Pesca de carpas con veleta: aparejos, cebos y técnica

Pesca de carpas con veleta: aparejos, cebos y técnica

Pesca de carpas con veleta: aparejos, cebos y técnica

por 1 de septiembre de 2017 0 comments

Dentro de las múltiples técnicas de pesca de carpfishing susceptibles de ser practicadas, destaca, por la emoción que nos proporciona, la pesca de carpas con flotador.

No hay nada comparable a ver con nuestros propios ojos un ataque en superficie o un flotador que se hunde con violencia, vaticinando una memorable pelea. Conseguirlo con regularidad requiere de unos conocimientos básicos, y en realidad sencillos.

¿Dónde encontramos las carpas?

Si la temperatura es benigna, podremos encontrar carpas cebándose cual truchas en superficie, devorando insectos, en aguas someras “pastando” algas y plantas acuáticas o removiendo el fango en busca de invertebrados. Las pequeñas cascadas, las cercanías de riachuelos que desembocan en pantanos y lagos e incluso las aguas salobres propias del final de caudalosos ríos son lugares especialmente querenciosos.

Atrayentes de carpas para medias aguas

Haremos uso de masas disgregantes. En otras palabras, mezclas que se disuelven apenas en un metro o dos de agua creando una nube de aroma irresistible para la carpa. Como es lógico, este tipo de cebado sólo es útil en aguas paradas.

Lo fundamental en este caso es la proporción de líquido, ya que salvo algunos preparados comerciales, la mayoría de los ingredientes que usaremos como base tienden a formar pelotas compactas en contacto con el agua. Tal hecho nos obliga a “abusar” de ésta. Añadiremos líquido suficiente para que nuestro atrayente adquiera una textura similar a la de un puré espeso, tal como el que nos gustaría como guarnición de un buen filete. En la pesca de carpas queda descartado cebar a mano y el cucharón de mango largo se convertirá en aliado imprescindible para catapultar una mezcla que con seguridad se desharía en nuestras manos.


Cebos estrella, para la pesca de carpas con flotador

Según las condiciones del agua y la climatología unos cebos nos funcionarán mejor que otros. De esta manera, tras las lluvias, no existe mayor manjar y más efectivo en la pesca de carpas que la lombriz de tierra, pues muchas son arrastradas al agua y devoradas con avidez por casi todas las especies de peces. Su alto contenido en proteínas las convierte en un bocado que ninguna carpa puede permitirse desaprovechar.

Las algas filamentosas son consumidas por el ciprínido sobre todo en verano, en su interior encuentra numerosos invertebrados. Un pequeño mechón atado a un anzuelo discreto será mortífero en aguas cálidas y someras, así como en corrientes.

Para la pesca de carpas en superficie, muy a tener en cuenta durante las eclosiones de insectos acuáticos, pues las carpas los buscarán mostrándose a veces con descaro, podemos utilizar pan que previamente habremos impregnado con queso rallado. El queso se desprenderá en el agua y atraerá a los peces hasta el pan que oculta nuestro anzuelo. Veremos el momento de la picada, lo cual nos indica que la carpa también puede vernos y retirarse en el último instante, por lo cual es recomendable ser discretos en nuestros movimientos y vestimenta.

Aparejos para la pesca de carpas con flotador

La carpa puede llegar a volverse bastante recelosa si es muy perseguida, es por eso que resulta más que recomendable el uso de flotadores de alta sensibilidad (que ofrezcan poca resistencia al hundimiento), plomeados precisos de la línea y aparejos de una sola brazolada.

Aparejos de superficie

Capturar carpas en superficie es una experiencia no apta para cardiacos. El aparejo es sencillo: se trata del mismo que utilizaríamos para la trucha con buldó pero, en lugar de la mosca o streamer, empataremos un anzuelo simple cebado con pan u otra carnada flotante.

Aparejos de medias aguas

Para la pesca a media agua usaremos un montaje sencillo de flotador fijo, con el plomeado concentrado relativamente cerca de la boya y un pequeño perdigón a unos cincuenta centímetros del anzuelo. Este “chivato” desempeñará la función de tensar la línea y así posibilitar que detectemos visualmente cualquier ataque a nuestro cebo justo en el momento de producirse.

Aparejos de aguas profundas

La mejor opción es el arte de pesca conocida como flotador deslizante, caracterizado por la presencia de un nudo tope que frena la boya a distancia que hayamos decidido tras medir el fondo con un plomo sonda. De esta forma, al contrario que con el montaje fijo, podremos pescar en profundidades superiores al largo de nuestra caña.

El equipo

Existen numerosos equipos que pueden satisfacer nuestros requerimientos, los cuales dependerán en gran medida del tamaño medio de las piezas, del lugar y de los ambientes donde pesquemos.

Una caña de unos cuatro metros y acción media será sumamente polivalente. Deberá tener una gran reserva de potencia y al menos un peso de lance máximo de cuarenta gramos. Se puede pescar con cañas más livianas y también más potentes, pero la descrita nos servirá para llevar a tierra buenos ejemplares.

Respecto al carrete, le pediremos tres cosas: robustez, un freno delantero muy progresivo y gran capacidad de línea (el diámetro de ésta oscilará entre las veinticinco y las treinta centésimas). Si además es ligero, mucho mejor.

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