Los antiguos señuelos de pesca nunca mueren

Los antiguos señuelos de pesca nunca mueren

Los antiguos señuelos de pesca nunca mueren

por 7 de diciembre de 2016 0 comments

Sin lugar a dudas, vivimos en un mundo que avanza a una velocidad vertiginosa. Los adelantos se suceden constantemente y lo que hace apenas unos años en los que, antiguos señuelos de pesca era el último grito sin a priori posible mejora, un nuevo giro de tuerca permite que ocurra lo impensable.

En este orden de cosas, los pescadores tenemos múltiples ejemplos a los que aferrarnos, como es el caso de los jerkbaits y minnows de sobresalientes prestaciones, los cuales han visto desbancada su primacía en favor de los en principio burdos vinilos, quienes a su vez han probado la misma medicina de otros diseños posteriores.De este modo imparable caminamos hacia el más difícil todavía en base a la doctrina seguida en las empresas de hacerse con -o al menos mantener- un puesto en el siempre exigente y cambiante escalafón de las marcas preferidas por los cañistas.

Ahora bien, semejante política no debe hacernos perder la perspectiva de nuestra afición y creer que por contar con esos nuevos engaños vamos a pescar más. De hecho, a la hora de hacer balance a menudo tiene más importancia el comportamiento del indio que la flecha que éste usa, en la medida que ella es parte de la prolongación de su conocimiento. Partiendo de tal base, echemos el freno y parémonos un momento por la cuenta que nos trae…

Veteranos antiguos señuelos de pesca

A veces basta con echar un vistazo a los cajones para ver la cantidad de cosas que acumulamos conforme el tiempo transcurre. Líneas de todos los grosores, anzuelos de diversa numeración, materiales accesorios que un día utilizamos para corregir desperfectos y, cómo no, un buen número de artificiales que pasaron a la reserva conforme nuevos congéneres hicieron acto de presencia en casa.

En ocasiones basta con contemplar el aspecto de uno de estos antiguos señuelos de pesca desheredados para darse cuenta de lo mucho que nos dejamos engañar con unos meros toques cosméticos o por el nombre de una marca…, cuestión que luego comprobamos en tanto damos una nueva oportunidad a ese otrora fiel compañero de fatigas que tantas alegrías nos dio.

Ejemplos de ello hay a mansalva: los chivos, los vetustos María la Segunda y Duel Aile Magnet F, o el humilde floating de Rapala, constituyen una prueba fehaciente de efectividad sobre el terreno en lo que atañe a ciertos momentos del mar, y que, sin embargo, fueron condenados a verse rodeados de la negra oscuridad del cajón porque nunca de está de más probar nuevas sensaciones aun a riesgo de cometer una equivocación. Anda que los anteriormente nombrados no habrán dado peces y, pese a ello, les volvemos la espalda…

Antiguos señuelos de pesca

Los viejos señuelos de pesca siguen funcionando

Cuán equivocados estamos en ocasiones es algo que descubrimos cuando esos veteranos nos demuestran nuevamente su mordiente en tanto se les otorga oportunidades para reverdecer laureles. Allá donde el gran azul escupe los finos diseños carentes de empaque, ellos, en cambio, ofrecen garantía de estabilidad junto a capacidad de seducción en mitad del tumulto, una, dos, tres… y las veces que haga falta hasta que un mal impacto o un indeseado enroque se los lleve por delante, por no mencionar que, al mismo tiempo, nos tendrán alejados de las lenguas de agua que se abaten con furia contra la piedra, y que amenazan con llevarse mar adentro cuanto encuentren a su paso o, al menos, dar un terrible susto al infeliz que entre dentro de su radio de acción.

Y ya vemos lo que son las cosas; un día preferimos descartar esos eficaces recursos en favor de novedades que, encima, no nos dejaron plenamente satisfechos. Desde luego que a veces no hay quien nos entienda…

Una oportunidad a lo viejos señuelos de pesca

A fuerza de certificar sobre el terreno la eficacia de los viejos señuelos que teníamos condenados al ostracismo, no es extraño que a partir de entonces más de uno de ellos vuelva a acompañarnos en nuestros frecuentes paseos por el borde del mar, y que alguno incluso llegue a ganarse tal volumen de cariño por nuestra parte en virtud de las alegrías que nos otorgue, que un día lo retiremos definitivamente a un lugar bien visible de cara a no perderlo en un mal lance para que así nos recuerde los gratos momentos que pasamos con él.

Ahora bien, para ello antes hay que sacudirse prejuicios y contradicciones y no dejarse engañar de buenas a primeras, como muchas veces pretenden las firmas productoras de señuelos mediante el bombardeo al que insistentemente nos someten. De nada sirve contar con algo de dos docenas de euros si su uniforme de trabajo se desprende al primer golpe, o su babero quiebra con un débil choque contra el cantil y, encima, las posibilidades de restablecer su acción son nulas…salvo que tengamos el dinero por castigo, eso sí.

Por ello, echemos un vistazo al cubil de los apartados y pensemos seriamente por un momento si ese artificial que ahora sostenemos en la mano, no será precisamente la respuesta a cierto contexto que tanto deseamos abordar…

No hay comentarios todavía

Participa en la conversación

No hay comentarios.

Anímate y se tú el que comience los comentarios de este artículo.