Pesca en kayak

Pesca de lubina desde kayak de pesca, ¿misión imposible?

por Jose Luis Lago 15 de septiembre de 2013 5 comments

El kayak de pesca se ha convertido en los últimos tiempos en una alternativa a la pesca embarcada debido al menor coste y mantenimiento de éste frente al de una lancha.

En el caso de la pesca de lubina desde kayak de pesca ofrece la posibilidad de acercarse a puntos pedregosos entre acantilados o islotes donde las barcas podrían fácilmente embarrancar con un golpe de mar o al rozar su quilla entre las rocas ubicadas a escaso fondo de la superficie. Gracias a su poco calado, la alargada silueta del kayak de pesca con sus ocupantes a bordo se puede acercar hasta las revoltosas rompientes donde la reina de la espuma está al acecho de las presas a la espera de nuestro artificial.

Además, ¡no hay mal que por bien no venga para mantenerse en forma! Con esta modalidad se practica un deporte y ejercicio que beneficiará al organismo. Otro factor favorable es el silencio o sigilo del kayak de pesca que no espanta o pone tanto en alerta a los peces como el caso de los motores, muy adecuado para el caso de la pesca de la lubina que es muy susceptible.

¡Aunque mucho ojo al pescar en zonas peligrosas, con corrientes o espumas, siempre con precaución y en días que sea posible! Hay que coger experiencia y no ser temario, una lubina no vale una vida humana.

Material para la pesca de lubina desde kayak de pesca

A continuación os aconsejamos el material y accesorios más idóneos para pescar lubinas desde kayak:

Cañas de pesca

Tipo lance ligero de 2,70 a 3,60 metros. En invierno se requiere una caña más potente y larga pues las lubinas suelen ser más grandes. La larga longitud de la caña es necesaria al tener que lanzar entre olas ocupando el kayak una posición muy baja flotando a ras de la superficie. Es recomendable sujetar la caña al kayak con cables o cuerdas o añadir algún sistema de flotador para que no se hunda, sobre todo en los inicios.

Carretes de pesca

Tiene que ser ligero y pequeño, en torno a 5.000. Recogida rápida y cuanto más estanco mejor. No escatimaremos en buena calidad del carrete. Siempre endulzarlo después ya que ha estado en contacto permanente con el salitre.

Sedal monofilamento 

Monofilamento para peces de superficie y trenzado para pez hundido de 0,17 al que se le ata un bajo de nailon de 0,45 de 50 centímetros para ofrecer resistencia al rozar una piedra. En escenarios de rocas, 0,25 nailon resistente y así evitaremos roturas al raspar piedras.

Señuelos artificiales

Para la lubina podrían ser buenos aquellos que se hundan entre 40 a 90 centímetros “poppers” de superficie. Durante el invierno recomendable señuelos más grandes y que vayan más a fondo, pues suele haber róbalos más adultos.

Traje de neopreno

Esta protección de goma se convierte en imprescindible para preservar al organismo de una hipotermia en estos escenarios de aguas muy frías donde el kayakista está expuesto constantemente al oleaje. Además, en caso de caída al agua ofrece una cierta flotabilidad que se añade o complementa a la del chaleco. Protección mínima 5mm en invierno pudiendo bajar a los 3mm en verano.

Cuchillo

El típico cuchillo de submarinista sujeto por el tobillo puede salvarnos de algún serio apuro (incluso la vida) en caso de caer al agua y quedar enredado entre cuerdas, redes, trasmallos,… que desgraciadamente cada día es más frecuente por nuestro litoral. Tampoco sobrará una navaja adicional por si acaso.

Cortonzuelos-alicate

El revoloteo de las lubinas al llegar al kayak puede provocar atrancos y serias heridas al clavarse anzuelos de los señuelos. Un alicate permite cortar el anzuelo por la mitad lo que evitará agravar el problema de las heridas sobre todo en medio del mar y más en un pequeño espacio como supone una piragua.

Aletas

Unas aletas medianas que se convierten en un elemento imprescindible de seguridad en caso de caída al agua. Incrementa la velocidad del nado tanto para alcanzar la orilla con más rapidez y menor esfuerzo sobre todo entre el fuerte oleaje, así como puede permitir recuperar con más posibilidades el kayak si tras caer al agua la corriente se lo va llevando con fuerza.

Chaleco salvavidas

Sin duda el chaleco salvavidas es esencial cuando se monta en un kayak y más en estas batidas y peligrosas aguas.

Linterna

La iluminación artificial, tipo “de cabeza” nunca sobra por si coge la noche o para hacer señales de emergencia SOS (consultar la cadencia en manuales náuticos) sobre todo al aventurarse al atardecer, uno de los momentos más propicios para la lubina.

Cable portapeces

Si tras una buena jornada de presas viene una ola y vuelca el kayak las capturas también caerán al agua y con la corriente pueden acabar siendo merienda de aves marinas. Por esto que es bueno añadir un cable de acero para amarrarlas, o bien otra opción es colocarlas en un bote estanco o similar mientras no se genere en su interior excesivo calor.

Casco

En condiciones muy extremas, cerca de las rocas, no está mal el uso de un casco específico de piragüismo que proteja la cabeza de golpes contra las piedras

Remos

Siempre tendrá que ir sujeta a la barca con un cable especial para que no se pierda al caer al agua. Hay que tener en cuenta que la pala es nuestro “motor” o hélice, sin ella el kayakista queda desamparado y a merced del mar pues remar con las manos es agotador y poco eficaz. En esta especialidad en pareja se llevan dos palas para también palear el proel cuando no está en acción de pesca, por lo que permite disponer de recambio en caso de pérdida o rotura de una de ellas.

Móvil

Hay que llevar siempre el teléfono con funda protectora estanca para proteger del agua salada. Al ser una práctica en pareja, recomendable llevar ambos siempre el teléfono con la batería en todo momento cargada a tope y comprobando que haya cobertura en la zona.  Siempre avisar siempre a la familia o amigos del lugar y hora dónde se fue a pescar.

Y tú, ¿te animas a probar la pesca de lubina desde kayak de pesca?