Señuelos artificiales de pesca

Rapture Longbow: cuando el hábito no hace al monje

por Carlos Prieto 10 de febrero de 2014 1 comment

El lance ligero ha experimentado un considerable auge de un tiempo a esta parte, razón por la cual han sido muchas las firmas que se han incorporado a este singular segmento de la pesca con niveles de éxito de lo más variopintos. En este sentido, Awashima, a través de una división  creada al efecto -denominada Rapture-, también lleva un tiempo presentando diversos productos que, sin embargo, no tienen siempre el debido tirón porque son las grandes multinacionales del sector quienes copan los medios a través de campañas sostenidas a base de talonario. Por tal motivo, de aquí en adelante iremos desgranando las prestaciones de más de uno de sus señuelos, en orden a conocer sus prestaciones reales sobre el terreno, así como sus virtudes y defectos. Y es que el hecho de tirar de chequera en absoluto implica que el material que se lanza al mercado sea siempre de primera división.

Tu cara me suena

 El señuelo en el que vamos a centrar nuestra atención seguro que le resultará familiar a muchos pescadores de esta disciplina. Es más, a simple vista es posible que a más de uno le sea sumamente difícil decir quién es quién, si es que se obvia echar un vistazo a la panza, lugar donde se registran los datos fundamentales de tamaño y peso.

El Longbow de Rapture es un minnow de 13 centímetros y 15,5 gramos que guarda un sorprendente parecido con cierto artificial de procedencia nórdica que navega por nuestras aguas desde hace ya unos años. Sin embargo, conviene señalar que ambos artificiales en absoluto muestran un comportamiento idéntico en acción de pesca, aunque hay puntos en los que sí coinciden.

Sacando los colores a los reyes del mambo

El Rapture Longbow dispone de una considerable paleta de colores que abarcan esquemas que van desde el plano realista hasta el fantasioso. En este sentido, podemos estar tranquilos por su duración en el tiempo, pues aquéllos van incrustados en su interior, cuestión que permitirá que la tonalidad escogida aguante carros y carretas cuando haya que bailar entre las piedras. Este detalle a priori insignificante no es, en cambio, seguido por la mayor parte de los fabricantes de señuelos punteros del mercado, lo que conlleva que, apenas adquiridos, sus productos muestren un paupérrimo aspecto, pese a mantener su letal potencial.

Baila conmigo

El nivel de profundidad del Rapture Longbow se sitúa en torno al metro de calado, merced al eficaz babero que se halla calado en su mentón. Sin embargo, y pese a que ejecuta una acción rolling atractiva, se le puede ajustar al gusto mediante un toque con un alicate en la anilla de proa, a fin de acentuarla o mermarla, cuestión que dejamos a cada cual, según sean sus manías.

Por otra parte, la natación del presente señuelo se muestra bien equilibrada merced a la distribución de pesos inserta en sus entrañas. En este sentido, aunque aparenta portar un sistema de transferencia de masas destinado a potenciar el lance, lo cierto es que más bien semeja ser un sonoro sonajero que, aparte de no desequilibrarlo, llama la atención a los peces, lo cual, por otra parte, no es precisamente moco de pavo.

Pínchame

El armamento del Rapture Longbow merece ocupar un apartado destacado en el presente análisis. En este sentido, porta tres triples de la afamada casa VMC que, si bien aguantarán a la perfección los empellones de contendientes de mediana o escasa entidad, más vale que reemplacemos si no queremos llevarnos un disgusto en el supuesto de toparnos con un ejemplar pasado de romana. Es probable que muchas personas piensen que, por el mero hecho de que ciertos señuelos lleven poteras de esta prestigiosa firma gala, quedan a salvo de sorpresas desagradables, pero no hay marca en el mercado cuyos productos sean absolutamente de primera división, y ésta, aunque los tiene -y muy buenos, por cierto-, el caso es que en el presente punto se hace acreedor de un simple aprobado. Por desgracia, este capítulo es un clásico en la mayor parte de los señuelos, pues apenas bastan unos lances para comprobar que lo que adquirimos a precio de oro, termina mostrando severos síntomas de endeblez en un santiamén.

Lo mejor

A decir verdad, el Rapture Longbow es un señuelo que bien merece la pena, aunque no se trate precisamente de un modelo destinado a levantar pasiones en el colectivo de pescadores. Obviamente, su semejanza a otro modelo retraerá a muchos que lo conozcan, al considerarlo un clon del patrón original, mas, sin embargo, es un modelo que, aparte de esconder lances de apreciable distancia, se muestra especialmente eficaz en contextos de escasa agitación y cuando hay que meter el hocico en sectores de orografía compleja. Y es que no nos atreveremos a tirar así como así a un pata negra a un canal cuya profundidad desconocemos, o con unas aristas que amenazarán con quebrar la línea al menor roce, cuestión que, en cambio, podremos poner en práctica con este singular artificial, el cual, asimismo, tiene un coste de adquisición ciertamente contenido si lo comparamos con otros señuelos de su género, cuestión nada desdeñable si tenemos en cuenta los tiempos que corren.

¿Prácticas el lance ligero?¿Conoces los rapture longbow?