Coto de Aguas Blancas en Quéntar, otra forma de empezar la temporada de pesca

Coto de Aguas Blancas en Quéntar, otra forma de empezar la temporada de pesca

por 30 de abril de 2012 0 comments

Antes de que empiece la temporada de pesca a mosca en alta montaña, tenemos abiertos los de baja, muy saturados por pescadores de todas las técnicas y de diferentes éticas.

Hace unos días decidí salir a pescar a un lugar que no suele ser recomendado por pescadores habituales: el Coto de Aguas Blancas en Quéntar. Está situado a unos 15 kilómetros de la ciudad de Granada, en régimen de baja montaña y está repoblado con trucha arco-iris. En él además se puede encontrar bogas y barbos gitanos.

mapa Coto de Aguas Blancas en Quéntar

 

El equipo de pesca elegido

Al no conocer el río en cuestión y viendo la poca información encontrada en la red, presupuse que sería un río pequeño con mucha vegetación en la ribera y salpicado de pozas pequeñas.

La caña que utilicé es una 9 pies  como esta ITP de la marca Imago, con una línea 3 flotante y un bajo de línea muy fino pensando en el tamaño de los peces. El carrete es semiautomático para poder recoger con una mano y así poder trabajar con la otra.

¿Qué ropa llevar?

Lo primero será elegir un vadeador de cintura que sea muy ligero. Una buena opción será el Amphibiam Waist de Imago, quizás el más avanzado del mercado.  Viene en una capa de 4+5 y el material de la parte inferior está fabricado con la robusta y duradera microfibra twill. Además, la zona de «desgaste» de la rodilla y la parte trasera están reforzadas.

No os olvidéis los escarpines y las gafas polarizadas. Las necesitaremos si vamos a estar pescando todo el día.

Mi día de pesca en el Coto de Aguas Blancas en Quéntar

Como no esperaba mucho del río, me pongo ropa para correr y cojo el autobús hasta Quéntar. Una vez en el pueblo, veo que aún quedan 4 kilómetros hasta llegar al coto, así que coloco todo mi material en una mochila y me pongo a correr. ¡Allá vamos!

Coto de Aguas Blancas en Quéntar

Después de una hora llego al coto, situado desde la cola del pantano hasta el pueblo de Tocón de Quéntar. Son en total unos 10 kilómetros de coto que, como pensaba, estaba muy cerrado por la vegetación.

Lo mejor del lugar es lo cerca que está de Granada y que este año no ha sido repoblado con arco-iris, así que la que hay es bastante dura y esquiva al pescador. Además, la afluencia de pescadores es casi nula.

Me meto al río y después de perder unas cuatro ninfas y salir lleno de rascazos, llego a un merendero, donde habitualmente nunca pesco, pero con ganas de mover la línea en el aire me animo a probar allí. Elijo la Caddis cola roja, fetiche en mis días de pesca.

Detrás de un árbol, me aplico en hacer un bonito loop en el aire. La Caddis se posa en la corriente y desde el fondo sale una hermosa trucha. De repente todo se acelera.  La pesca por fin coge la dirección que buscaba.

Durante una hora y después de media docena de picadas, me encontré con tres arco-iris de unos 23 centímetros.

En apenas 1 kilómetro de río, tengo un inicio de temporada de vicio. En mi último intento en una gran poza pruebo un patrón nuevo: Brassie un todo terreno de las ninfas y de las más fáciles de montar. La tiro y hace su trabajo: un barbo gitano de tamaño normal sale del agua.

Barbo gitano

Al final de mi jornada, recojo todo mi material, me pongo la ropa de correr y mochila al hombro comienzo mi viaje de vuelta. La verdad es que correr después de un día de pesca tan fructífero da gusto. ¡Qué ganas de probar en los 9 kilómetros que me quedan del coto!

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