Sargos a spinning desde embarcación: Una pesca muy técnica, exigente y divertida no apta para todos

Sargos a spinning desde embarcación: Una pesca muy técnica, exigente y divertida no apta para todos

Sargos a spinning desde embarcación: Una pesca muy técnica, exigente y divertida no apta para todos

por 3 de noviembre de 2015 0 comments

La pesca de sargos a spinning desde embarcación es de las más exigentes, técnicas y divertidas que existen pero, -al mismo tiempo- peligrosa y arriesgada,  por tanto, vamos a dar con las cuatro notas mejor afinadas para que la jornada sea fructífera en capturas, con el mínimo riesgo para pescadores y barca.

Condiciones marinas y climatológicas para la pesca de sargos a spinning desde embarcación

Para ir a por sargos embarcados, debemos escoger aquellos días en los que el viento remite dejándonos  lanzar con precisión y las olas rompen con fuerza en rocas y acantilados. En el Atlántico estas condiciones de mar seguramente se darán a menudo, pero en el Mediterráneo debemos esperar a días posteriores a temporales, donde la resaca y mar de fondo nos darán las condiciones ideales.

La embarcación ideal

Para realizar esta pesca, las embarcaciones ideales son las denominadas OPEN, es decir, sin cabinas ni toldos que entorpezcan la acción de pesca de sargos a spinning. Deben ser barcas muy seguras, rápidas y maniobrables, con un mínimo de unos 40Hp de potencia para cuando las cosas que se pongan feas y largarse.

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El patrón

Pescar en rompientes es peligroso. El patrón debe ser experimentado y siempre pescará desde el timón y con el motor en marcha, concentrado  y atento en todo momento al oleaje, viento y corrientes que nos pueden lanzar contra los acantilados. Mantener la distancia de seguridad en todo momento será su prioridad, sabedor que será quien pescará menos, por tener que estar pendiente en todo momento de la navegación. Aquí no vale repartirse el timón, a no ser que el otro pescador conozca la zona y embarcación a la perfección. Ésta es una pesca peligrosa, no vale todo.

Dónde, cómo y cuando para la pesca de sargos a spinning desde embarcación

Los sargos suben a comer a ras de rocas, manteniéndose literalmente enganchados a ellas y arrancando moluscos u otros alimentos con sus poderosos dientes y mandíbulas. Es imprescindible presentar los señuelos muy cerca de ellos o no veremos ni una picada, y eso quiere decir que los lances deben ser extremadamente precisos, manteniendo el mayor tiempo posible el señuelo dentro de la espuma, pegado a las rocas. Cierto es que, a veces, los sargos persiguen nuestras muestras unos metros, pero es muy difícil hacerlos picar lejos de la roca. Cuando tienen el día activo, pican a todas horas, pero veremos que su actividad va estrechamente ligada a la intensidad de las espumas.

Los señuelos de spinning para el sargo

Lo primero, en la pesca de sargos a spinning, es la seguridad, así que debemos realizar lances largos y precisos, manteniendo la embarcación a salvo en todo momento.

Vamos a dejar a un lado los equipos ultra ligth y los micro-señuelos para ir a pescar peces de calidad. Vamos a buscar sargos de verdad, los que rondan el quilo de peso, pudiendo llegar a los dos quilos, o más. Usando señuelos a partir de los 7cm hasta los 10cm, descartaremos toda la mini-talla y les dejaremos crecer con dignidad.

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Los sargos entran bien a los señuelos duros, pero la pericia del pescador, su técnica en el lance, el temple en la espera y habilidad para dar con la picada deberán ser de alta escuela. Los mejores señuelos duros serán los hundidos o coundown, para mantenerlos cerca de las rocas en todo momento. Los enganches son frecuentes, así que el uso de anzuelos simples nos puede ser de gran ayuda.

Si las muestras no se lanzan justo al rozar las piedras, no obtendremos picada alguna y, si nos pasamos en el lance, iremos destrozando el señuelo a golpes contra las rocas. Las ventajas de estos engaños son que lanzan bien, nadan a la perfección y fallan muy pocas picadas al ir armados con un par de triples.

Pero, para este tipo de pesca, los vinilos van mejor. Éstos nos permiten lanzarlos sin miedo contra las rocas, y esa es una de las claves, pues con sólo dejar caer el vinilo por la falda del acantilado, si hay algún sargo esperando, dará con él en el acto. Muchas veces, al cerrar el pick-up del carrete, nos daremos cuenta que el sargo ya está enganchado!    Pero no es tan fácil…. Veremos, en muchas ocasiones, que los vinilos vienen mutilados: hemos tenido picada pero no nos hemos percatado de ella! El sargo ataca el vinilo y lo corta, literalmente, con sus poderosos “dientes de vieja”. Este es un problema muy frecuente y grave: pues a cada lance tenemos que cambiar el señuelo, perdiendo tiempo, nervios y dinero constantemente. El truco para evitarlo está en insertar un anzuelo simple en la cola del vinilo.

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El equipo de spinning para la pesca del sargo: caña, carrete, trenzado y bajo

Para pescar grandes sargos a spinning no hace falta un equipo heavy, pero pescar a la espuma desde embarcación puede darnos más de una sorpresa, así que hay que ir bien preparados. El conjunto de pesca será ligth, pero con reservas.

La caña:

En la caña, la precisión, ligereza y potencia en la clavada serán las claves. Unos 2,30m con acción 7-30gr será ideal. Si usamos varas blandas podemos perder muchas picadas por no clavar bien los anzuelos.

El carrete:

Carrete ligero, pequeño, rápido. La velocidad de recogida es importante porque, cada vez que alejamos el señuelo de las rocas, es muy probable que las obladas ataquen nuestros vinilos, destrozándolos por completo

El trenzado:

El trenzado deberá ser lo más fino posible para garantizar buenos lances. Su diámetro varia mucho según las marcas, su elección es muy importante, o realizaremos constantes e indeseables pelucas.

El Bajo:

El pescar rasgando rocas constantemente desgasta muchísimo cualquier línea, así que no bajaremos nunca de 0,30mm de diámetro en el bajo. No es imprescindible su invisibilidad, dado que pescamos a la espuma y los peces atacan más por instinto. Para pescar sargos no importa demasiado la resistencia en quilos del bajo, pero ojo, que a la espuma nos puede aguardar un buen dentón, una gran lubina o quién sabe. Un 0,35mm nos dará buenas picadas y la tranquilidad de ir bien calzados.

¿Cuales son los mejores días para la pesca del sargo?

Los mejores días para pescar sargos, son aquellos en los que la mayoría de navegantes optan por no levantarse. Cielo nublado, humedad incesante, gran oleaje. Son días que sabemos de antemano que no saldremos a fondear, que nos va a costar aguantar el equilibrio cuando el motor descanse, que vamos a sufrir, en definitiva: los pescadores apasionados sabemos que son días para salir a disfrutar.

Salir de puerto y llegar a los acantilados no resulta fácil: el mar de fondo nos obliga a respetar la velocidad, y al llegar cerca de los rompientes, la adrenalina se dispara, el corazón nos late en la boca del estómago y sabemos que, por fin, ha llegado el momento de coger la caña y disparar. Hay que ser cautos, respetar las distancias no solo por seguridad, dado que los sargos son peces muy desconfiados, y si notan nuestra presencia, desaparecerán.

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Otros consejos para la pesca del sargo embarcado

Podemos empezar con un señuelo duro: un DUO de 9cm, un Tide Minnow acción condown. Observas la línea costera, intentando vislumbrar algún brillo debajo la espuma. Intuir donde está el pez, lanzar, clavar y pescar es una sensación que no tiene precio: lanzas con precisión milimétrica buscando el roce contra las rocas, esperas unos segundos y te olvidas del mundo, sólo existe lo que sientes, lo que ves. Das golpecitos con la puntera para dar vida al señuelo, manteniéndolo justo donde come el pez. Se trata de ir jugueteando encima de él. Debe ser un buen señuelo para resistir los  golpes de mar que erosionan rocas, castigan moluscos y arrancan algas y mariscos. Sientes ligeros roces contra el suelo, pequeños enganches que te ponen a cien, y justo cuando empiezas a recoger sedal y das el lance por perdido… zassss! Picada!

El sargo es un pez bravo, de picada franca y espectacular. Arquea la vara de la caña con fuerza, aunque sólo los ejemplares más entrados en carnes harán patinar el freno del carrete. Tras unos primeros cabezazos bruscos, cuando logramos separar al sargo de su hábitat natural, vendrá a nosotros a medias aguas, no sin dejar de luchar hasta el final. La pesca del sargo es auténtica y apasionante, desde antes del primer lance hasta el plato del mejor comensal. Al horno, a la plancha, entero o fileteado es un pez sabrosísimo, delicioso, salvaje.

Podemos probar con vinilos cuando nos percatamos que los sargos no entran a las capas más superficiales. Cuando están comiendo más abajo, lanzamos vinilos plomados contra las rocas y dejamos que éstos vayan resbalando hasta el fondo. Lanzamos, cerramos carrete, y esperamos. Dando tironcitos con leves golpes de muñeca, haremos que el vinilo se mantenga en la zona donde el sargo merodea, obteniendo más picadas si cabe que con los señuelos duros, pero recordad que, en el 90% de las ocasiones, el sargo os partirá la cola del vinilo y no os vais ni a enterar. Hay que insertar un anzuelo en la parte posterior del vinilo, eso implica trabajo extra en casa y a muchos nos da pereza pero, para obtener buenos resultados, tan importante es la pesca en sí como la preparación del material.

Puede que, al leer estas líneas, podáis pensar que pescar sargos a spinning con artificial y embarcados es tarea fácil, pero hacen falta muchas salidas, sustos y señuelos para dar con su clave. Esperamos que con este artículo os sea un poquito más fácil.

Buena pesca, y cuidado con el oleaje.

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