Los ríos salmoneros de España (XXX): el salmón en el río Bidasoa, nuestro salmón más oriental

Los ríos salmoneros de España (XXX): el salmón en el río Bidasoa, nuestro salmón más oriental

Los ríos salmoneros de España (XXX): el salmón en el río Bidasoa, nuestro salmón más oriental

por 29 de mayo de 2016 0 comments

Terminamos este domingo la serie que nos ha llevado durante 30 semanas, 7 meses, por los ríos salmoneros en España. Aunque dejaremos un capítulo resumen para el final, hemos intentado reflejaros la realidad de una especie tan importante como amenazada. Pero antes de este artículo tenemos que llegar a nuestro último río salmonero, empezamos con el Miño, fronterizo con Portugal y acabamos con el salmón en el río Bidasoa, ya en aguas de Navarra y fronterizo con Francia.

El Bidasoa, el río más oriental de la cornisa cantábrica, linda por el Este con las cuencas francesas de La Nive y La Nivelle y por el Oeste con los ríos Urumea y Oiartzun. En sus 70 kilómetros de recorrido recoge las aguas de una cuenca vertiente de 750 km2 de los que el 90 % pertenecen a Navarra. El resto corresponden a Gipuzkoa y, una parte muy pequeña, a la vecina Francia.

El río nace en Izpegi (670 m) y recorre el valle de Baztan en dirección NE-SO. Tras superar Bertizarana y chocar con el macizo montañoso de Mendaur (1.130 m) gira decididamente hacia el Norte y encajado en la llamada Regata del Bidasoa, se dirige impetuoso hacia su desembocadura en el Cantábrico. Sale de Navarra en Endarlatsa y sus diez últimos kilómetros hasta el mar marcan la frontera entre Francia y Gipuzkoa. En este tramo tiene carácter internacional y como tal está sujeto en materia de pesca al “Tratado del Bidasoa”, convenio firmado por España y Francia el 14 de julio de 1959.

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Remonte del salmón en el río Bidasoa

Un rio caudaloso con pocos riesgos ambientales pero si bastantes obstáculos

La orografía, abrupta, da lugar a una red hidrográfica muy ramificada, con más de 445 kilómetros de cauces fluviales. El eje principal es el Bidasoa, conocido en cabecera como río Baztan; en el curso medio recibe la aportación de su principal tributario, el río Ezkurra. La precipitación media anual es de 1.800 mm y el coeficiente de escorrentía del 65%. La cuenca goza de un régimen pluvial-oceánico. La aportación media es de 865 hm3 y el caudal de 27,6 m3/s. Todo esto es un punto positivo para el remonte del salmón en el río Bidasoa.

La naturaleza también es generosa. El 55% de la cuenca es superficie arbolada; un 13% son coníferas de repoblación y el resto frondosas. Los usos ganaderos son importantes y el 19% del suelo está dedicado a prados y pastizales. La densidad de población es baja (29 habitantes/km2) y se caracteriza por su dispersión, aunque en la desembocadura las localidades de Irun y Hondarribia agrupan a más de 70.000 habitantes,.

La implantación industrial, moderada, se concentra en el curso bajo por lo que tiene poca influencia en el salmón en el río Bidasoa. Por contra los usos hidroeléctricos afectan a todo el río, sólo en los 33 km finales, área actualmente utilizada por el salmón, se levantan 9 presas infranqueables, aunque todas ellas están dotadas de escala salmonera.

La calidad del agua es buena en todo el río. Las principales industrias depuran sus aguas y hay 8 estaciones depuradoras en servicio que sanean el 73% de las aguas residuales urbanas.

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Pesca del salmón en el río Bidasoa

La historia del Salmón en el río Bidasoa

El Bidasoa y sus habitantes siempre han estado ligados a la presencia del salmón en el río. Los archivos históricos de las villas ribereñas documentan las vicisitudes relacionadas con su pesca en las nasas. Los testimonios recogidos en los legajos cifran en más de mil salmones las capturas anuales de algunas de esas nasas. Los intereses económicos en torno a estas pesquerías fueron el origen de frecuentes disputas y pleitos.

Entre los siglos XIX y XX, desaparecidas ya las nasas, las capturas con redes superan algunos años los 1.000 salmones. Pero ya en esos años se inicia un descenso poblacional que ha continuado hasta nuestros días. Mediado el siglo XX, con la pesca reducida al uso exclusivo de la caña, las capturas en los años más favorables son de 200 o 300 salmones. Al final del siglo se descendió a decenas de ejemplares.

La normativa vigente es bastante exigente. Para la presente campaña de pesca del salmón establece que se podrán capturar un máximo de 81 ejemplares en el Bidasoa, frente a los 83 de 2015, y se mantienen las medidas de protección del salmón multinviernos acordadas y aprobadas el año pasado.

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