Como modificar los señuelos de pesca para mejorar su efectividad

Como modificar los señuelos de pesca para mejorar su efectividad

Como modificar los señuelos de pesca para mejorar su efectividad

por 10 de julio de 2012 0 comments

¿Se puede modificar los señuelos de pesca para hacerlos más efectividad? La paulatina aparición de nuevas técnicas de imprimado ha permitido que el grabado de ciertos acabados en los artificiales alcance unas cotas de realismo difícilmente imaginables hasta para las mentes más fantasiosas. Sin embargo, y pese a la aparente imposibilidad de mejorar su aspecto, el caso es que es posible potenciar aún más la apariencia de nuestros engaños, así como su acción sobre el agua, mediante la aplicación de unos mínimos y sencillos retoques.

[quote]Ojos de muñeca con un tamaño desorbitado colocados en vinilos y moscas, sonajeros, cuando no la utilización de pinturas de modelismo en orden a enfatizar determinadas partes del señuelo –y que posteriormente afianzaremos mediante epoxy o barniz de dos componente[/quote]

Mil posibilidades para modificar los señuelos de pesca

En principio, todas las aportaciones para modificar los señuelos de pesca que efectuemos de cara a realzar la presentación externa de nuestras imitaciones pueden llegar a tener trascendencia en un momento dado de la acción de pesca, de ahí que ninguna de ellas resulte inútil. Ojos de muñeca con un tamaño desorbitado colocados en vinilos y moscas, sonajeros, cuando no la utilización de pinturas de modelismo en orden a enfatizar determinadas partes del señuelo –y que posteriormente afianzaremos mediante epoxy o barniz de dos componentes–, son algunas de las medidas que podemos adoptar para sugerirle al pez algo que puede no estar acostumbrado a ver.

Es más, con modificaciones como las descritas, tened por seguro que éste no quedará indiferente, en especial cuando la presión pesquera complica severamente obtener capturas, así como cuando la claridad de las aguas nos muestra el relieve del fondo con todo lujo de detalles, momento en el cual nuestros escamados objetos de desvelos desconfían hasta de su propia sombra. Y es que, en el fondo, aplicar un puñado de modificaciones a nuestros señuelos de pesca para mejorar el engaño, por leves que sean, a veces puede significar la diferencia entre pescar o cosechar un rotundo fracaso.

Modificar los señuelos de pesca a pelo y a pluma

Al margen de las medidas comentadas con anterioridad, hay otras posibilidades igualmente interesantes, como por ejemplo, decorar los artificiales con varios tipos de plumas o pieles de animales teñidas a tal efecto. Para ello, lo más viable es que adquiramos los efectos necesarios en las tiendas del ramo, si es que no disponemos de algún compañero o vecino cazador que nos los ceda amablemente.

Con carácter general, el bucktail, el pelo de conejo, o bien el kid goat –ampliamente utilizados en lo que respecta a la pesca con mosca–, ocupan un lugar privilegiado a la hora de potenciar la imagen y la acción de nuestros señuelos, resultando el primero y el último ideales para adornar y ocultar los anzuelos traseros, mientras a su vez imprimen un movimiento sumamente seductor a la muestra mientras ésta navega.

Por su parte, el pelo de conejo también puede cumplir sobradamente esta función, aunque sobre otro tipo de artificiales –como es el caso de los poppers y los paseantes– puede tener un efecto demoledor en no pocos lances. Eso sí, en ningún caso conviene abusar de la cantidad de pelo o pluma a emplear, dado que, si bien éstas esconderán las poteras a la perfección, la natación del engaño puede verse severamente afectada.

Modificar los señuelos de pesca para ajustar la trampa

Los devotos de la pesca en superficie saben que cuando hacen zigzaguear sus imitaciones por la piel del agua, a veces es sumamente efectivo detener o ralentizar el cobro de línea para dar la sensación de que su alevín de plástico muestra síntomas de cansancio, lo que permite incrementar el atractivo del engaño a los ojos de un hipotético perseguidor. Pues bien, si dichas paradas en ocasiones suelen ser el detonante del ataque, preparemos un ardid que, a buen seguro, éste no habrá tenido ocasión de ver en muchas ocasiones.

En primer lugar, cojamos una plancha de piel de conejo y cortemos –con sumo cuidado de no segar las finas fibras– unos pequeños triángulos isósceles con su correspondiente pelusa. A continuación, procedamos a adherirlos por su parte más ancha a la altura de las agallas con unas gotas de pegamento de cianoacrilato, tras lo cual quedarán unas pequeñas aletas que, cuando detengamos “el paseo del perro”, se desplegarán y moverán al albedrío que dicten las corrientes, algo que imprimirá tal apariencia de vida a la muestra que resultará irresistible a cualquier depredador que la contemple.

Por méritos propios

En principio, con un mínimo de accesorios, algo de tiempo y una pizca de esa santa paciencia que nos caracteriza, se pueden imprimir diversas mejoras a nuestros artificiales de pesca con resultados sorprendentes. En este orden de cosas, sólo hay que recordar que, en esta historia, un depredador trata de echar el lazo a otro, por lo que la mejor baza que tenemos para salirnos con la nuestra consiste en ponernos en su piel, y a partir de ahí, activar su instinto asesino sólo será cuestión de tiempo.

[quote]Y es que no hay nada más gratificante que conseguir una captura mediante algo que hemos personalizado, cuando no concebido, cosa que, por otra parte, no está al alcance de cualquiera.[/quote]

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