Pesca en las pajareras otoñales

Pesca en las pajareras otoñales

Pesca en las pajareras otoñales

por 22 de octubre de 2013 2 comments

El otoño es la estación más esperada por muchos pescadores amantes de la pesca en las pajareras. Muchas especies se activan cuando las aguas ya no están tan calientes y las zonas de pesca quedan más tranquilas y en estas situaciones, todo tipo de pescado azul, depreda sobre los alevines cerca de la costa, formando las famosas y ansiadas pajareras. Es el momento de afilar anzuelos y hacer kilómetros con nuestra embarcación.

Pesca en las pajareras otoñales

¿Qué especies forman las pajareras?

Las más habituales en otoño, son las pajareras de bonitos, llampugas, caballas, bacoretas y pequeños atunes. Son especies que a medida que transcurren las semanas, van ganando más peso y de cara a finales de noviembre, podemos encontrar peces de buen peso para disfrutar con equipos ligeros.

Pesca en las pajareras otoñales: palometa blanca

Un bonito o una bacoreta de tres kilos depara una pelea brutal y una llampuga de peso similar, hará que disfrutemos y no olvidemos esa jornada. Tampoco debemos olvidar las obladas, los jureles y palometas blancas, que aunque son más habituales en primavera y verano, en otoño se pueden mezclar con las otras especies citadas, alcanzando unos tamaños más que respetables… ¡que llevan comiendo muchos meses! Y las anjovas, si tenemos suerte, pueden aparecer en cualquier momento, formando pajareras en solitario, o por los alrededores de las demás especies, depredando tanto de alevines como de caballas kileras.

¿Dónde y cuándo?

Aunque en ocasiones podemos encontrar estas especies cazando a pocos metros de la costa, como en la bocana de un gran puerto o en plena desembocadura de un gran río, lo más habitual es adentrarse al menos un par de millas para encontrar las mejores zonas donde se forman pajareras. De ahí hasta las cinco o seis millas, encontramos la mejor franja de pesca.

Costa. Pesca en las pajareras otoñales

Si en nuestra zona de pesca desemboca un gran río, o tenemos un gran puerto pesquero o comercial, o encontramos piscifactorias, estaremos en las zonas ideales para que sean visitadas por los depredadores, a sabiendas de que encontrarán multitud de alevines con los que alimentarse.

En septiempbre comienza el mejor momento y si el tiempo acompaña, pescaremos hasta noviembre e incluso la primera semana de diciembre. No importa si viene algún temporal de otoño, a la que el tiempo vuelva a estabilizarse y tengamos unos días de calma en el mar, podremos salir de nuevo tras estas especies.

Las mejores técnicas de pesca

Tres son las modalidades que ultilizaremos. A día de hoy la inmensa mayoría de aficionados siguen pescando estas situaciones al curricán. Un curri ligero, con pequeños peces artificiales que cubran diversas profundidades son suficientes para, o bien dar con el banco, o para pescar una pajarera. Pero claro, estamos hablando de pescar en pajareras, y al curri, a la que demos un par de pasadas, es más que probable que los peces se asusten y acaben ganando hondura deshaciendo la tan esperada pajarera.

Pesca en las pajareras otoñales: jurel

Así que nos quedan dos opciones, las más interesantes y con las cuales podemos pescar mucho tiempo cuando encontramos la pajarera: el spinning y la cola de rata. Para pescar a spinning nos podría bastar una sola caña de acción 15-50 por ejemplo, para lanzar jigs de diversos pesos según el tamaño y la especie depredadora. Al jig le entrará cualquier especie y a menudo no hace falta complicarse la vida. Pero como veremos luego, podremos utilizar otros señuelos también muy efectivos.

Muchas veces la aproximación a la pajarera es la acción más compleja.


Pero si disponemos de espacio en la embarcación, recomiendo tres equipos. Uno ligerito, para lanzar pequeños jigs de 20 gramos. Otro más potente como el anteriormente citado, con el que pescaremos desde jureles, a bonitos de talla y poder lanzar algún señuelo más grande si aparecen las anjovas. Y por último, no está de más llevar un equipo fuerte por si las pajareras son de grandes atunes rojos o bacoretas superiores a los ocho kilos. En una situación así, lanzarles con un equipo más ligero seguramente supondrá la rotura del equipo con la consiguiente pérdida de la pieza. Y por último nos queda la cola de rata, una técnica muy bonita y divertida para pescar estas especies. Con una caña estándar de nueve pies y una línea flotante del seis, tendremos suficiente para pescar los bonitos, llampugas, caballas y demás veloces depredadores, y lanzarles sin esfuerzo pequeños poppers y estrímers. Obviamente, dependiendo del tamaño de los peces, podemos utilizar un equipo más ligero o más potente, y a poder ser, aptos para la corrosión marina y cuidando mucho nuestras colas de rata, poco amigas del agua salada.

Mejores señuelos

Para pescar a spinning podemos apañarnos con jigs, pero hay mucha más variedad y en ocasiones con otros señuelos tendremos espectaculares picadas. Vamos a hacer una pequeña lista para las especies más habituales que encontramos en las pajareras.

Pesca en las pajareras otoñales. Señuelos.

Jurel:

jigs, jigs de bucktail, pequeños vinilos y aparejos de buldó montados con anguilones, Raglous o pequeñas ondulantes.

Palometa blanca:

jigs, pequeños paseantes y aparejos de buldó.

Caballa:

jigs, jigs de bucktail,  minnows de 7-11 cm. y aparejos de buldó.

Bacoreta:

jigs y aparejos de buldó.

Bonito:

jigs, jigs de bucktail, minnows de 7-15 cm., paseantes, pencils y poppers.

Llampuga:

jigs, jigs de bucktail, paseantes, poppers, minnows de 7-13 cm. y grubs de vinilo.

Anjova:

jigs, jigs de bucktail, paseantes, poppers, pencils, rangers y grandes minnows.

Grandes atunes y bacoretas:

jigs, grandes paseantes y paseantes hundidos, minnows de 15-17 cm.

Estrategia de pesca

Muchas veces la aproximación a la pajarera es la acción más compleja. Cierto es que en momentos de frenesí, lo habitual y que hacemos todos, es correr hacia la pajarera y parar antes de llegar, donde más o menos sabemos que llegaremos lanzando con la caña. Pero si nos centramos un momento y estudiamos el panorama, con cabeza fría elegiremos el punto ideal para aproximarnos y parar la barca, y más si la pajarera no está estática en un punto, algo que ocurre muy a menudo. Pescarla en paralelo sería lo ideal, y para ello deberemos fijarnos qué dirección lleva y hacia donde nos conduce  a nosotros el viento y la corriente. Todo ello para no tener que estar corriendo tras la pajarera, con el riesgo que eso conlleva de que se asusten los peces con el continuo ruido del motor, o que nos la encontremos de bruces junto a nosotros, momentos en que los peces pueden, dependiendo del día, o seguir comiendo haciendo caso omiso de nuestra presencia o deshaciendo la pajarera nada más vernos. Como digo, hay que estudiar la pajarera, aunque todos sabemos que es más facil decirlo que hacerlo.

Pesca en las pajareras otoñales

Y hasta aquí, poco más, solo nos queda salir y salir, disfrutar del mar otoñal y de las especies y sorpresas que nos ofrece esta estación, practicando una pesca responsable para que al año siguiente, sigamos encontrando grandes pajareras repletas de pescado a los que poder lanzar la caña.

¿Estáis deseando haceros a la mar? No dudéis en contarnos vuestras experiencias practicando la pesca en las pajareras tanto en nuestra página de Facebook, como en Twitter, Google+ o en forma de comentario justo debajo de este post.

 

 

2 Comentarios

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  1. Toni Martínez
    #1 Toni Martínez 22 octubre, 2013, 19:57

    Gracias vida. Si consigo transportar los pensamientos de quien lo lea a como si estuviera pescando, ya me doy por satisfecho. Ay cuando tengas un atuncete clavado en la caña vida!! 😉

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  2. montse
    #2 montse 22 octubre, 2013, 09:41

    Eres un crack amore, cada día aprendo más, ya que no puedo salir tanto como tú a pescar. Con estos artículos que escribes y que escriben muchos más, haces que la imaginación vuele. Buen artículo amor

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