Lugares de pesca

De pesca en Pontevedra hasta O Grove, 6 modalidades en 30 kilómetros

por Antonio Gallardo 30 de marzo de 2014 0 comments

Leo en estos días muchas crónicas de pesca, buena parte de Galicia. Muchas hablan del descenso de la pesca (como en toda España en general), una realidad a la que se debe trabajar para mantener nuestros ríos  y sus habitantes de la mejor forma posible. Pero aún así, para los que venimos de fuera, con entornos mucho peores, vemos los ríos y costas gallega como una auténtica maravilla, como un paraíso perdido en el que poder disfrutar. Eso me sucedió a mi, en los años en los que viví en Pontevedra, poder pescar truchas a pocos kilómetros de casa cuando quisiera, aprender a pesca calamar en los espigones de los puertos o disfrutar de maravillosas costas para todo tipo de pesca es un privilegio. Os dejo una pequeña ruta desde las puertas de la bella ciudad de Pontevedra hasta las playas y rocas de O Grove, entre las rías de Arousa y Pontevedra.

Arrancamos nuestra ruta unos kilómetros por encima de la ciudad de Pontevedra, remontando el rio Lérez nuestro protagonista de agua dulce y salada ya que del valle que conformó en el pasado se formo la ría de Pontevedra, una de las mayores Rías Bajas. De hecho remontamos hasta el coto de pesca de Bora, en los términos municipales de Campo Lameiro, Cotobade y Pontevedra. Es un coto de pesca de 6,3 kilómetros en un Lérez ya de aguas profundas y buenas pozas donde poder tentar la trucha de diferentes formas, desde las más tradicionales como la lombriz (miñoca) hasta la pesca a mosca en todas sus modalidades. No hay que olvidar que en este coto los jueves es un día exclusivo para la pesca sin muerte.  El río Lérez, aguas arriba es un buen río truchero como ya hace años escribí en este mismo blog, pero más al sur está su coto más preciado, Monteporreiro, el único en el río de pesca de salmón y reo.

El remonte del salmón

Salmones no hay muchos y permisos pocos, pero aún así el único coto salmonero del río Lérez cierra todos los años con capturas. Todo ello teniendo el tramo salmonero una longitud muy corta debido a la presa que impide las subidas, ya hasta Monteporreiro el pobre salmón atlántico tiene que superar no pocos obstáculos. Aunque no tengas permiso de pesca, si estás por allí en época salmonera (desde el 1 de mayo) os recomiendo que bajéis al río para observar pescadores y salmones, eso sí, un fenómeno a analizar especialmente por la administración es porque están subiendo cada vez más tarde y la conveniencia de ajustar el tiempo de pesca a las costumbres del salmón.

Bajamos el Lérez en nuestra ruta de pesca en Pontevedra que ya va recogiendo el influjo de las mareas para llegar a Pontevedra, justo en su desembocadura. Pontevedra se encuentra en un lugar privilegiado para hacer excursiones por todo el litoral sur gallego, desde Tui y la frontera portuguesa hasta Santiago de Compostela. Pero la ciudad también ofrece suficientes encantos: la basílica de Santa María la Mayor, la iglesia de la Virgen Peregrina, plaza de la Ferrería, la Alameda o su museo provincial donde podemos ver el camarote de la célebre fragata Numancia del Almirante Méndez Núñez.

Belleza de la ría de Pontevedra

Nosotros continuamos nuestra ruta cruzando el famoso Puente de A Barca que une Pontevedra con Poio, dirección a Sanxenxo por la carretera PO-308, pero a menos de dos kilómetros nos desviamos a la izquierda dirección a Campelo, una pequeña península con un pequeño puerto en el que por las noches podemos practicar una de las pescas más divertidas, la del calamar, chipirón o sepia. Una modalidad más que entretenida que reúne muchas noches en el año a decenas de pescadores con equipos sencillos, caña para spinning y poteras “relucientes”. Por supuesto, los más expertos sacan más y mejor sus capturas, pero incluso el más novel consigue alguna captura.

Continuamos el rodeo a esta península y llegamos de nuevo a nuestra carretera principal la PO-308 encontrándonos enfrente de uno de los monumentos más conocidos de la localidad de Poio, el convento de San Juan que da nombre a una de sus parroquias y a muy poca distancia, Combarro, localidad bien de interés cultural con sus calles empedradas, hórreos y cruceros.  Después de esta parada obligada seguimos avanzando bordeando la ría de Pontevedra, dejando la Isla de Tambo a la izquierda y abriéndonos más al mar abierto. Después de pasar la turística villa de Sanxenxo, las playas van abriéndose a mar abierto, a la izquierda la gran isla de Ons y un universo de posibilidades para los amantes del surfcasting. En el límite entre Sanxenxo y O Grove, nuestro destino final nos encontramos con la reina de las playas de esta ría, la de Lanzada. Un arenal inmenso donde encontraremos grandes oportunidades para la pesca desde playa, desde las abundantes fanecas hasta las grandes Lubinas. Todo ello en un entorno de enorme belleza, ya que en esta franja estrecha de tierra a sus espaldas tenemos ya la ría de Arousa.

Entrando en O Grove, las opciones de pesca marítima se multiplican, no sólo por la pesca de embarcación que ofrece la doble posibilidad de pesca en mar abierto o en ría, sino también por las zonas rocosas que ofrece el final de esta península en San Vicente de O Grove. La antigua zona donde estaban instaladas las baterías militares de costa es de un acceso muy fácil actualmente y permite buscar las especies que prefieren los fondos rocosos a los arenales. Es cierto que en los primeros años tras permitirse el acceso a esta zona las capturas eran más abundantes pero aún así, no debemos dejar la oportunidad de lanzar nuestra caña. Para cerrar nuestra ruta, que mejor que subir al mirador del Monte Siradella, donde contemplar toda la ría y en días más claros hasta las lejanas Islas Cies, un paraíso para la vista de una zona con grandes posibilidades para la pesca.