Los ríos salmoneros de España (XXIX): la vuelta del salmón en el río Urumea, el mejor ejemplo de recuperación en Guipúzcoa

Los ríos salmoneros de España (XXIX): la vuelta del salmón en el río Urumea, el mejor ejemplo de recuperación en Guipúzcoa

Los ríos salmoneros de España (XXIX): la vuelta del salmón en el río Urumea, el mejor ejemplo de recuperación en Guipúzcoa

por 22 de mayo de 2016 0 comments

De todos los proyectos de recuperación del salmón en Guipúzcoa el del salmón en el río Urumea es el más destacado por sus buenos resultados. Este río emblemático de la provincia ve como todos los años como llegan poblaciones de salmón a un nivel cada vez más estable e importante, lo que hace soñar recuperar una población suficiente que incluso pueda llevar a los siguientes años al retorno de la pesca deportiva.

La cuenca del Urumea es pequeña en extensión, con tan sólo 272 km2 de superficie, de los cuales 164 se extienden por Navarra y cuya zona final se desarrolla en el Territorio Histórico de Gipuzkoa. El eje principal tiene una longitud de 59 km hasta la desembocadura, con una pendiente media del 1.8%, potencialmente atractiva para el salmón.

El río nace al norte de Goizueta, en una zona montañosa que separa las cuencas hidrográficas del Bidasoa, Oria y Urumea. En los primeros 40 kilómetros, el Urumea discurre por un territorio poco poblado, en el tramo final atraviesa Hernani, Astigarraga y desemboca en el mar en la capital donostiarra. Alrededor de los 15 kilómetros finales del río viven unas 175.000 personas.

Multitud de afluentes y caudal, gran potencial para el salmón en el río Urumea

El Urumea recibe las aguas de multitud de pequeños arroyos, destaca los afluentes Zumarresta, Urruzuno, Epele y, sobre todo, Añarbe, donde se encuentra la presa que abastece a la comarca de San Sebastián, 300.000 personas en números redondos. En la parte alta de la cuenca la red de pequeños afluentes adquiere un mayor desarrollo debido a lo quebrado del territorio y la elevada pluviosidad, el promedio de precipitación en la cuenca casi llega a los 2.200 mm anuales. Esto hace que el río tenga el mayor caudal específico de los ríos salmoneros ibéricos, 47 l/s/ km2.

La cuenca aporta anualmente cerca de 400 hm3. Las montañas circundantes son de modesta altitud: sólo tres superan los 1.000 metros de cota y la máxima, Erakurri, es de 1.142 metros.

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Salmón en el río Urumea capturado en la estación para su control antes de devolverlo al río

Presión humana, obstáculos y contaminación que acabaron con el salmón en el río Urumea

Si en algo puede destacar esta cuenca es en el uso del agua como fuerza motriz, tanto para ferrerías hasta el siglo XIX como para generación de hidroelectricidad desde finales de ese siglo hasta la actualidad. Estas infraestructuras han han sido en parte responsables del declive de las poblaciones de salmón. No tenemos noticias exactas sobre la cantidad de salmones que remontaban el río, sabemos que en las nasas de la desembocadura se debía pescar una significativa cantidad cada año además de sábalos, reos, anguilas… puesto que las nasas ocupaban a numerosas personas.

Si bien el salmón remontaba el río y sus afluentes hasta las zonas más altas (los salmones frezaban en Artikutza, en la cabecera del Añarbe), factores como la pesca abusiva o los obstáculos lo relegaron cada vez más cerca del estuario. A comienzos del siglo XX, con la construcción de los azudes de los saltos hidroeléctricos, el salmón sólo remontaba los 15 kilómetros finales, perdiendo las mejores zonas de reproducción y alevinaje.

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Suelta de alevines de salmón en el río Urumea

La contaminación industrial acabó de diezmar las poblaciones salmoneras, de tal forma que en 1940 se llegó a extinguir. En la década de 1980 la Diputación Foral de Gipuzkoa acometió el plan de reintroducción del salmón en la cuenca del Urumea, habida cuenta de las esperanzas en la mejora de la calidad del agua y de la accesibilidad. Desde 1993 hasta 2006 volvieron 911 los salmones adultos controlados a su vuelta y los números han mejorado estos últimos años. En el río Urumea han entrado en 2015 un total de 259 salmones, el segundo registro más elevado desde que se puso en marcha el plan de recuperación del salmón en Gipuzkoa. En Elorrabi (Urumea), en los últimos 23 años, el promedio es de 95 salmones. Este promedio se ha elevado notablemente en los últimos seis años, (2010-2015), en los que han entrado una media de 198 salmones. Desde la Diputación Foral destacan que el 31% de los salmones que han entrado este año provienen de la suelta de alevines que se realiza todos los años, mientras que el 69% son salmones salvajes. La especie se reproduce y ha conseguido penetrar más de 20 kilómetros río arriba, llegando a superar hasta 6 obstáculos equipados con escalas piscícolas.

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