Los mejores ríos trucheros de España (XIII): El río Verdugo

Los mejores ríos trucheros de España (XIII): El río Verdugo

Los mejores ríos trucheros de España (XIII): El río Verdugo

por 5 de marzo de 2017 1 comment

El río Verdugo, quizá un gran desconocido por muchos, aunque su valle inundado conforma una de las grandes rías gallegas, la de Vigo, es también uno de los mejores ríos trucheros de Pontevedra, donde la pintona es la auténtica reina casi en exclusiva. El río Verdugo, junto a su gran afluente el río Oitaven, tiene una cuenca hidrográfica importante, pero nunca debieron ser ríos muy salmoneros. La razón, la que hace precisamente sus aguas muy atractivas para la trucha, su gran pendiente en casi todo su tramo (40 km el Verdugo y 32 km el Oitaven) y grandes obstáculos naturales. El Oitaven tenía un potencial mayor, pero la presa de Eiras acabó definitivamente con ello, como también condicionando la migración de la trucha. A pesar de algún tímido esfuerzo se puede afirmar que, aunque vedado a su pesca, el salmón se extinguió en los 80 en esta cuenca. Hubo algún tímido intento para su reintroducción en los 90 pero quedó en nada y se ha visto alguna entrada esporádica, proviene del esfuerzo en la reintroducción en otros ríos cercanos, entre los que destaca el Lérez. Tampoco es un río con muchos Reos, si se ven algunos en el tramo más inferior en el coto de Soutomaior.

Con todo ello, tenemos un gran río, acotado en una buena parte con tres tramos bajo este régimen y otro gran tramo de pesca sin muerte. Un río que condiciona toda la comarca en la que la trucha llega a su máximo protagonismo con la “festa da troita” de la bella localidad de Ponte Caldelas, un río bonito, con muchos tramos de corriente, que hace la delicia del pescador de cualquier modalidad de pesca.

Un río rápido con variedad de oportunidades

El río Verdugo es un río muy encajonado con accesos complejos en muchos tramos en el que, como otros ríos de Galicia, los efectos de la despoblación se notan en buena parte de sus orillas, completamente pobladas de vegetación e inaccesibles. Afortunadamente, hasta en los tramos más difíciles del río Verdugo hay caminos que unen (o unían), pequeños núcleos de población, y muchos de ellos son la puerta de entrada a este río.

Empezamos su recorrido de arriba abajo. En su tramo superior, en el Concello de A Lama, está el coto de Ponte Verdugo, de 6,2 kilómetros de longitud. Aguas más arriba tenemos al tipo pequeño río gallego, que ha pasado de tener una enorme abundancia de trucha de pequeño tamaño y que ha sido muy esquilmado por el descontrol de la administración y la falsa creencia de muchos de que las truchas eran un recurso inagotable. Las pescatas de todos los tamaños han hecho mucho daño al río Verdugo y obligado a que el tramo superior del coto de Ponte Verdugo, 2,6 kilómetros desde el Muiño das Partidas al Ponte de Carrizans (todo en el concello de A Lama) esté vedado. Por ello nos quedan sólo el tramo 2, de 3,6 kilómetros entre el Ponte de Carrizans y la presa dos Muños de Castro Bo (entre A Lama y Cotobade) el único disponible.

Tramo alto del río Verdugo en A Lama

El río no es ancho, tiene una larga sucesiones de corrientes, que le ha hecho especialmente pescado con cebo natural, el cual sigue siendo el más utilizado ya que está permitido siempre que se utilice en anzuelos mayores o iguales a 6 x 6,5 mm.  Aunque no da para muchas posiciones se puede tentar a mosca, no es la mejor zona, aguas más abajo si encontraremos muy buenas tablas para ello. Con cucharilla, pequeña, como la mini de Mapso, y mucha práctica, usando esencialmente técnica a ballesta, también encontraremos algunas zonas con buenas oportunidades. Nos puede sorprender alguna trucha mediana, pero esencialmente es una trucha pequeña, muy pura que hay que proteger. Se puede pescar de martes a domingo, excepto los festivos con 5 permisos diarios. Los jueves se podrá pescar en la modalidad sin muerte

A continuación del coto de Ponte Verdugo tenemos un pequeño tramo libre de unos 2,8 kilómetros, entre los términos de A Lama, Cotobade y Ponte Caldelas. El río sigue en su descenso implacable, pero recibe muchos pequeños tributarios que le van ensanchando en su cauce, pero siempre dentro de un valle estrecho. Mucho cuidado con días de fuerte lluvia, este tramo tiene zonas de paredes de difícil salida si el cauce crece rápidamente. Este tramo que sigue siendo muy utilizado en la pesca con cebo vivo, nos ofrece más variedad para la pesca a spinning y a mosca. La ninfa lastrada en los tramos con corrientes da muy buenos resultados y ya en las últimas semanas de la temporada con mosca seca.

Trucha de 4kg pescada en el río Verdugo

Más pesca sin muerte en el río Verdugo

Esta constante se repite aguas más abajo en el coto de Ponte Caldelas. Tiene tres tramos, el primero el más largo y más salvaje va desde la desembocadura del río Pequeño a la presa de la piscina fluvial en el área recreativa de Ponte Caldelas. Es un tramo más ancho, con amplia vegetación que nos permite cualquier modalidad de pesca y que da una trucha de mayor tamaño, aunque menos abundante que en años anteriores. A continuación, el tramo 2, de 1,3 kilómetros sólo permite la pesca sin muerte. Es buena zona para la práctica de la pesca a mosca, con buenas eclosiones y con amplias tablas. La cercanía con el principal núcleo urbano de la zona, Ponte Caldelas, y los fáciles acceso son su principal atractivo. El último tramo, saliendo del núcleo urbano va desde la presa de Parada a la presa de Coveliño. Son 1,2 kilómetros de buenas tablas en los que cualquier modalidad de pesca es posible.

Tras el cote de Ponte Caldelas, el río Verdugo tenía una zona muy utilizada, que siempre ha dado buenas truchas de todo tamaño pero que ha visto caer dramáticamente su población. Por todo ello hace unos años se tomó una muy buena decisión, convertir la mayor parte en un tramo sin muerte dejando otra buena pequeña zona vedada. Los 5,9 km de este tramo sin muerto del río Verdugo, están delimitados entre la presa de Coveliño (límite inferior del coto de Ponte Caldelas), y 50 metros aguas arriba de la presa de la central do Inferno. Combina zonas fáciles y difíciles de acceso, con buenos escondrijos para la trucha que en estos años ha recuperado ligeramente su población. La ninfa lastrada sigue siendo la reina, pero otros artificiales como la mosca de la piedra e imitaciones en oliva dan un resultado excepcional. Aguas más abajo tenemos otros 2 kilómetros vedados, un buen refugio para la trucha hasta el último coto el de Soutomaior. A pesar de que el río se acerca al mar sigue con una caída pronunciada pero ahora con tablas más anchas que se alternan con rápidos. La trucha de gran tamaño ha sido el máximo de este coto que alguna vez ve algún Reo, aunque pocos remontan. Por ello, la talla mínima ya no es de 19cm es de 21cm.

Tramo bajo del río Verdugo

Este coto se divide en dos tramos, el más corto es el del río Verdugo, sólo 1,6 kilómetros entre la Central do Inferno y Ponte Canal, entre Romariz y Camboa en la localidad de Soutomaior. El tramo más largo es del Oitaven y está situado entre el Muiño da Tereixa y su desembocadura del río Verdugo. Es una buena zona para mosca seca, buscando truchas de buen tamaño, que “haberlas, hailas” (el año pasado se sacó un ejemplar de 3 kilos), pero la pesca spinning gana mucho atractivo.

Aguas más abajo la influencia de la marea empieza a notarse. Se acerca al Atlántico, tras su famoso puente colgante, está el medieval de Comboa, el límite inferior del coto. Los sábalos son los reyes de este tramo, en el que raramente vemos algún reo. Kilómetros más abajo llegamos a la desembocadura, al histórico puente romano de Ponte Sampaio, el de la famosa batalla y derrota de las tropas de Napoleón, ya en el límite de Pontevedra. Despedimos a un buen río truchero, que sin ser lo que fue en el pasado si se cuida nos puede deparar un buen presente y futuro.

 

1 Comentario

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  1. Litos
    #1 Litos 13 mayo, 2018, 22:11

    Muy buen articulo. Enhirabuena. Eso de los sabalos en soutomaior, hablamos de Alosa Alosa????? Nunca escuché de nadie que conociese que hubiese sabalos ahi.

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