidad del engaño. No obstante, y con el fin de que los estampados perduren en el tiempo, es aconsejable aplicarle un par de manos de barniz de dos componentes, operación que, por desgracia, también es preciso realizar incluso en señuelos de elevado parné.
Ven con papá
El contundente corpachón del Bakuba porta consigo un gran timón que le permite aguantar bajo el agua conforme navega. Y es que otra de sus numerosas virtudes se encuentra en la obstinada negativa que muestra a la hora de hacerlo salir a la superficie, dado que, una vez profundiza rápido hasta alcanzar su cota de nado, se agarra a ella con denuedo, aspecto que le convierte en un arma temible cuando el mar nos muestra su rostro más infame. Ahora bien, este dato no lleva aparejado el hecho de que tanto el pescador como su carrete tengan que hacer un serio esfuerzo para que despliegue toda su acción.
Sencillamente imbatible
Como colofón a este banco de pruebas, conviene apuntar asimismo que el Westlab Bakuba dispone de una relación calidad-precio espectacular, pues aglutina muchas virtudes a cambio de un coste de adquisición marcadamente reducido. Tal circunstancia os permitirá usarlo con plena confianza en enclaves complicados que puedan albergar peces, y que, en cambio, a buen seguro no exploraréis con vuestros “pata negra” por miedo a dejarlos colgados de un racimo de percebes. Ahora bien, tened en cuenta que dicha circunstancia puede convertirlo en sensiblemente más pescador que el mejor de ellos, al punto de superarlos en términos de rendimiento si le dais las debidas oportunidades de demostraros todas sus posibilidades.
Lo mejor:
– Aplomo en el agua.
– Construcción recia.
Lo peor:
– Triples endebles.
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