Historias de pescadores

Mi iniciación a la pesca del lucio

por Dani Luciopesca 21 de junio de 2013 2 comments

Hace ya unos 18 años de esto…un compañero de instituto (Oscar) al enterarse de que me gustaba la pesca decidió que el dúo saca puntas, fuéramos de la pesca y que compartiéramos unos días gloriosos en esta afición que nos unía. Fue entonces cuando quiso mostrarme que no solo existían las carpas, pues yo llevaba 2 años pescando únicamente este pez y para mi gran iniciación a la pesca del lucio me llevo al conocido pantano de El Vellón a  probar al pesca del lucio.

…con la ilusión que caracteriza a un niño el día de reyes y con el mismo conocimiento que tiene un político de gobernar, intente conseguir mi primer lucio lance tras lance.

Una vez allí, con la ligera oscuridad del inminente amanecer, las ondas en el agua indicando la gran actividad de los peces y la continua llegada de pescadores a este páramo, hacía de aquel lugar la mejor fiesta que un pescador podía esperar. Y con la ilusión que caracteriza a un niño el día de reyes y con el mismo conocimiento que tiene un político de gobernar, intente conseguir mi primer lucio lance tras lance. Pero vaya, se me adelanto otro nobel de la pesca del lucio, mi compañero Javi saco su primer lucio antes que yo, no me lo podía creer, ¿así es que esto es un lucio no? El pobre se había tragado un twister de 2 colas rojo hasta el fondo pero tuvo suerte, no la misma que el señuelo que quedo para el reciclaje, ya que nuestro experto compañero Oscar consiguió salvarlo.

Decidí no perder más tiempo y continué lanzando sin parar pero mi estómago empezó a protestar, y ya se sabe, me senté al borde de una recula que prometía y comencé a comer mi almuerzo. Entre bocado y bocado pensaba, «mmm, esta caña no debería estar parada»; casi que seguiré lanzando mientras como el bocadillo. Dicho y hecho, todo un espectáculo ya que mientras masticaba el bocado aprovechaba para lanzar y todo esto sentando, pero en el segundo lance que hice note una fuerte embestida que casi me echa a perder mi tan preciado bocadillo.

¿UN LUCIO?, ¡COMPAÑEROS UN LUCIO!, ¡QUE TENGO UNO!

Había picado algo y no tenía ni idea de que era lo que estaba al otro lado del hilo pero de seguro debía ser un lucio. Me levante del suelo, me eche los nervios y la inexperiencia a los hombros y me dispuse a combatir con aquello que fuera lo que había al otro extremo. La tensión del hilo prácticamente era la misma que mostraban mis brazos mientras recogía, aquellos tirones estaban llevando mi adrenalina a su estado máximo y la euforia que mi ser desprendía mientras luchaba se transmitía a todo aquel que se acercaba a presenciar aquella captura. Al fin nuestro incansable amigo asomaba la cabeza fuera del agua…su cansancio era proporcional a mi grado de satisfacción con aquella lucha, no hubo vencedor ni vencido, pues yo conseguí sacar mi primer lucio y el obtuvo de vuelta su libertad.

¿Y tu has probado ya la pesca del lucio? ¿Cual fué tu experiencia?