Los ríos salmoneros de España (VII): El salmón en el río Sor ¿Es posible su recuperación?

Galicia con su enorme capacidad hídrica, tanto en el Atlántico debe ser un foco importante para el control de poblaciones de salmón en España. Por desgracia es la comunidad autónoma que más ha sufrido el declive del salmón siempre teniendo en cuenta su capacidad potencial. Todo ello, llevó  a esfuerzos importantes para su recuperación en los últimos años con tres grandes protagonistas: Ulla, Lérez y Miño, que ya hemos analizado en artículos anteriores. El esfuerzo en ambos ha sido importante y los resultados sin ser para tirar cohetes o una vuelta a un pasado imposible si han permitido buenos remontes de salmón.

Por todo ello se está buscando ampliar en La Coruña el proceso de reintroducción del salmón pero con sólo un esfuerzo (que por ejemplo fracasó en la reintroducción del salmón en el Estado de Maine, EE.UU.) es decir basarse sólo en soltar alevines y juveniles (lo barato) y no en lo caro e importante como reacondicionar el río, cuidar las calidad de sus aguas o eliminar obstáculos. Esto es lo que se está haciendo con el Anllons y con el salmón en el río Sor, un gran río pero que por circunstancias de fondo perdió su salmón hace años y si se busca recuperar tardaría mucho en ello.

¿Porqué desapareció el salmón en el río Sor?

El río Sor es un pequeño curso del sector cantábrico occidental cuya cuenca se encuentra enclavada íntegramente en tierras gallegas. Gran parte de su curso marca el límite administrativo entre las provincias de A Coruña y Lugo, a caballo de las cuales se encuentra su cuenca. Desagua en el Cantábrico a través de la ría del Barqueiro con un recorrido no muy largo de unos 57 km, desde sus fuentes más lejanas a unos 875 m de altitud hasta el límite intermareal; la pendiente media es del 1,12% y la extensión de su cuenca, definida de esta manera, es de 187 km2, bastante atractiva y con una precipitación en la cuenca muy abundante.

Río Sor

La densidad de población en la cuenca del Sor es baja –una de las menores de entre los ríos salmoneros gallegos considerados– y apenas existen núcleos de población dignos de mención en ella, salvo tal vez Mañón (338 hab.). Los núcleos más próximos de cierta importancia hay que buscarlos ya en la ría do Barqueiro. Por ello el Sor figura como un buen río salmonero en tratados y manuales de pesca del pasado. El máximo oficial de capturas fue de 69 salmones en 1963, pero desde hace 50 años sufrió una dura decadencia con unas causas que son las que determinarán su recuperación futura.

A pesar de su baja densidad de población y de que sus cauces fluviales aparezcan como muy bien conservados, existen episodios de bruscas bajadas del pH en este río que vienen ocasionando mortandades piscícolas considerables. Estos episodios, en un río cuyo pH natural ya es de por sí bajo, parece que están asociados con las emisiones y deposiciones de la cercana central térmica de As Pontes de García Rodríguez.

Central de As Pontes con el lago artificial que ocupa la antigua mina

Las capturas históricas fueron en alguna ocasión destacables y empezaron a decrecer coincidiendo con la entrada en funcionamiento de dicha central térmica. Este es el dilema y problema de recuperación del Sor. Su Ph hace que por mucho que se suelten salmones, estos tengan una mortandad que difícilmente les lleve a ser adultos. De hecho, en prospecciones de los año 90 para su recuperación, dieron resultados desalentadores. Por ejemplo, en 1990, sólo se detectó un salmón pescado y ninguno en años precedentes y en siguientes. En 1996 en este río no han detectado la presencia de juveniles en caso alguno y por ello se le consideró como extinguido.

Hoy se busca recuperar el río Sor soltando ejemplares e incluso ¡abrir un coto! Cuando estudios afirman que recuperar el PH a nivel normal y de forma natural tardaría más de 30 años. Este debe ser el esfuerzo, el control de la calidad de aguas para aprovechar unas características de escasa alteración y humanización del paisaje, así como así como la elevada accesibilidad del curso. Todo ello, lo lo convierten en un firme candidato para la recuperación de la especie en años venideros, con el cese de actividad de dicha central. Pero haciendo esfuerzos grandes e importantes para ello más allá de la suelta necesaria. Eso es sencillo y vendrá después.