Anjovas a spinning embarcado la teoría y práctica de su pesca a lance

Anjovas a spinning embarcado la teoría y práctica de su pesca a lance

Anjovas a spinning embarcado la teoría y práctica de su pesca a lance

por 1 de octubre de 2015 0 comments

Son muchos los mitos y leyendas que persiguen a este pez, pues cuando hablamos de depredadores en nuestras costas este es, sin ninguna duda, el Rey. De todos los peces que existen en nuestros mares, la anjova es el más voraz y despiadado.

Culinariamente es un pez muy poco valorado, dado que sus carnes no están a la altura de su fama como depredador, pero para pescar a spinning no existe otro adversario como el lirio: potente, agresivo, espectacular y muy bravo.

Pesca anjovas embarcado, donde y cuando buscarlos

Los tallahams son peces que siempre se están desplazando buscando alimento, dificultando su localización para pescarlos. Se sabe que cuando dan con un cardumen de peces pasto, sacian sus ansias de sangre destrozándolo por completo.

Dar con ellos no es fácil, pues solo los veremos cuando se ceban fugazmente sobre un banco de sardina o lisas pastando en superficie, desapareciendo de nuestra vista tan rápidamente como los vimos actuar de repente. Su agresividad hará que se aproximen a nuestra embarcación aún con el estómago lleno.

La anjova come de día y también de noche, repite con asiduidad los mismos lugares donde sabe que hay peces pasto: desembocaduras, puertos pesqueros y deportivos, canales, espigones, boyas,… cualquier lugar donde pueda refugiarse alimento será ideal para tentarlas a lance. Veamos con qué podemos hacerlo.

Equipo para la pesca al lance de anjovas embarcado

Los lirios suelen desplazarse en grupos de una misma talla, disminuyendo el número de individuos al augmentar su peso y tamaño. Podemos encontrar grandes grupos de anjovas de quilo escaso -momento de lanzar con equipo ligero- o pequeños grupos de peces que rondan los tres o cuatro quilos de peso, regalando al pescador emociones inolvidables. De todas formas, hay que ir bien preparado, dado que, en ocasiones, puede entrarnos uno de esos viejos solitarios de 9 o 10kg de peso, y a esos no los para cualquier equipo del mercado.

Esquip de pesca de anjova

Usaremos dos equipos ideales:

Equipo ligero:

compuesto por una caña de unos 2,5m con un carrete tamaño 3000, cargado con trenza de 0,06mm y un bajo de línea de 0,40mm.

Equipo potente:

caña de 2,4m con un carrete talla 5000, bobinado con trenza del 0,17mm y un bajo de línea de 0,50mm.

El bajo, señuelos y trucos para su pesca

En general, se comete un error grave al tentar a este animal: usar bajos de acero. Cierto es que este tipo de bajos aguantan las dentelladas de estos depredadores, pero al montarlos, perdemos cualquier posibilidad de pescar otras especies que cohabitan en estos enclaves, como palometones, lubinas u otras especies más recelosas a la hora de atacar nuestros señuelos.

Un pez capaz de partir en dos a una lisa con un solo mordisco, es capaz de cortar sin ningún esfuerzo cualquier diámetro de monofilamento, por tanto, lo que debemos evitar es que llegue con sus poderosas mandíbulas tan siquiera a rozar nuestro bajo. El truco está en la longitud del señuelo, no en el diámetro del hilo. Usaremos, por tanto, señuelos de un mínimo de 12cm de largo montados en bajos que oscilen entre 0,35mm y 0,50mm como máximo.

Popers, paseantes y minnows de 12 a 20cm serán los señuelos ideales.

Técnicas de pesca para el éxito de la pesca al lance de anjovas desde embarcación

Cuando no damos con los peces o no sabemos como llamar su atención, una buena opción es usar la técnica del popping, o lo que es lo mismo: hacer notar nuestra presencia armando un buen espectáculo en superficie. Debemos aprovechar la agresividad y el descaro de la anjova para llamar su atención y hacer que se acerque a nuestro barco. Usaremos el equipo pesado con grandes popers y paseantes sin perder de vista la estela del señuelo, por si se produce alguna persecución o ataque. Usar gafas polarizadas es muy importante, dado que muy a menudo los depredadores persiguen los señuelos un metro por debajo, llegando el momento de pescar más fino y engañarlos.

tecnicas para la pesca de anjova embarcado

Cuando grandes ejemplares persiguen los poppers veremos que, al atacarlos, fallamos en casi todas las clavadas. Los poppers son señuelos muy efectivos para atraer a los lirios, pero no para pescar-los. Es momento de cambiar de equipo y lanzar grandes minnows de 17 o 20 cm y actuar de forma completamente opuesta a como lo hacemos con los poppers, es decir, recogiendo lentamente y con largas pausas. Parar el señuelo en sus morros, dejarlo quieto y dar un simple golpe de muñeca puede desencadenar un buen ataque sin fallar ninguna picada.

Una historia de pesca de anjovas

La calma era total y llevábamos horas pescando sin saber si los lirios habrían entrado ya. Era mes de mayo, los ríos bajaban generosos en sus desembocaduras tras muchos meses muy lluviosos. Detectamos un banco de lisas agrupadas y bastante nerviosas, síntoma inequívoco que las rondaba algún depredador, quien sabe si un grupo de anjovas.

Empezamos a lanzar popers y hacer bailar paseantes en superficie, pero nada. Pasaron horas, no creáis que pescar es salir y triunfar pero, de un momento a otro, se desencadenó un ataque bárbaro. ¡Nunca había visto semejante espectáculo!: el agua explotaba a cada ataque, las lisas salían despedidas por el aire, y las anjovas se lanzaban tras ellas ciegas de ira a dentellada limpia.

picada de anjova

Seguimos lanzando señuelos de superficie y no dábamos crédito al no tener ni un solo ataque. Pasábamos los señuelos justo por encima de sus fauces sin resultado alguno, cuando decidimos cambiar de equipo, técnica de pesca y señuelo. Lanzamos un par de DUO de 20cm y 17,5cm, uno flotante y otro Flyer (o sea, suspending). Al primer tiro, vimos como cuatro lirios de unos tres quilos de peso perseguían nuestras muestras, paramos en seco, y justo cuando uno de los señuelos salió a superficie como si fuese un pez que necesitaba coger aire, una anjova se lanzó tras él desde abajo. ¡Picada!

El otro mantuvo el señuelo parado unos instantes, parado, y con tres golpes de muñeca seguidos izo como si su DUO quisiera huir de allí en un último esfuerzo para salvar su vida. Dos de los tallahams se lanzaron tras él, clavando al más rápido y despiadado de ellos: ¡picadón!

Cuando un buen lirio se engancha al otro extremo de tu línea, enseguida sientes su potencia en tu caña. Tira con brutal fuerza hacía el fondo, sacando hilo del carrete y arqueando la vara de la caña hasta el mango. Frena a los pocos metros, confundido, intentas tirar de él sintiendo sus fuertes cabezazos, sacando hilo otra vez de tu mejor carrete. Poco a poco sientes que le estás ganando, recuperando metro de línea a cada vuelta de tu pomo de combate. La lucha entre los dos es brava -de tu a tu- y cuando ves asomar por el fondo su silueta y crees que tienes el asalto ganado, el lirio destensa la línea, coge velocidad, emerge con brutal energía y empieza a saltar en el aire dando cabezazos para desgarrar sus carnes y liberarse de los triples de tu señuelo.

Este depredador insaciable nos regala el mejor espectáculo que puede ofrecerte este deporte, y solo la suerte o la experiencia que tengas acumulada, dirán si la anjova se va a soltar en cada salto o seguirás disfrutando unos minutos de tan bello combate.

Si te hizo disfrutar, comparte y regala a un compañero ésa sensación inigualable.

Que la suerte te acompañe!

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